Caldo en pastilla o caldo concentrado: ¿qué diferencias hay a nivel nutricional?

Martín Frías

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¿Sabes hacer un caldo de pollo, de carne, de pescado o de verduras? Estas recetas son una base de la cocina de todo el mundo, y una forma de extraer nutrientes de las verduras y los despojos, como huesos, espinas y otros restos.

Por ejemplo, un caldo de pollo básico requiere una carcasa o huesos de pollo, zanahorias, tallos de apio, cebolla y dientes de ajo pelados, además de hierbas como laurel, perejil o tomillo para darle más sabor. Los ingredientes se cubren de agua y, tras llevarla a ebullición, se cocina a fuego lento entre dos y cuatro horas. 

Un buen caldo es la base de muchas recetas, desde sopas de fideos hasta paellas, pasando por guisos de legumbres, estofados, salsas, curry o tomarlo solo. El caldo se puede almacenar en el refrigerador durante una semana, o congelarse en cubitos para su uso posterior. Sin embargo, su preparación, aunque es sencilla, supone demasiado tiempo para muchas personas.

Las alternativas para cocinar en casa son los caldos envasados en brik o en botella, que en muchos casos tienen los mismos ingredientes que el caldo casero, pero producidos en masa, y pasteurizados para mejorar su conservación. La otra opción son las famosas pastillas de caldo.

¿Qué hay en una pastilla de caldo?

Las pastillas de caldo son indudablemente muy cómodas de usar. En lugar de añadir caldo a una receta, se agrega agua y una o dos pastillas que se disuelven y dan sabor. En la etiqueta aparecen los distintos sabores disponibles (pollo, carne, verduras), pero, en realidad, estos ingredientes son los que contienen en menor cantidad:

  • Sal: es el ingrediente principal de la pastilla de caldo, más de la mitad de una pastilla de caldo es sal.
  • Grasa de palma y grasa de palma totalmente hidrogenada: son grasas saturadas que sirven como aglomerante y para transportar el sabor.
  • Potenciadores del sabor como glutamato monosódico, inosinato y guanilato disódico.
  • Extracto de levadura: es una mezcla de proteínas y aminoácidos procedentes de levaduras, que proporciona persistencia a los sabores.
  • Almidón: normalmente de patata, no aporta sabor sino consistencia al caldo.
  • Aromas: son los que proporcionan un sabor a otro.
  • Colorante, normalmente cúrcuma o caramelo, se añade para que tenga un aspecto mejor. 
  • Antiaglomerantes: si el caldo es en polvo o granulado, sustancias como el silicato de calcio evitan que se apelmace.

¿Qué hay en un caldo líquido envasado?

Los caldos de pollo líquidos que se venden envasados por lo general están pasteurizados (tratados a altas temperaturas durante un tiempo corto) para garantizar su conservación. Al contrario que las pastillas, estos caldos se elaboran con los ingredientes habituales de un caldo de pollo casero:

  • Agua
  • Pollo (alrededor del 15-20%)
  • Verduras: apio, patata, cebolla, zanahoria, puerro
  • Sal, especias

Como en el caso anterior hay caldos envasados de pescado, carne, jamón o verduras, pero en este caso los ingredientes básicos son los que anuncia la etiqueta.

Diferencias en nutrientes entre las pastillas y los caldos envasados

La lista de ingredientes no puede ser más dispar, así que es de esperar que los valores nutricionales también varíen. Para obtener un litro de caldo con pastillas necesitaremos dos pastillas de 10 gramos en un litro de agua hirviendo. Estos son los nutrientes en esas dos pastillas:

  • Calorías: 60 kcal
  • Grasa: 4 g
  • Carbohidratos: 4 g
  • Proteínas: 1,6 g
  • Sal: 10 g

Es decir, el caldo apenas tiene nutrientes, y aporta sobre todo una gran cantidad de sal. ¿Qué ocurre con el caldo envasado? Estos son los equivalentes de un litro de caldo de pollo en brik:

  • Calorías: 70 kcal
  • Grasas: 3 g
  • Carbohidratos: 2 g
  • Proteínas: 7 gramos
  • Sal: 7 gramos

El caldo envasado aporta cantidades más pequeñas de grasa, carbohidratos y sal, pero a cambio contiene más de cuatro veces más proteínas que el caldo en pastilla. Además de tener mejores valores nutricionales, el caldo envasado se elabora sin aditivos y con ingredientes frescos.

Cómo hacer pastillas de caldo caseras

Si queremos la comodidad de las pastillas de caldo sin los aditivos y la pobreza nutritiva de las pastillas, podemos hacer nuestras propias pastillas de caldo congeladas, que podremos usar añadiéndolas a nuestros guisos.

Para obtener 12 pastillas caseras de caldo se pueden usar estos ingredientes:

  • 300 g de pollo, preferiblemente contramuslos sin hueso
  • 1 ajo
  • 1 cebolla
  • 1 puerro
  • 1 rama de apio
  • Una cucharadita de sal
  • Orégano, tomillo, romero a gusto
  • 100 ml de vino blanco
  • Aceite de oliva

Preparación:

  1. Dorar el pollo con aceite de oliva.
  2. Retirar el pollo de la sartén y rehogar las verduras hasta que estén pochadas. 
  3. Cortar el pollo en trozos pequeños, añadir a las verduras en la sartén y mojar con el vino blanco. Cocinar hasta que se evapore el líquido.
  4. Triturar todos los ingredientes hasta formar una pasta húmeda.
  5. Devolver la pasta a la sartén y remover hasta que pierda la humedad y quede seca.
  6. Colocar la pasta extendida en una bandeja y dejar enfriar. 
  7. Cortar en 12 porciones, envolver individualmente y congelar.

Podemos usar dos de estas pastillas caseras por cada litro de agua para obtener un caldo con ingredientes caseros. Se conservan en el congelador hasta tres meses.