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Lecturas

¿Qué hacer con los héroes?

¿Qué hacer con los héroes?

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¿Por qué un Estado debe hacerse cargo de los veteranos de guerra? ¿Por responsabilidad? ¿Porque son héroes? ¿Porque son víctimas? Y en todo caso, ¿cómo debe hacerse cargo? Cada respuesta, por simple o compleja que sea, amerita desplegar una serie de clasificaciones y nociones que tenemos sobre el Estado, la guerra, y los individuos que participan en ella; respuestas que son tan históricas como los mismos cuestionamientos que las generan. De allí parte el nombre de este libro: la pregunta sobre qué hacer con los héroes desde el Estado aún motoriza una batería de respuestas.

Si bien la bibliografía académica sobre la guerra y posguerra de Malvinas se ha acrecentado en los últimos años, el estudio sobre los procesos de reintegración y la acción estatal aparece escondido o subsumido en otras preocupaciones. La relación entre Estado y veteranos no ha sido analizada en profundidad, salvo para marcar cuestiones coyunturales, de intereses políticos o de representaciones y discursos dominantes, centrándose en el problema identitario de los veteranos y mezclando la agencia estatal con otros actores de la cultura política. Emplazado en la propaganda bélica y el discurso militar (Escudero, 1996), en los lazos filiales o como habilitador de lo político (Guber, 2001; 2004); entendido como un actor interviniente en las batallas por la memoria en torno a Malvinas (Lorenz, 2012); o canalizador de los sentidos comunes del nacionalismo argentino (Palermo, 2014), la agencia del Estado quedó relegada a alguna alocución presidencial, disputa mediática o acción puntual (la aprobación de alguna ley), sin focalizar en la continuidad del pensamiento político sobre el papel que le cupo frente a los sujetos emergentes de la guerra. En contrapartida, el Estado aparece en muchos relatos de sentido común como el gran deudor respecto a los individuos movilizados como soldados hacia el Atlántico Sur, como el padre que no se hizo cargo (según la metáfora utilizada por Rosana Guber), como un ausente o un vacío; esa ausencia parece acentuarse ante la falta de investigaciones que puedan dar cuenta de las acciones estatales dirigidas a los veteranos de la guerra de Malvinas, y cómo se pensaron los problemas de vida de estos sujetos desde diferentes estamentos de gobierno.

En definitiva, si comparamos los estudios de posguerra en otras latitudes con los trabajos argentinos, podemos marcar un área de vacancia en lo que respecta a la reintegración de los veteranos una vez finalizada la guerra, y cuál fue el lugar que tuvo lo estatal en ese proceso. Los análisis en torno a distintos procesos posbélicos alrededor del mundo muestran la multiplicidad de aspectos que se desataron, y destacan las dificultades y tensiones existentes en lo que se denomina comúnmente la reinserción de los veteranos en sus sociedades. (…)

Pero quizá lo más interesante de estos abordajes es que nos permiten entender que la veteranía de guerra está lejos de ser una cuestión de esencias y de poseer problemas perennes a lo largo de la historia. Ser veterano o veterana de guerra, y los valores y atributos vinculados a ese estatus, se convierten en un terreno de batalla posterior al silencio de las armas, donde la acción estatal juega un papel fundamental en reconocer, brindar derechos, marcar trayectos de vida, contribuyendo además a estabilizar modos de pensar y de hablar de ellos. En ese sentido, este grupo presenta una novedad o rareza, pues aquello que fundamenta la focalización de políticas estatales no tiene, a priori, el mismo estatus que otros: no es un sujeto que pueda estar ligado a la handicapología asistencial (Castel, 1995) o al sector trabajador; es decir que la necesidad de protección estatal no se sostiene en su estatus anterior a la guerra: no es pobre, enfermo, analfabeto, desocupado; antes que nada es un veterano. Por lo cual hay algo de su trayectoria –naturalizada en frases como dio su vida por la patria- que parece ponerlo en un lugar distinto en el juego de lo social.

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El veterano como un problema de Estado 

El libro aborda las múltiples formas en que se intervino o se intentó intervenir en la vida de los ex soldados, oficiales y suboficiales partícipes de la guerra de Malvinas desde el Estado nacional argentino entre los años 1982 y 2017. Muestra cómo fue tratado el “veterano” o “excombatiente” de Malvinas como un problema, a partir del momento donde su figura pierde familiaridad y no suscita concordia, y haciendo un seguimiento de los tratamientos diversos para hacer visible los argumentos usados para proponer intervenciones, los adjetivos con los que se los calificó, las comparaciones que se les hicieron, las distancias o las cercanías con otros sujetos sociales usadas como parámetros para hablar de ellos. Busco dar cuenta de la enorme productividad respecto a leyes, decretos, resoluciones, programas de gobierno y planes de todo tipo dirigidos desde diversos organismos públicos –pero sobre todo del Congreso Nacional- que van a contramano del sentido común sobre un abandono estatal. No obstante, sostengo que las formas en que el veterano fue problematizado tuvieron su nacimiento durante los dos primeros años de posguerra y no se modificaron sustancialmente en las décadas posteriores. Mostrar eso es, quizá, la mayor apuesta de este texto.

Esta historia (de lo) social incluye proyectos truncos, fracasados, ni siquiera discutidos, por la sencilla razón de que se tratan de acciones que existieron, que establecieron un perímetro de intervención, que construyeron su problema y que finalmente no encontraron su materialización en una política concreta por cuestiones propias de la dinámica parlamentaria. Esa historia inicia con el momento de incertidumbre total que significó, para las Fuerzas Armadas, el regreso, adaptación y rehabilitación de los guerreros argentinos, especialmente los conscriptos civiles que componían más del 50% de los casi 23.000 hombres y mujeres movilizados al sur y a las islas y que no contaban con ningún amparo que legisle sobre su participación en una guerra. En términos foucaulteanos, el trabajo del pensamiento y la problematización inicia allí donde lo evidente deja de serlo y donde lo incierto incita a presentar diversas respuestas a preguntas que tienen un alto grado de novedad.

(…)

 Qué esperar de este libro 

La pregunta que titula este libro - ¿qué hacer con los héroes? - encierra una naturalización y un sentido común. En boca de muchos, cualquier persona convocada a una guerra, muerta o sobreviviente, se convierte automáticamente en héroe, tanto en el transcurso de las batallas como una vez que el fuego se detiene. Pero aquella pregunta tomó y toma diversas formas aún hoy. Bien podríamos decir qué hacer con los chicos, qué hacer con los ex soldados, qué hacer con las víctimas, qué hacer con los veteranos o excombatientes, qué hacer con la oficialidad y suboficialidad, qué hacer con la oficialidad y suboficialidad dada de baja, qué hacer con los movilizados, y así. La heroicidad es el grado cero quizá, pero sobre todo es la referencia con que rápidamente quienes gobernaban y sus auxiliares decidieron rotular a los que volvían. Sin embargo, creo que la cuestión subyacente a todas se traduce en otra pregunta cercana a saber cómo hacer volver a la sociedad a esos seres humanos especiales, raros, nuevos, que regresaban de una guerra perdida, aclamada al principio y rechazada por muchos durante la posguerra. 

Considero que el libro es un aporte por el grado de novedad en el tema, ya que no existen en Argentina –y con contados casos en América Latina- trabajos que se ocupen con exclusividad de las acciones estatales hacia los veteranos. También es un aporte por el volumen documental consultado, que permitirá a los y las investigadore/as interesado/as en la temática de Malvinas o incluso a otros estudiosos contar con un antecedente de apoyo para profundizar en casos regionales, provinciales o locales; pero también considero que puede ayudar a los hacedores de políticas públicas o a las organizaciones de veteranos y excombatientes a ver en perspectiva los caminos que se han tomado o simplemente contar con un digesto organizado y analizado a fines orientativos. Finalmente, considero que el texto puede ser de interés para cualquier lector o lectora que quiera saber qué se hizo (o se quiso hacer) desde el Estado nacional argentino con los veteranos y las veteranas de guerra, y reflexionar sobre las discusiones y obturaciones de un tema del cual todos tienen opinión, pero cuyas líneas argumentales no han podido superar las propuestas por el propio Proceso de Reorganización Nacional lo cual debería interpelarnos a pensar el problema de otra forma.

En definitiva, este no es un libro sobre veteranos, sino sobre lo que se propuso hacer con ellos en nombre del Estado. No se trata de un debate sobre la memoria ni sobre imaginarios, aunque la apelación a un pasado compartido y muchas veces romantizado sea una constante. Tampoco es un abordaje sobre significaciones, sentidos o análisis de discursos, pues creemos que las nociones de pensamiento político y texto práctico encierran una materialidad que excede cualquier significación, y esos textos que utilizamos buscan incidir y orientar la vida diaria de los seres humanos a los que van dirigidos. El lector o lectora de este texto encontrará la obsesión de quien escribe por mostrar la cadencia de propuestas de quienes gobiernan, con el fin de intentar traer a lo social a aquello que todavía, y a más de tres décadas de finalizada la guerra, se presenta como foráneo, desafiliado y en riesgo.  

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