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La mujer de Leópolis que capta fondos para salvar el patrimonio de su país

Olga Honchar, directora del Territory of Terror Museum y del Museum Crisis Center

Peio H. Riaño

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Mientras las instituciones internacionales se unen para enviar toneladas de materiales que salven las colecciones de los principales museos ucranianos, una mujer en Leópolis organiza una red de protección de los profesionales de esos museos que se han quedado en el territorio bombardeado para salvaguardar los bienes culturales. Olga Honchar es la directora del Territory of Terror Museum, que rescata la memoria de la población ucraniana en la II Guerra Mundial. Y el 3 de marzo, a los pocos días de que Vladimir Putin diera la orden de invadir Ucrania, creó el Museum Crisis Center que en casi cuatro semanas de existencia ha recibido donaciones que superan los 30.000 euros. De esa cantidad indica a este periódico que ya han transferido, con la ayuda de la ONG Insha Osvita, 16.000 euros a las cuentas de los trabajadores de los museos de nueve regiones asediadas por el ejército ruso.

“En su mayoría, ese dinero no está destinado a cubrir costes institucionales sino para las necesidades humanas básicas de las personas de los equipos del museo, que han decidido permanecer en sus ciudades para seguir con sus funciones. Debido a la ocupación, la falta de comunicación y la acción militar, algunas regiones no pueden recibir un salario, por lo que nuestro proyecto 'Museo Ambulancia' permite, con una burocracia mínima, enviar dinero. Más de 250 personas recibieron ayuda económica de nuestro centro”, aclara Olga Honchar a este periódico.

En este momento, cuenta la responsable, es crucial apoyar a los equipos de los museos porque en el futuro serán esas personas quienes se encarguen de la reconstrucción. Coordinan un apoyo rápido e inmediato a los trabajadores de museos de las zonas destruidas por la invasión rusa. También llevan alimentos, agua y medicamentos. El objetivo de sus acciones es que estas personas sobrevivan a la guerra para que sean ellas las que reconstruyan los museos destruidos. Vigilan sus necesidades, logran fondos y hacen transferencias humanitarias personales. Son una alternativa al sistema burocrático ucraniano, colapsado por la guerra. Todo ha saltado por los aires y este grupo de ciudadanas envía dinero a las personas que lo necesitan.

Confianza mutua

La transparencia es imprescindible para mostrar a los donantes que su ayuda llega. Pero también para que los amenazados confíen en su labor. Se han encontrado con el miedo a reconocer lo que tienen en las colecciones de los museos porque no confían en el propósito que hay detrás de recopilar esa información. Por eso, trabajan en apoyo con otra red de ayuda voluntaria en el interior de Ucrania, la organización Ivano-Frankivsk, con una red de contactos directos y cercanos en museos pequeños.

Se han reunido con el Ministerio de Cultura de Ucrania que les ha aclarado que se están dedicando a salvar los objetos de las grandes colecciones nacionales de bibliotecas, archivos y museos. Son los bienes “de valor cultural” (aquellos que tienen más de 50 años), según la ley ucraniana. No pueden ofrecer ayuda a los pequeños museos estatales que están bajo su control.

Honchar y los suyos se dedican al patrimonio local. Una parte de las unidades de su proyecto localiza el patrimonio en peligro para evacuarlo. Son obras en estudios de artistas, colecciones privadas y centros de arte locales. Aunque reconocen que hay zonas en las que ya no pueden actuar, como Mariúpol, donde tuvieron que rechazar una solicitud de ayuda. Tienen voluntarios conductores de autobuses que les ayudan a evacuar obras, pero las rutas por las carreteras se complican a diario. Es un mundo nuevo para todos.

Una comunidad de ayuda

“En estos momentos somos 15 personas trabajando en el Museum Crisis Center. Tienen diferentes orígenes: contables, gestores culturales, museólogos, artistas y comisarios que se encuentran en diferentes ciudades y países”, comenta Olga Honchar desde su despacho. Hay personas en Leópolis, Frankivsk, Uzhgorod, así como en Alemania y Polonia. También cuentan con la ayuda de los artistas ucranianos en otros países, que realizan eventos benéficos. El próximo 2 de abril, en Ámsterdam, los artistas Sofia Bulgakova y Nikolai Karabinovych organizarán uno en apoyo al Museum Crisis Center.

La experiencia de Olga Honchar en el museo que dirige en Leópolis le ha ayudado a afrontar estos momentos. “Hemos realizado una serie de medidas para garantizar la seguridad del Territory of Terror Museum. El principal valor de nuestra colección son más de 400 entrevistas orales a personas con experiencias de represión, así como documentos y archivos personales”, cuenta la especialista. El segundo día de invasión comenzaron a poner bajo protección todos los materiales, a empaquetar y ocultar sus bienes de acuerdo con el protocolo de salvaguarda. “Ahora estamos cooperando con fondos internacionales para reforzar la seguridad del museo. Necesitamos comprar materiales para envolver, cajas, extintores o sistemas de seguridad”, añade Honchar.

Desde aquel 3 de marzo en el que la museóloga ucraniana escribió en su Facebook “pensemos cómo ayudar a los que se quedan en Ucrania”, han logrado cuidar a los profesionales de los museos de los que han rescatado y almacenado más de 400 bienes. Son museos regionales de diversas áreas como la historia local, la historia, la literatura, el arte y la memoria. El arte y la identidad que escapa a las grandes listas del patrimonio mundial.

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