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La alianza bancaria para reducir emisiones sigue financiando con millones el petróleo y el gas

Explotación petrolífera. EFE/Etienne Laurent

Diego Larrouy

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La Net Zero Banking Alliance es una organización creada el año pasado vinculada a la ONU e impulsada por la gran banca internacional para acordar la senda de reducción de las emisiones contaminantes y contención del calentamiento global. Allí figuran ya más de un centenar de entidades de todo el mundo, entre las que se encuentran siete españolas como Banco Santander, BBVA o CaixaBank. Ahora, un informe señala la contradicción ya que los principales bancos europeos, miembros de este grupo, siguen financiando a las principales compañías de petróleo y gas y no incluyen estos negocios en sus compromisos para dejar de apoyar industrias contaminantes.

El documento publicado esta semana por la organización británica ShareAction cifra en 38.000 millones de dólares (algo menos de 34.000 millones de euros) la financiación que han dado los 25 principales bancos europeos, miembros de la Alianza, a las 50 mayores empresas de gas y petróleo desde la creación de esta organización encaminada a reducir las emisiones en la actividad bancaria. “Los miembros de la Alianza se han comprometido a fijar objetivos de reducción de emisiones en sus carteras de energía, pero la guía no dice nada de la expansión de los combustibles fósiles”, señala el informe. El documento apunta, en concreto, a Barclays, BNP Paribas. Deutsche Bank, y HSBC, que acumulan la mitad de esta financiación desde la creación de la Alianza.

ShareAction es una ONG británica -vinculada a organizaciones como Greenpeace, Amnistía Internacional o WWF- que se dedica a dar asesoramiento a gestores e inversores sobre compañías en las que invierten, abordando temas como condiciones laborales o transición ecológica. En este informe abordan los compromisos de la banca con la limitación de las emisiones seleccionando los sectores a los que financian. Bajo el título 'Expansión de petróleo y gas una apuesta 'lose-lose' para la banca y sus inversores', esta organización señala que esta alianza “no ha logrado tener impacto en un tema crítico como este”.

El informe reconoce que algunos bancos están tomando medidas para dejar de financiar a las industrias más contaminantes y han asumido compromisos, aunque en su mayoría dejando fuera al petróleo y al gas. Apunta que, desde que en la COP21 de París se acordara una senda de reducción de las emisiones, los 25 principales grupos bancarios europeos, todos ellos en la Alianza, han financiado a las 50 mayores empresas petroleras y gasistas con 406.000 millones de dólares (357.000 millones de euros). Estas operaciones incluyen no solo los créditos, sino la financiación en las emisiones de bonos de estas compañías.

El ranking elaborado por ShareAction sitúa en cabeza a HSBC, Barclays, BNP Paribas y Crédit Agricole. Pero también hay tres entidades españolas. Santander ocupa la séptima posición, con 20.600 millones financiados entre 2016 y 2021; BBVA es la decimoquinta, con 9.500 millones; y CaixaBank, que se encuentra en la posición vigésimo segunda, con 429 millones. Petrobras, Pemex, Repsol o TotalEnergies son las principales compañías del sector a las que financian los bancos españoles. Si bien, el propio informe muestra que estas entidades han reducido en el último año su inversión en estas actividades y se encuentran en la mitad baja del ranking.

ShareAction señala sobre los compromisos sobre financiación a las industrias contaminantes que no debe limitarse a los créditos para la apertura de nuevos proyectos de extracción, lo que tendría un impacto “insignificante”. Tampoco únicamente a los préstamos para estas compañías sin exigirles un plan de descarbonización. El informe apunta especialmente al papel de la banca como “seguro” en las emisiones de deuda. Es decir, exige que la banca deje de ser intermediario en la colocación de los bonos de empresas de estos sectores, que actualmente es la principal operación de financiación que realizan.

Este informe señala que tanto las compañías que siguen buscando nuevos yacimientos y proyectos de petróleo y gas se enfrentan a un problema a largo plazo por buscar un beneficio en el corto. En concreto, apunta que si se apuesta por estos sectores, pero la demanda cumple con los objetivos de transformación ecológica, estas empresas verán que los precios se desplomen y los bancos comprobarán que estos activos perderán valor y no tendrán los retornos que se esperaban.

A ello se suma otro riesgo que afecta a los financiadores, los bancos: el reputacional. Esta situación, explica el informe, crea un entorno volátil en el que “el impacto económico de un proyecto puede verse rápidamente superado por el daño operacional”. En concreto, apunta cómo grupos como Fridays For Future o Extinction Rebellion están poniendo el foco no solo en las empresas que llevan a cabo nuevos proyectos, sino también en aquellas que las financian. “Es por ello que los bancos que apoyan a clientes sin unas líneas rojas específicas de expansión, encaran altos riesgos reputacionales”, señala el informe.

Compromisos centrados en el carbón

El informe, con el que ShareAction pretende servir de referencia a los inversores que participan en el capital de los bancos, lamenta que buena parte de los compromisos que están cerrando los bancos para las próximas décadas de reducción de emisiones, como la citada Alianza, están centrados en el carbón, al tiempo que omiten compromisos concretos para el petróleo y el gas. “Los bancos deben explicitar urgentemente sus objetivos de expansión en estos sectores”, recomienda la organización.

El informe reconoce que se está acelerando las decisiones de la banca por evitar su presencia tanto en los proyectos de minería de carbón como en las centrales energéticas que se sirven de este combustible. En septiembre, solo una tercera parte de los 25 bancos analizados habían asumido compromisos para reducir el carbón y desde entonces se han duplicado. Pero, por tanto, todavía la mitad de ellos no han establecido su senda de reducción de financiación a este sector. El informe achaca el avance a la presión que los inversores están realizando sobre los bancos para rebajar esta exposición. De entre los bancos que han ido realizando estos compromisos se encuentran en España tanto Santander como BBVA, que el año pasado expusieron sus objetivos de descarbonización, centrado en el carbón.

Sin embargo, ShareAction recuerda que la Agencia Internacional de la Energía, adscrita a la OCDE, señala que para cumplir con los objetivos de freno del calentamiento global, los compromisos para reducir emisiones deben tener en cuenta también al petróleo y no solo al carbón. De hecho, lamenta el informe, son menos las entidades financieras europeas que han realizado compromisos en esta línea. Únicamente identifica a la alemana Commerzbank, a los franceses Crédit Mutuel y la Banque Postale; el británico Natwest y el danés Danske Bank entre las entidades con una senda trazada para reducir su presencia en el sector. De hecho destaca a la Banque Postal, banco público galo, por ser el único que ha anunciado su salida del sector en 2030 y que no financiará a ninguna empresa de esta industria si no se compromete con una senda de salida de este negocio.

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