Sumar denunciará al Banco de España por no detallar cuánto gana cada entidad con el sistema de “facilidad de depósito”

Daniel Yebra

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El portavoz de Economía y Hacienda de Sumar, Carlos Martín Urriza, ha anunciado este martes en la Comisión de su ramo del Congreso de los Diputados que su grupo parlamentario denunciará al Banco de España por no detallar cuánto gana cada entidad con el sistema de “facilidad de depósito”.

El banco central transfirió 7.805 millones de dinero público a los bancos de nuestro país por su “exceso de efectivo” en 2023. Esta remuneración del efectivo 'aparcado' es consecuencia de la subida de los tipos de interés oficiales del BCE desde julio de 2022, pero se desconoce el detalle sobre cuánto se lleva Santander, cuánto BBVA o cuánto Caixabank.

El grupo parlamentario de Sumar realizó la petición de esta información por escrito a finales de febrero. El Banco de España contestó entonces que “la información desglosada por entidades está sujeta a la obligación de secreto profesional”.

Este martes, Carlos Martín Urriza ha aprovechado la comparecencia del gobernador de la institución monetaria, Pablo Hernández de Cos, en la Comisión de Economía, Comercio y Transformación Digital del Congreso, para contraatacar de viva voz en el turno de preguntas. Tras recibir la misma respuesta, el diputado ha anunciado que Sumar impondrá “una denuncia contenciosa administrativa” contra el Banco de España.

Sumar considera que la opacidad sobre los 7.805 millones pagados por la institución a las entidades por su dinero 'aparcado' en el sistema de facilidad de depósito “desprotege a la ciudadanía”. Principalmente, la intención del partido que lidera Yolanda Díaz es demostrar que el gravamen temporal que el Gobierno de coalición puso al sector financiero por los beneficios extraordinarios que están consiguiendo en la crisis de inflación y de austeridad monetaria se paga “con esta transferencia pública”.

En torno al 65% de los beneficios bancarios procede de una transferencia pública. Proviene de los intereses por los depósitos que los bancos privados tienen en el Banco de España (en su facilidad de depósito) y que actualmente se remuneran al 4%”, explicó Sumar en un informe que publicó a principios de marzo.

“El Banco de España no ofrece información banco a banco o, al menos, agregada sobre esta transferencia a pesar de su abultado volumen. La transferencia es 6,5 veces superior a los 1.214 millones pagados por el nuevo impuesto sobre las entidades de crédito”, señaló entonces.

“La importante transferencia desde el erario público a los bancos hace que el Banco de España registre pérdidas en 2023. Estas pérdidas son compensadas con provisiones en su cuenta de resultados, pero recortarán el patrimonio neto del banco. Sin embargo, tanto las pérdidas del año pasado, como las provisiones dotadas en los años precedentes con cargo a los beneficios del regulador, han supuesto un substancial recorte de los ingresos públicos por el recorte de los dividendos abonados por el Banco de España al Tesoro”, continuó.

Lo cierto es el artículo 4 de la Ley de Autonomía del Banco de España recoge que en su balance anual “se detallarán las aportaciones efectuadas por [la institución monetaria] a fondos de garantía de depósitos, así como los préstamos u otras operaciones en favor de cualesquiera otras entidades o personas que no se hubieran concertado en condiciones de mercado o que, de cualquier otra forma, entrañen lucro cesante o quebranto para el Banco, estimándose expresamente en tales casos el importe de los eventuales lucros cesantes o quebrantos”.

En el artículo 10 de la misma Ley, se especifica que “el Banco de España informará regularmente a las Cortes Generales y al Gobierno de los objetivos y ejecución de la política monetaria, sin perjuicio de lo dispuesto en el artículo 107 del Tratado [de la UE] y de las reglas sobre secreto profesional del BCE”.

Las reservas obligatorias

En marzo, el Banco Central Europeo (BCE) decidió mantener el requisito de reservas a los bancos en un coeficiente del 1% (aquí está la explicación técnica). Igualmente, la remuneración de estas reservas mínimas que las entidades deben guardar en el Eurosistema —el Banco de España en nuestro caso, y el resto de bancos centrales de cada país del euro: Bundesbank, Banca d'Italia o Banque de France— permanece “sin cambios en el 0%”, apunta la institución en su comunicado. De esta manera, el resto del dinero que los bancos 'aparquen' en los bancos centrales seguirá remunerado según el tipo de interés de la facilidad de depósito (que actualmente está en el 4%), con dinero público.

“Los bancos de la eurozona están obteniendo sustanciales beneficios extraordinarios libres de riesgo que superan los 140.000 millones de euros al año, simplemente depositando fondos en el Eurosistema”, exclamó una carta abierta publicada por Positive Money EU, una organización sin ánimo de lucro que pelea por un sistema monetario y bancario más justo y equitativo.

“Instamos al Consejo de Gobierno [del BCE] a considerar una revisión de las reservas mínimas requeridas”, continúa la misiva de Positive Money. “Es muy preocupante que mientras los bancos reciben un 4% por el dinero que dejan en el Eurosistema, sus clientes reciben una remuneración mínima sobre sus ahorros”, incide esta denuncia pública, que firman expertos como Yuemei Ji, de la University College London; Paul De Grauwe, de la London School of Economics; Sebastian Diessner, de la Leiden University; Andrea Roventini, de la Scuola Superiore Sant’Anna; o Philipp Heimberger, de la Vienna Institute for International Economic Studies.

“El BCE simplemente ha decidido mantener sin cambios las transferencias masivas a los bancos. Los banqueros y sus accionistas están exultantes. Otro año de grandes ganancias por venir a expensas de los contribuyentes”, reaccionó el economista Paul de Grauwe en la red social X (antes Twitter).

“Como resultado, los hogares comunes no están cosechando los beneficios de los altos tipos de interés fijados por el BCE, al tiempo que soportan los costes de los mayores pagos de intereses sobre sus préstamos e hipotecas”, recalcan desde Positive Money EU. 

“En 2012, el BCE redujo su exigencia de reservas mínimas del 2% al 1%, sentando un precedente que subraya la adaptabilidad de las políticas en respuesta al contexto macroeconómico”, detallan los economistas que firman la carta. “En el actual ciclo de ajuste, la institución que preside Christine Lagarde ya ha dado un paso para frenar los ingresos extraordinarios al introducir una remuneración del 0% sobre las reservas mínimas en julio de 2023”, añade. “Pero solo es una pequeña mella en las transferencias extraordinarias que los bancos perciben hoy”.

“Estas circunstancias requieren un aumento rápido y deliberado de las reservas mínimas no remuneradas de los bancos que esté en línea con los objetivos actuales de la política monetaria y que contribuya a un sistema financiero más estable y equitativo en la eurozona”, concluyen.