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Un grupo de jóvenes acampa en la Universidad Complutense de Madrid contra la masacre en Gaza

Acampada en la Complutense de Madrid.

Diego Alonso Peña

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Los pañuelos palestinos han teñido este martes el monumento en homenaje a las Brigadas Internacionales, frente a la parada de metro de Ciudad Universitaria, que ha concentrado a centenares de alumnos y profesores indignados por la masacre en Gaza. “Todas las instituciones del Estado premian a Israel y por ello debemos actuar para intentar frenar la barbarie y el genocidio que se está produciendo sobre población inocente”, ha explicado una de las portavoces, animando al resto de sus compañeros que escuchaban atentamente sentados en el suelo. La concentración ha supuesto el comienzo inmediato de la acampada por parte de muchos de los presentes y que permanecerá hasta que se cumplan sus exigencias.

El Bloque Interuniversitario, compuesto por múltiples asociaciones de las cuatro principales universidades de la capital, anunciaba la “necesidad de organizarse en solidaridad con el pueblo palestino” y la consecuente actuación por lo ocurrido en la madrugada del lunes en Rafah. “Uno de los mayores aliados del sionismo son los estados y gobiernos de todo el mundo, desde la opción más de izquierdas que representa Joe Biden en Estados Unidos, hasta el Gobierno supuestamente más progresista de la historia que tenemos en España”, explicaba otro de los portavoces bajo la bandera Palestina y arropado por los aplausos acogidos en el campus universitario.

Además, los grupos universitarios han trasladado la difícil situación en la que se encuentran siempre que protestan por lo sucedido y los estrechos lazos de las instituciones tanto locales como nacionales con Israel, “desde el Ayuntamiento de Madrid otorgando medallas, hasta el Gobierno vendiéndoles armas”. “El año pasado nos movilizamos en contra de un acto que se produjo en la Complutense con la embajadora israelí y varios estudiantes fueron amenazados con un arma y, tras ello, muchos de ellos recibieron multas por lo sucedido”, comentaba uno de los universitarios que aseguraba que también estaría presente en la acampada.

Los movimientos en solidaridad con el pueblo palestino daban comienzo la semana pasada en Valencia, donde también se produjo una acampada, y se han ido expandiendo a Euskadi, Barcelona y este martes en Madrid con centenares de estudiantes reclamando la ruptura de relaciones instruccionales con el Estado de Israel y los acuerdos con empresas israelíes.

La labor de las universidades tampoco ha pasado desapercibida por el grupo de estudiantes que han señalado que “fundamentan el genocidio” al llegar a acuerdos con empresas israelís y los sucesivos intercambios que realizan. “Esto no sólo es un llamado para el Gobierno, también para las universidades. La política blanda no detendrá la masacre que se está produciendo, hay que actuar con contundencia y cortar relaciones inmediatamente con Israel”, exponían indignadas las organizaciones junto al respaldo de los presentes.

Las exigencias para el fin de la acampada

La acampada, que ha comenzado este martes y en la que ya hay convocada una asamblea a las 18.00 de la tarde para planificar su estancia, se prolongará hasta que se cumplan las siguientes exigencias que han expuesto los portavoces del Bloque Interuniversitario: la “ruptura de relaciones con Israel del Gobierno de España y de las universidades”; el “fin al comercio de armas, la ruptura de convenios de investigación, programas de intercambio de alumnos, y de relaciones económicas y sociales con toda empresa cómplice de del Estado de Israel”, así como “el fin de la persecución y criminalización de la solidaridad con el pueblo pueblo palestino a través de la derogación de la ley Mordaza y de Extranjería”.

“Antes de que venga la Policía vamos a instalar el campamento. Habrá concentraciones todos los días y puestos informativos para comentar todo lo que está sucediendo”, han concluido los interventores. Tras ello, decenas de universitarios han comenzado a instalar tiendas de campaña, esterillas, mesas, sillas y todo lo necesario ante la previsión de una estancia duradera en el campus universitario. “Aguantaremos lo que sea necesario, es una situación de extrema gravedad y debemos de estar a la altura”, apuntaba un estudiante montando el que será su hogar hasta que se cumpla lo solicitado o hasta que la policía ponga punto y final.

Además, se ha convocado una concentración “de urgencia” para este mismo martes “ante la última invasión de Rafah por parte de las fuerzas militares israelíes”.

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