Fragmento de la investigación de Sebastián Lacunza
Detalles de la investigación que involucra a Espert con “Fred” Machado
José Luis Espert quedó atrapado en su propia decisión de haber negado o minimizado el vínculo con quien una decena de fuentes que participaron de la campaña de 2019 identifica como “el principal aportante”. Pruebas, testimonios y un llamativo crecimiento patrimonial tornan absurdos tanto su silencio o sus comentarios someros sobre “operaciones” de sus rivales, como la ausencia de preguntas de sus entrevistadores habituales.
El 27 de octubre de 2019 tuvieron lugar las elecciones presidenciales. Ganó Alberto Fernández, perdió Mauricio Macri y Espert terminó sexto, con 1,45% de los votos. Cuatro días después, el 1 de noviembre, al cabo de una campaña anegada por sospechas e insidia dentro del Frente Despertar que postuló a Espert, el ya excandidato incorporó a su patrimonio y al de su esposa, Mercedes González, una casa de 250 metros cuadrados, con parque y piscina, en Beccar, norte del conurbano bonaerense.
A esa altura, las relaciones con casi todos los integrantes del Frente Despertar y otros espacios de la derecha dura estaban resquebrajadas. Lilia Lemoine, muy activa en el pequeño equipo de Espert de 2019, lo acusaría luego de “robarse la plata de la campaña” y de “tener problemas con narcos”. Fue en septiembre de 2023 ante la mirada atenta pero silenciosa de Manuel Adorni.
En marzo de 2020, mes siguiente de la fecha en que el fideicomiso texano vinculado a Machado anotó una transferencia de US$200.000, Espert adquirió un BMW coupé 240i, cuyo precio era superior a los US$90.000. El diputado consignó la casa y el auto como comprados con fondos propios en su declaración jurada ante la Cámara Baja.
Machado fue acercado a Espert en la primera semana de marzo de 2019, casi en simultáneo con el inicio de la investigación en Texas sobre el fideicomiso de aviones. Quien ofició de puente fue Nazareno Etchepare, un experto en redes antikirchnerista, con pasado en la Coalición Cívica.
Un pacto sellado por Espert y Machado en el avión Bombardier Challenger matrícula N28FM, estacionado en el aeropuerto de San Fernando, estableció el préstamo de una nave King Air y una camioneta Jeep Cherokee de libre disponibilidad, además de dinero.
Las versiones sobre el monto varían entre integrantes de la cocina del Frente Despertar. La más sólida apunta a US$2,5 millones, otras duplican esa cifra, y algunas la reducen a centenares de miles.
El registro en un excel del fideicomiso Aircraft Guarantee Corp no detalla una cuenta específica de destino a nombre de Espert. La denuncia de Grabois pone el foco en la sociedad Varianza SA, conformada por el diputado y su esposa en diciembre de 2019. La firma no registra actividad, por lo que el dirigente de Argentina Humana sugiere que pudo haber sido el vehículo para recibir parte del dinero de Machado.
En abril 2021, cuando el benefactor fue detenido en el aeropuerto de Neuquén y el beneficiado quedó en el tapete, Espert acusó a dirigentes de derecha de orquestar “una operación” para perjudicarlo en la negociación de las listas para las elecciones de ese año. Su tormentoso vínculo con Milei viraría pronto a una profunda enemistad, que recién sería sanada cuando el actual mandatario ganó el balotaje presidencial, en noviembre de 2023.
Con el ultraderechista en Casa Rosada, Espert pasó a ser “el Profe” y una de las principales espadas legislativas y mediáticas del oficialismo. Su designación al frente de la boleta de La Libertad Avanza en la provincia de Buenos Aires para las elecciones del 26 de octubre obedeció a una decisión personal del Presidente. Hace cuatro años —cuando Machado fue detenido y el periodista Rodis Recalt, de Noticias, ató cabos con el avión de la campaña de 2019—, los autores de la “operación” habían sido competidores de derecha y ultraderecha. Ahora pasaron a ser “los kirchneristas”.
Machado, un rionegrino emigrado a Estados Unidos a principios de la década de 1990 que en un principio se buscó la vida y luego montó un lucrativo negocio con aviones en Fort Lauderdale, Florida, niega ser narcotraficante y se considera víctima de una pulseada política, que se vuelve cada vez más lesiva para él en la medida en que la figura de Espert gana centralidad. En declaraciones públicas a la filial de la cadena ABC en Dallas, admitió que desvió dinero de inversores que pretendían comprar aviones. Prometió que resarciría el perjuicio si recupera la libertad, lo que abona la idea de que algo está negociando para cambiar la naturaleza de la acusación en Texas.
“No soy un santo, correcto. Cometí errores”, dijo Federico Machado a la filial de Dallas de la cadena estadounidense ABC. El empresario niega ser narcotraficante. Captura de pantalla
Los fondos defraudados a los presuntos compradores de aviones supuestamente terminaron en proyectos mineros en Guatemala. En el país centroamericano también enfrentó acusaciones parlamentarias y periodísticas de financiamiento ilegal a dos presidentes. Durante la experiencia guatemalteca de Machado, iniciada en 2015, agentes de Homeland Security de Estados Unidos lo visitaron varias veces. Las sospechas sobre narcotráfico lo orbitaban hacía años y cobraron vuelo.
En febrero de 2021, Machado fue citado a presentarse en Texas, seguramente para ser detenido. Viajó desde Guatemala a México y burló el destino. Asumió que en el país del que había partido tres décadas antes se respetarían mejor las garantías procesales o simplemente se fugó. Aterrizó en Buenos Aires, intentó rearmar contactos y a las semanas fue detenido en Neuquén.
Hasta ahora, Espert circunscribió el vínculo con Machado a un viaje a Viedma el 18 de abril de 2019, para la presentación del libro La Sociedad Cómplice. No le quedó otra, porque hay registro audiovisual de ese encuentro en el hotel Austral de la capital de Río Negro, con agradecimiento “al amigo Fred Machado por el excelente vuelo que hemos tenido”. Lo cierto es que el uso del avión prestado fue intensivo por parte de Espert y otros responsables de la campaña, con viajes frecuentes a provincias del centro y norte del país, y al interior de la provincia de Buenos Aires.
Otro indicio que Espert no pudo negar fue el préstamo de la camioneta Jeep Cherokee patente OIO592. El vehículo recibió un piedrazo o un balazo mientras el entonces candidato presidencial se trasladaba junto a su compañero de fórmula, el consultor Luis Rosales, a una entrevista nocturna en el canal Crónica TV, el 6 de agosto de 2019. La difusión del caso iluminó a quien figuraba como titular de la Cherokee, Claudio “Lechuga” Ciccarelli, primo de Machado.
Espert y Rosales se mostraron evasivos a la hora de brindar detalles del presunto ataque y de la propiedad de la camioneta. Esa misma noche, Espert le envió la llave de la Cherokee a Diego Mastropietro, un empresario del mundo de la aviación con el que Machado solía viajar.