El papel de los gobernadores

El mapa del nuevo Congreso se reconfigura entre el Pacman de Menem y la ruptura del peronismo

Patricia Bullrich abraza a Verónica Razzinni con entusiasmo y sonríe para la foto: Martín Menem acaba de robarle una nueva diputada al PRO y la dupla karinista está exultante. Hace apenas unas horas, a unas cuadras, el gobernador Raúl Jalil anticipó a sus socios que romperá el bloque peronista en Diputados y se llevará a tres de sus diputados. El riojano tiene la fantasía de arrancar las sesiones extraordinarias como primera minoría de la Cámara de Diputados. Y está a solo un paso de lograrlo.

Los dos embajadores de Karina Milei en el Congreso ya se pusieron de acuerdo en el cronograma y el plan de trabajo de las sesiones extraordinarias, que comenzarán el 10 de diciembre y se extenderán hasta febrero. El objetivo principal es aprobar el Presupuesto 2026 y ofrecérselo a Scott Bessent como muestra de gobernabilidad. El encargado de juntar los votos entre los gobernadores es Diego Santilli, y en el Gobierno esperan que, una vez que comience el período extraordinario, el trabajo legislativo sobre el Presupuesto sea solo un trámite. 

El debate comenzará el 11 de diciembre en la Cámara de Diputados. Menem espera tenerlo aprobado para el 17 o 18 de diciembre y, tras una semana reglamentaria de espera, sancionarlo en el Senado el 30 de diciembre. El grueso de la negociación la sostendrá Santilli, que viene recopilando el pliego de demandas de los gobernadores hace un par de semanas. Los mandatarios, sin embargo, vienen quejándose de que el Gobierno vuelve a dilatar el desembolso de recursos. 

Negociar sin plata en el bolsillo

El caso de Misiones es paradigmático. Pocos días después de haberse acercado a ratificar el apoyo de los diputados que responden a Carlos Rovira, el Gobierno desarticuló el Instituto Nacional de la Yerba Mate, clave en la economía misionera. En Salta, mientras tanto, Gustavo Sáenz todavía está a la espera que las promesas de Santilli se publiciten en el Boletín Oficial. Una vez más, insisten los gobernadores, el Gobierno promete y pide apoyo, pero no cumple

El ministro de Interior tiene por delante la difícil tarea de negociar sin plata en el bolsillo, y apuesta a convencer a los gobernadores que integran el Consejo de Mayo a que ayuden al Gobierno a cambio de otra cosa. Ofrece avales de endeudamiento y promete cumplir con las deudas en materia de coparticipación. Propone revisar las retenciones de algunas zonas clave y ofrece modificar leyes ambientales que limitan la explotación minera.

La reforma de la ley de Glaciares, por ejemplo, será clave. A pedido del gobernador de Mendoza, Alfredo Cornejo, el Gobierno tiene planeado modificar la ley sancionada en 2010 que prohíbe la explotación minera en glaciares y en zonas “periglaciares”. Ya lo había intentado en la versión original de la Ley Bases, pero tuvo que quitarlo del texto original como resultado de las negociaciones con la ex “oposición responsable”.

El proyecto, entonces, habilitaba la actividad económica en ambientes periglaciares –zonas que rodean a los glaciares, por lo general debajo de la tierra– y limitaba la definición de “glaciar”. El Gobierno pretende, ahora, dejar en manos de las provincias el control de aplicación de la ley: un reclamo histórico de los gobernadores, que argumentan que la Constitución les otorga potestad sobre los recursos naturales de sus territorios.

La reforma de la ley de Glaciares comenzará a debatirse en el Senado en diciembre, en paralelo al debate de Presupuesto. La decisión no es causal: el Gobierno apuesta a anotarse el apoyo de todos los gobernadores de las provincias donde hay proyectos de explotación minera en zonas de glaciares. Es el caso de San Juan y Mendoza, pero también de Catamarca, Jujuy y Salta. 

Y, a diferencia de lo que ocurrirá con la reforma laboral –que también comenzará a debatirse en el Senado a partir de diciembre–, el Gobierno cuenta con que este proyecto dinamitará el propio peronismo. En la bancada que preside José Mayans ya son varios los senadores que advierten que, sea cual sea la posición del bloque, ellos votarán para modificar la ley. Será un 2x1: conseguir votos para el Presupuesto y, de paso, quebrar la unidad del peronismo

Dos polos y un archipiélago

Menem está convencido de que tendrá el número para aprobar el Presupuesto. No solo confía en que los gobernadores, cuando llegue el momento, preferirán tener un Presupuesto –cualquier Presupuesto– a no tener uno. Sino que apuesta a que el PRO, con quien el riojano entró en guerra en las últimas semanas, no tendrá otra que acompañar en el recinto.

El problema de Menem con Cristian Ritondo comenzó cuando dio rienda suelta a su fantasía para el nuevo Congreso: convertir a La Libertad Avanza en primera minoría de la Cámara de Diputados. Primero se comió a los ocho diputados bullrichistas, que responden a Damian Arabia. Luego, absorbió a los tres “radicales con peluca”. Y, unos días después, se anotó a una nueva diputada del PRO, la santafesina Razzinni. 

LLA tiene, por estas horas, un total de 92 diputados propios. Pero es solo cuestión de tiempo para que llegue a los 94 y, así, se convierta oficialmente en el bloque más grande de la Cámara de Diputados

Para convertirse en primera minoría, Menem necesita superar a Unión por la Patria, que cuenta con 96 diputados. El gobernador de Catamarca, Raúl Jalil, ya anticipó que romperá con el bloque peronista que preside Germán Martínez, y que se llevará a tres de los diputados a armar un interbloque con Salta y Misiones. No logró llevarse a todos, sin embargo. Claudia Palladino quedará en Unión por la Patria a pedido de Lucía Corpacci

De consolidarse esta foto, UxP tendrá 93 diputados y LLA estará a solo un diputado de distancia. Menem, sin embargo, ya cerró un acuerdo con el santafesino del PRO, Alejandro Bongiovanni, y solo está esperando el momento para anunciarlo. Lo mismo sucederá con Lorena Petrovich, que es la bullrichista que reemplazará a Silvia Lospennato cuando asuma en la Legislatura. Una tortura por goteo para el PRO.

Para convertirse en primera minoría, Menem necesita superar a Unión por la Patria, que cuenta con 96 diputados. El gobernador de Catamarca, Raúl Jalil, ya anticipó que romperá con el bloque peronista que preside Germán Martínez, y que se llevará a tres de los diputados a armar un interbloque con Salta y Misiones. No logró llevarse a todos. Claudia Palladino quedará en Unión por la Patria a pedido de Lucía Corpacci

De consolidarse esta foto, UxP tendrá 93 diputados y LLA estará a solo un diputado de distancia. Menem, sin embargo, le tiene echado el ojo al santafesino Alejandro Bongiovanni y en LLA deslizan que es cuestión de tiempo para que el diputado del PRO se sume a las fuerzas del cielo. Luego, dependerá de lo que haga Silvia Lospennato: si la diputada del PRO asume como legisladora porteña, su banca quedará en manos de la bullrichista Lorena Petrovich (quien se sumará a LLA).

Más allá de la aritmética final, la Cámara de Diputados quedará atrapada entre dos grandes polos gravitacionales. Ninguno tendrá el número suficiente para el quórum, por lo que el resultado de las votaciones dependerá de los que definan los pequeños bloques del medio. Son los bloques provinciales, que están trabajando en armar dos grandes interbloques de gobernadores –Provincias Unidas, por un lado, y los gobernadores del Norte, por el otro–, pero también los desprendimientos más chicos, que aprovechan el caos para convertirse en interlocutores clave. Es el caso del MID, de Oscar Zago, que viene negociando con todos -PRO, misioneros, salteños- para formar un interbloque. 

Somos como Indonesia. Entre los dos polos vas a tener un conjunto de islas, un archipiélago, que va a tener que definir un sistema que permita articular posiciones comunes frente a los disparates de afuera”, grafica un armador opositor que viene dialogando, hace semanas, con todos los bloques. El objetivo, insiste, es no tener las vías de comunicación abiertas cuando el Gobierno interrumpa para intentar romperlas.

MCM/MG