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Sobre este blog

Un trabajo extraordinario: historias e ideas sobre maternidad y paternidad en Argentina es una exploración de lo que nos une y de lo que nos separa a los padres y madres que hoy, en un territorio tan vasto y desigual como el nuestro, contribuimos a la tarea titánica de criar a una persona. Un mapa de temas y problemas, un retrato de un estado de situación, un testimonio de las muchas formas en las que las personas atraviesan y se organizan para atender al desarrollo humano de los niños y las niñas.

Invitamos a los lectores y las lectoras a suscribirse a este newsletter y sumarse a esta exploración de los dilemas, las alegrías y las dificultades que convergen en el trabajo extraordinario que supone cuidar y criar hoy en Argentina.

Por Natalí Schejtman

Vientre funcional o desde cuándo es aceptable tercerizar la maternidad

Natalí Schejtman

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Un trabajo extraordinario: historias e ideas sobre maternidad y paternidad en Argentina es una exploración de lo que nos une y de lo que nos separa a los padres y madres que hoy, en un territorio tan vasto y desigual como el nuestro, contribuimos a la tarea titánica de criar a una persona. Un mapa de temas y problemas, un retrato de un estado de situación, un testimonio de las muchas formas en las que las personas atraviesan y se organizan para atender al desarrollo humano de los niños y las niñas.

Invitamos a los lectores y las lectoras a suscribirse a este newsletter y sumarse a esta exploración de los dilemas, las alegrías y las dificultades que convergen en el trabajo extraordinario que supone cuidar y criar hoy en Argentina.

Por Natalí Schejtman

Hace unos años, una puericultora me contó que había cuidado a la recién nacida de una modelo famosa. La historia tenía todos los clichés: el marido empresario le remarcaba que todavía tenía panza –al mes de haber parido–, la beba estaba todo el día con niñeras y la mamá acudía al playroom un par de veces por día para verla y volvía rápido a su rutina de gimnasia y tenis. Algunas personas se escandalizaban con este relato, por ejemplo, amigas mías que por ese entonces estaban teniendo hijos y me hablaban de colecho y mamíferos. Todas esas amigas, al año de vida de sus hijos, tenían organizado un holding de jardines maternales, niñeras y abuelos para poder volver a sus actividades. La modelo, simplemente, había empezado demasiado temprano.  

Me acordé de esa anécdota cuando vi Vientre funcional, una serie israelí de 2023 que se estrenó hace unos meses en Netflix. Podría decir que es sobre maternidad subrogada: a una pareja, después de años de abortos espontáneos y dificultades variopintas para concebir, el médico le ofrece subrogar el embarazo, a sabiendas de que el problema radica principalmente en el útero de ella, una editora de 37 años, casada con un abogado progresista. Ambos tienen un pasar económico medio alto: viven en un lindo tres ambientes, comen carne, tienen medicina privada, aunque para subrogar no les alcanza con sus salarios y tienen que buscar plata en su herencia (los padres de él) o su capital social (contactos laborales) hasta que la consiguen de un ex jefe que pide cosas a cambio. 

Allí están ellos y allí está ella, la gestante: una chica de 29 años y de un sector medio bajo, que vive en la casa de su papá con su hijo de 11 años; está apremiada económicamente, pero la sensación es más la de que no da pie con bola, ningún trabajo le gusta, no estudió nada, cambia de trabajo con frecuencia y el padre de su hijo, después de una década de abandono, está jugando a ser un padre ejemplar y busca la tenencia compartida, cosa que la angustia.