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Sobre este blog

Una liana es una cuerda repentina que aparece ante nuestros ojos en medio de la adversidad y que, como Tarzán entre los árboles, agarramos para movernos de un lugar a otro, para sortear obstáculos, para sentir la seguridad de algo firme que raspa las manos y a la vez sirve de apoyo. En este espacio mi intención es rescatar algunas lianas del universo cultural y del mundo del entretenimiento –dos avenidas anchísimas–, algunas cosas para aferrarnos fuerte en medio de nuestras selvas personales.

Que florezcan, entonces, mil.

Autora: Agustina Larrea

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Los últimos días de Verne, las horas grises

Agustina Larrea

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Sobre este blog

Una liana es una cuerda repentina que aparece ante nuestros ojos en medio de la adversidad y que, como Tarzán entre los árboles, agarramos para movernos de un lugar a otro, para sortear obstáculos, para sentir la seguridad de algo firme que raspa las manos y a la vez sirve de apoyo. En este espacio mi intención es rescatar algunas lianas del universo cultural y del mundo del entretenimiento –dos avenidas anchísimas–, algunas cosas para aferrarnos fuerte en medio de nuestras selvas personales.

Que florezcan, entonces, mil.

Autora: Agustina Larrea

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Entre la vida (esa que pensamos en minúscula, la de las horas calcadas, la del “buen día” automático, la de prender o no prender el lavarropas, la de las obligaciones, la de los mensajitos que se acumulan, la del tic tac permanente, la de la urgencia) y la Vida (esa que imaginamos en mayúscula, la que en cada paso parece tomar la forma de hito o de bisagra, la que solemnizamos porque si no podemos solemnizar no es nuestra revolución). Entre lo que nos sale y lo que querríamos. Entre la rutina y la historia. Entre la posibilidad y el deseo. 

Nos queda bastante a mano esa sensación de cinchada, de tironeo, de vaivén y, al mismo tiempo, nos enfrenta a un catálogo lleno de grises.

En ese tono magnético –que es el de la ceniza, el de las nubes, el del acero, el del Río de la Plata cuando llueve, como ahora; el que me fascina– y en sus distintas versiones trato de pensar por estas horas. Sin querer, noto que me sirvió como guía del péndulo averiado que es esta nueva edición de Mil lianas.