Cumbre La Cámpora-Evita: el oficialismo negocia un acuerdo entre sus bases y discute una marcha para el 17 de octubre

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La conmoción que causó el intento de magnicidio contra Cristina Kirchner aún se siente en el Frente de Todos. El impacto es tal que obligó a sus distintas tribus territoriales a sentarse en una misma mesa. Con diferencias expuestas a cielo abierto desde antes del atentado a la vicepresidenta, en las bases del oficialismo buscan negociar un pacto de unidad total que aún está lejos de concretarse. 

Las organizaciones políticas, sociales y sindicales con mayor peso dentro del oficialismo aceleraron sus canales de comunicación en los últimos días, huérfanas de un único liderazgo rector: Alberto Fernández mantiene una agenda light y viajó en la semana a Estados Unidos, Sergio Massa intenta calmar la economía, y la vice está preocupada por su seguridad personal y su frente judicial. La masiva movilización a Plaza de Mayo del día después del ataque los encontró en las calles, pero creen que solo sirvió para canalizar el shock del atentado y hacer catarsis por lo sucedido la noche anterior. No les mostró un norte claro, y ni siquiera sirvió para poner un límite fijo a lo que consideran los “discursos del odio”, menos tras el frustrado llamado al diálogo a la oposición.

En ese marco, el jueves por la tarde hubo una cumbre entre La Cámpora, el Movimiento Evita y parte de la CGT. Andrés “Cuervo” Larroque, Emilio Pérsico y Pablo Moyano se encontraron cara a cara en un cónclave sin foto en la sede de la Federación Gráfica Bonaerense, en la avenida Paseo Colón 731. Al búnker del gremialista Héctor Amichetti –de la Corriente Federal de Trabajadores–, también asistieron diputados del Frente Patria Grande de Juan Grabois, y referentes de Somos-Barrios de Pie de Daniel Menéndez. elDiarioAR lo confirmó con al menos cinco fuentes al tanto del encuentro reservado.

La conclusión allí no fue definitiva. Y más que acordar, hubo discusión. Se debatió la posibilidad de que se redacte un documento público en apoyo a la vice por su situación judicial y en repudio al atentado –del que ya pasaron más de veinte días–, pero sobre todo se tanteó la intención de confluir en una masiva marcha para el 17 de octubre, Día de la Lealtad peronista. Por ahora, lo único que quedó es la mesa planteada.

“Es un espacio de coordinación entre todas las organizaciones del Frente”, comentó uno de los invitados a la reunión. Más distante, otro dirigente consideró que “representa parcialmente” al oficialismo, pero aseguró que volverán a reunirse.

La Cámpora y el Evita, CFK y el Gobierno

Representantes de lo que parecen ser polos opuestos en el dispositivo del Gobierno, la participación de La Cámpora y el Evita fue clave para darle volumen a la mesa, aunque no es la primera vez que Larroque y Pérsico comparten una reunión en el último tiempo, confió una fuente. 

El encuentro podría significar cierto pacto de convivencia entre ambas organizaciones, teniendo en cuenta que tanto Larroque como Cristina no obviaron despacharse en público –meses atrás– contra los planes sociales. En la organización que conduce Pérsico –a cargo del programa Potenciar Trabajo– siempre eligieron evitar confrontar mediáticamente y dicen “respetar el trabajo social de todos los compañeros”. A su vez, es clara la sintonía entre el cristinismo y Moyano, mientras el camionero tiene diferencias con los otros dos triunviros de la CGT –Héctor Daer y Carlos Acuña–, muy cercanos al Evita y la UTEP (la Unión de Trabajadores de la Economía Popular).

Hay diferencias sobre quién llamó primero. Una voz aseguró que la convocatoria del jueves nació del Evita “para bancar a Cristina”, y entonces La Cámpora recogió el guante. En el círculo de confianza de Pérsico lo niegan tajantemente. 

Lo cierto es que en el universo cristinista flota, desde el mismo día del ataque a CFK, la idea de “hacer algo grande” en favor de su jefa. Uno de los promotores es Larroque, que lo llevó a la discusión del jueves. Hay una lectura en el camporismo de que la movilización del 2 de septiembre, si bien fue masiva, no fue contundente para mostrar una foto de unidad con trascendencia política. 

“La Plaza quedó desdibujaba, el macrismo hizo como si nada”, consideró un dirigente. Una de las razones, dijo, fue que se armó muy rápido y con poca organización. Otra es que CFK no subió al escenario, ni siquiera estuvo cerca o hubo otro referente que se haga eco de la multitud: los gobernadores, funcionarios y dirigentes que estuvieron apenas prestaron sus oídos para escuchar el documento leído por Alejandra Darín. Un dato que llamó la atención internamente es que el Evita –que no llegó hasta la Plaza de Mayo– movilizó más gente que La Cámpora, que sí terminó ubicando su columna al costado izquierdo del escenario. 

“Hay una necesidad de hacer expresiones públicas y masivas, pero la preocupación que tenemos es que sea realmente masiva, porque si es dispersa puede quedar en la nada”, dijo a elDiarioAR uno de los presentes el jueves. “Tenemos que empezar a marcarles límites a la oposición, sino parece que vale todo. El temor es que sigan escalando los discursos convalidando la violencia”, planteó preocupado. En eso se justifica la reacción del bloque del FdT de pedir en Diputados la inhabilitación de José Luis Espert luego de que pidiera “bala” contra los trabajadores del gremio de los neumáticos, encabezados por la izquierda.

Pero la idea de Larroque para el 17-O aún no prendió del todo en sus interlocutores. Ya esta semana vio frustrarse su convocatoria a una movilización para el viernes al Congreso, mientras CFK daba su alegato en la causa Vialidad desde su despacho del Senado. La contra principal fue del Evita, que también cuestionó por lo bajo la media sanción de la ampliación de la Corte Suprema en el Senado. Tampoco Moyano tuvo eco en la central obrera. Por eso insisten en movilizarse para el 17 de octubre. Además de los movimientos y organizaciones sociales, y el sindicalismo, quieren invitar a los gobernadores peronistas. Se habla de una convocatoria de 500 mil personas. 

“Está todo muy verde”, aseguró otro de los dirigentes al tanto de la cumbre del jueves. La diferencias parecen ser estratégicas: mientras el tándem Larroque-Moyano plantea un apoyo cerrado a Cristina Kirchner y tienen en su agenda cuestionar el juicio de Vialidad, en la vereda de la UTEP-CGT buscan sostener al Gobierno “en su conjunto” y están preocupados “por la crisis política y socioeconómica de los 47 millones de argentinos”.

En ese sentido, otro punto que quedó abierto en la reunión protagonizada por La Cámpora y el Evita fue la posibilidad de difundir públicamente un documento firmado por todas las organizaciones de base del FdT. “Se quiere dar una muestra clara de unidad a nivel de las organizaciones militantes”, planteó uno de los consultados. Todavía no circula ni un borrador.

El horizonte 2023

Cada vez más cerca, otro doblez en las discusiones de las bases oficialistas es el 2023. ¿Qué haría la cumbre del FdT en la posibilidad de que se arme un escenario para el 17 de octubre? ¿El acto debería marcar un rumbo hacia las elecciones?

El “Cuervo” acompañó permanentemente a la vice en su retiro en Mercedes post-atentado, pero no está claro que ella esté detrás de la movilización. Podría estarse buscando un “operativo clamor”. 

Otras fotos muestran al camporismo buscando acercar posiciones internas en torno a Cristina. Eduardo “Wado” de Pedro, el ministro del Interior, se reunió con ella en el Senado el jueves al mediodía, horas antes de la cumbre de organizaciones en el sindicato gráfico y previo a su viaje a Estados Unidos con gobernadores del Norte Grande. 

Hoy solamente los compañeros más pilas dicen que podemos ganar en el 23

Máximo Kirchner, también esta semana, encabezó una reunión con su mesa chica del PJ bonaerense en Lomas de Zamora. Martín Insaurralde fue el anfitrión. Al partido le quedó pendiente el congreso en el Parque Néstor Kirchner en Merlo, que iba a ser el sábado siguiente al atentado y lo iba a cerrar la propia madre del diputado. Él ya avisó que quieren que lo gobiernen “los mejores”, y puso allí a la vice.

Hay, en todo, incertidumbre sobre el año que viene. La noche del sábado anterior al ataque que sufrió –esa jornada de las vallas en Recoleta–, el cántico unificador fue “Cristina Presidenta”, y ella solo atinó a ponerse una gorra con la inscripción CFK 2023. “No sabemos qué quiere hacer. Yo no veo que quiera ser candidata de nuevo”, opinó un kirchnerista puro. La vice lo dejó entrever en su reunión con los curas villeros.

Tampoco se sabe qué posición tomaría Fernández, con sus acciones frentetodistas cada vez más desdibujadas. “No estoy pensando en las PASO ni en reelecciones”, le dijo a elDiarioAR y otros medios que cubrieron su gira por Nueva York y Houston. En el universo Massa están enfrascados en bajar la inflación. “Hasta ahora no estamos armando nada para el 17 de octubre”, aseguró un confidente del tigrense, que tiene un acuerdo con el Evita. Grabois, por su cuenta, apuesta a la candidatura de Wado de Pedro. 

Lejos de generar una épica, el ataque a la vice parece haber dejado desconcertado al FdT, que ya venía en clara ebullición desde antes de la renuncia de Martín Guzmán. “A mitad de año creíamos que no llegábamos siquiera a diciembre. Hoy solamente los compañeros más pilas dicen que podemos ganar en el 23”, admitió una voz en el cristinismo. En el Evita, al menos en esa preocupación, están de acuerdo: “Así como estamos ahora, el año que viene perdemos seguro, incluso en varios distritos del conurbano”.

MC