Visita del secretario de Estado norteamericano

Blinken dijo que “la dolarización depende de Argentina” y se mostró con Milei en el balcón de la Rosada

Una foto en el balcón de la Casa Rosada junto con Javier Milei y un paseo fugaz por el Cabildo y la Plaza de Mayo. Con esos guiños por fuera del protocolo, el secretario de Estado de Joe Biden, Antony Blinken, concretó este viernes su visita al país y selló el fuerte alineamiento de la gestión libertaria con Estados Unidos. El Presidente consiguió del enviado norteamericano un fuerte apoyo a su plan de ajuste fiscal y hasta una declaración pública sobre su bandera de campaña: “La dolarización depende de Argentina”, dijo Blinken en declaraciones a la prensa.

Milei y Blinken estuvieron reunidos más de una hora en el salón Eva Perón de la Casa Rosada. Un encuentro considerado “muy productivo” por ambas comitivas. Los gestos del funcionario hacia el Presidente incluyeron un apoyo al acuerdo del país con el FMI y la intención explícita de EE.UU. de ser parte de la explotación del litio en el norte de la Argentina. Blinken además sorteó con mucha diplomacia el viaje que esta anoche hará Milei a Washington para participar de una conferencia derechista que lidera Donald Trump: “Yo no puedo hablar de sus futuras reuniones”, se despegó.

Antes de las declaraciones de Blinken -en el marco de una conferencia conjunta con la canciller Diana Mondino-, el propio Milei hizo un gesto público hacia la Casa Blanca: “La Argentina ha decidido volver al lado de Occidente, al lado del progreso, al lado de la democracia y, sobre todas las cosas, al lado de la libertad”, afirmó el mandatario al ser consultado brevemente tras la cumbre. Luego de la reunión Milei se retiró de la Rosada.

Fue entonces cuando Blinken y Mondino comparecieron ante la prensa nacional y extranjera. “El trabajo que se está haciendo la Argentina para estabilizar la economía es esencial y queremos hacer lo que podamos para ayudar con ese éxito”, avisó Blinken. Allí no esquivó una pregunta puntual sobre la idea de dolarización de Milei, aunque tampoco dio un respaldo enfático, cuando se especula con que el FMI no acompañaría la adopción de la divisa norteamericana: “Esperamos escuchar algún plan, pero depende de Argentina”, sostuvo. Rápido la canciller aclaró después: “Acá hablamos del concepto fácil de dolarización, pero es hablar de libertad de monedas”. Mondino sorprendió en sus intervenciones al hablar en inglés, cuando lo habitual es que los cancilleres hagan declaraciones públicas en sus propios idiomas.

La visita de Blinken se dio en medio de las negociaciones del Gobierno con el Fondo Monetario Internacional (FMI) para renovar el acuerdo del país con el organismo. Ayer el Presidente recibió a Gita Gopinath, la número dos del FMI. “El Fondo puede ser un instrumento vital para promover la economía argentina”, consideró el funcionario demócrata al respecto. EE.UU. es el accionista mayoritario del organismo multilateral y por lo tanto su rol en las decisiones del FMI es clave. De hecho fue gracias a la relación personal entre Donald Trump y Mauricio Macri que el Fondo autorizó el desembolso récord para la Argentina.

La visita del representante de la diplomacia de EE.UU. -cumple el papel de canciller norteamericano- simboliza el enorme interés de la Casa Blanca con la flamante gestión en la Casa Rosada, que ya lleva casi 80 días en el poder. Más allá de la cuestión política-financiera, a la potencia norteamericana le interesa poder aprovechar las enormes reservas en minerales críticos que tiene la Argentina. “Uno de los sectores es la energía limpia, con los minerales críticos, específicamente el litio. Queremos que las empresas estadounidenses sean prioritarias”, avisó Blinken en su intervención.

Con el secretario de Estado ya es la tercera visita de un funcionario demócrata que aterriza en la Argentina desde que asumió Milei. En diciembre estuvieron dos funcionarios clave del área económica de Biden. Mondino anunció que habrá otras visitas durante marzo -se destaca la del subsecretario de Energía- y en abril volverá al país la jefa del Comando Sur, la generala Laura Richardson. El secretario de Estado había llegado anoche a Buenos Aires luego de una escala en Brasil, donde participó de una reunión de cancilleres del G20 y un cara a cara con Lula da Silva, presidente del vecino país.

“No tenemos relaciones exclusivas. Para nosotros en nuestro hemisferio es importante tener las relaciones diplomáticas con todos”, dijo Blinken para contrarrestar la lectura de que EE.UU. ahora quiere que sea Buenos Aires, y no Brasilia, el puente hacia la región. Mondino aseguró que “el principal socio de Argentina es Brasil”, aunque hasta ahora no hubo una bilateral entre Milei y Lula, entre los que hay mucha distancia ideológica.

Antes de su reunión con Milei y de la conferencia de prensa, esta mañana Blinken hizo una sugestiva recorrida por la Plaza de Mayo con un fuerte operativo de seguridad: el secretario de Estado caminó a la altura de la Pirámide de Mayo, donde están los pañuelos de las Abuelas y Madres, y también por el interior del Cabildo. 

La llamativa cercanía que mostró Blinken con Milei choca con una señal contradictoria que dará el Presidente en las próximas horas: esta misma noche vuela a Washington donde tiene altísimas posibilidades de encontrarse con Donald Trump, virtual candidato republicano para las elecciones hacia la Casa Blanca de este año. En lo que podría considerarse un desafío a la administración demócrata, será orador mañana en la Conferencia de Acción Política Conservadora (CPAC), un encuentro que aglutina a la derecha global y que organiza el propio exmandatario. En ese marco se encontraron ayer la ministra Patricia Bullrich y el presidente de El Salvador, Nayib Bukele. La foto Milei-Trump sería de resonancia internacional.

El funcionario de Biden buscó evitar a toda costa involucrarse en la polémica. Mondino, le puso más reparos sobre el viaje del Presidente: “No sé si habrá o no reunión. Sí puedo decir que al viajar en línea comerciales, puede haber demoras y eso modificar la agenda”.

MC