Denuncian que casi el 100% de la población en España respira niveles nocivos de ozono por el calor extremo del cambio climático

Raúl Rejón

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Cuanto más calor y más radiación solar, más ozono troposférico (O3) se genera en el aire. Así que la primavera y el verano especialmente cálidos de 2023 en el hemisferio Norte llevaron a que casi el 100% de la población española se vea afectada por niveles de este tóxico más allá de los máximos indicados por la Organización Mundial de la Salud.

España ya soporta el impacto de la crisis climática en forma de calor severo. La primavera de 2023 fue “extremadamente cálida” y el verano “muy cálido”, según el análisis de la Agencia Estatal de Meteorología. Hubo cuatro olas de calor. De hecho, la mitad de todo el mes de agosto estuvo en “ola de calor”. Esto es un campo abonado para el O3: “Durante 2023 los niveles han repuntado por los numerosos episodios cálidos entre abril y septiembre y cuatro intensas olas de calor en julio y agosto”, analiza la organización Ecologistas en Acción, que ha recopilado los datos de las 500 estaciones oficiales de medición distribuidas por todo el territorio.

El cambio climático se confirma como un factor determinante en el agravamiento de los episodios de mala calidad del aire por ozono, por el aumento de la radiación solar y el alargamiento progresivo de la duración del verano”, concluye este trabajo.

Umbrales distintos

Su revisión indica que si bien la superación del umbral legal actual para el ozono troposférico de 120 microgramos por metro cúbico (que será endurecido por la normativa europea en 2030) se ha constatado en áreas donde vive un 5% de los ciudadanos, “si se toma el valor diario recomendado por la OMS [100 microgramos por m3] el aire contaminado por ozono ha afectado en 2023 a 45,8 millones de personas en el Estado español, el 96% de su población”.

Por territorios, las zonas más perjudicadas se concentran en la Comunidad de Madrid y el interior de Catalunya –en ambos casos la media de las estaciones de medición han superado el objetivo legal–. Además, 17 zonas de Andalucía, Illes Balears, Castilla-La Mancha, Catalunya, Comunitat Valenciana, Extremadura y Comunidad de Madrid, con 11,5 millones de habitantes, “han seguido incumpliendo el objetivo legal en el trienio 2021-2023, al excederlo en al menos una de las estaciones de medición ubicadas en su interior”.

Con el máximo trazado por la OMS para proteger la salud de las personas, casi todo el territorio está afectado, incluidos ambos archipiélagos, según muestra el informe de los ecologistas.

La Agencia Europea de Medio Ambiente calcula que unas 24.000 muertes prematuras al año son atribuibles al ozono troposférico en la Unión Europea. En España se estiman en 2.400 (además del agravamiento de otros problemas de salud), según el Ministerio de Transición Ecológica. Son más que las víctimas anuales por accidentes de tráfico.

El ozono troposférico es un contaminante peculiar en el sentido de que no sale directamente de una chimenea, un tubo de escape o una torreta de perforación. Se genera al incidir la radiación del Sol sobre una serie de gases que se han liberado previamente y están en la atmósfera.

Es decir, el dióxido de nitrógeno que emiten los vehículos al quemar combustibles fósiles (sobre todo diésel), los gases que lanza, por ejemplo, la ganadería intensiva (como el metano) o algunas industrias se convierten en este tóxico según reciben el impacto solar. Por eso sus concentraciones se disparan especialmente en verano.

Retroalimentación

Así que a las emisiones de efecto invernadero, que provocan el desequilibrio del clima, se les añade el calor y la radiación exacerbados por ese mismo desequilibrio para concentrar el O3 que respiran las personas. Y con el sus daños a la salud.

Por eso, Ecologistas en Acción no duda en afirmar que “el ozono es el contaminante atmosférico que año tras año afecta a más población y territorio en el Estado español y el más estrechamente ligado al cambio climático, por su relación con la radiación solar”.

Un análisis que va en la misma línea que el informe Bases Científicas para un Plan de Ozono encargado por Transición Ecológica al Instituto de Diagnóstico Ambiental y Estudios del Agua del CSIC que avisa: “Las regiones del sur y especialmente la cuenca mediterránea, son las zonas más expuestas a la contaminación por O3 en Europa, donde las condiciones meteorológicas predominantes en temporadas cálidas del año, las características de su orografía y su vegetación, junto a una mayor incidencia solar, son favorables para su producción y acumulación”.

Con todo, el Plan Nacional para el que debe servir de base este informe ministerial sigue sin llegar. “No hay objetivos, medidas y un calendario”, se quejan los Ecologistas.