escándalo en el juicio de maradona

Los videos que confirman que la jueza Makintach está vinculada con una productora audiovisual

23 de mayo de 2025 15:51 h

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Domingo 9 de marzo, 16.13. Faltan dos días para que arranque el juicio por la muerte de Diego Maradona. La jueza Julieta Makintach entra a los Tribunales de San Isidro por una puerta vidriada, lateral, la que usan los magistrados para ingresar al juzgado. Va vestida de blanco, tacos altos al tono. Hay dos ascensores. Makintach se mete en uno. No está sola, la acompaña su amiga de la infancia, María Lía Vidal Alemán. Al ascensor de al lado suben José Arnal, de la productora de contenidos audiovisuales La Doble SA y el camarógrafo Jorge Huarte.

Lo que era un secreto a voces derivó en denuncia penal que ahora presenta una prueba contundente: la jueza Makintach en el juzgado de San Isidro con un equipo que la filma. A casi cinco años de la muerte de Maradona, dos años de recolección de prueba y dos meses de audiencias para saber qué pasó entre el 11 de noviembre de 2020 y el 25 de noviembre en la casa del Tigre podrían quedar nulos con estas imágenes. ¿Qué tan “imparcial” puede ser una magistrada que participa en, al menos, la preproducción de un supuesto documental sobre un juicio en el que ella toma decisiones?

Sobre el Tribunal cae una denuncia penal y sobre Makintach, una recusación que fue apelada. El martes, en la próxima audiencia, deberán estar presentes los imputados. Es obligatorio que acudan a la sala de audiencias. Los jueces deberán anunciar cómo sigue el debate: si el juicio se cae y hay que sortear un nuevo tribunal; si parte de las declaraciones pueden “salvarse”; si se invita a un juez y le dan un lapso para ponerse al día con las 19 audiencias. Con estas filmaciones y los nexos que podrían establecerse entre Makintach y, al menos, una productora, todo está en un limbo.

“Era gente de ella”: lo que declaró la agente que custodia la sala

“El primer día del debate la custodia de Makintach me confirmó que era 'gente de ella'”, siguió la sargento en su declaración. Ese 11 de marzo, día de arranque del juicio, la oficial se acercó al camarógrafo Huarte y le dijo que no se podía filmar. Siempre según el testimonio de la agente, en ese momento la custodia de la jueza le exhibe el celular y le muestra el mensaje enviado por Makintach en el que pide que “deje a su gente”.

La agente también contó en fiscalía que la jueza “hizo un sketch de fotos” y que “la filmaron entrando a la sala”. Agregó que “todo el mundo vio esto, fue en el pasillo en el que está el ascensor de los magistrados (...) Era como un simulacro porque todavía no se había iniciado el juicio”.

Además de las declaraciones que dan cuenta de que estas personas –que no habían sido acreditadas como prensa ni identificadas como público– estaban presentes en la sala, la otra evidencia es la grabación oficial de la primera audiencia que fue transmitida por el canal de la Corte Suprema de Justicia Bonaerense.

Cómo se desató el escándalo

Basta que uno de los magistrados del Tribunal sea cuestionado para que la validez de un juicio se ponga en riesgo. Es lo que sucedió el jueves de la semana pasada, en la audiencia 18, en el proceso en el que intentan determinar las circunstancias médicas de la muerte de Diego Maradona. El martes el juicio fue puesto en suspenso por una semana. En ese plazo la Fiscalía 1, donde cayó la denuncia penal para averiguar si hubo irregularidades en el juicio, reunió prueba con el objetivo de confirmar o no el posible vínculo entre Makintach y una productora para hacer un documental sobre el debate. La jueza tomó decisiones en lo que va del debate, como incorporar pruebas o autorizar o denegar medidas, interrogar.

Julio Rivas, abogado de Leopoldo Luque, médico de confianza del exfutbolista y el imputado más complicado, pidió en la última audiencia de la semana pasada que el Tribunal identifique a dos personas que estaban en la sala. Luego de ponerse de pie y señalarlos, dijo a la jueza Makintach que sospechaba que esas personas trabajaban para la productora Pegsa, de la que su hermano Juan es dueño junto al exrugbier Agustín Pichot. Makintach admitió que su hermano es dueño de una productora audiovisual pero que nada tiene que ver con el debate. Su hermano se llama Juan y es director general ejecutivo de Pegsa. La empresa emitió un comunicado en el que aclara que no está trabajando en una serie sobre el juicio.

elDiarioAR supo que la BBC bajó a su partner peruano, desistió de la serie documental y sólo hara un informe. Netflix descartó todas las propuestas que recibieron porque “le parece miserable” invertir en un proyecto que intentará contar las circunstancias de la muerte de Maradona. Max estaría ofreciendo poco dinero y fueron las productoras las que bajaron el proyecto. Quienes cubrimos desde la primera audiencia el juicio vimos e incluso preguntamos por qué a una persona le permitían grabar la audiencia mientras a los periodistas acreditados nos pedían que guardemos los teléfonos. Hubo respuesta, claro, pero corresponde a la Justicia expedirse. Todo indica que fue Makintach la que dio autorización.

VDM/MG