Handball metropolitano: nueva dirigencia y un desafío de “reconstrucción”

El handball metropolitano iniciará el desafío de la reconstrucción de sus clubes y los sistemas de competencias, golpeados por los efectos de la pandemia de coronavirus, tarea que liderará el flamante presidente de la Federación (Fe.Me.Bal), Gustavo Malventano, elegido la última semana en Asamblea General Ordinaria.

El dirigente opositor de “Handball en Esencia” puso fin a 12 años de gestión con la misma línea política, de la que buscará apartarse para recuperar un deporte con entidades económicamente hundidas y un alto nivel de deserción entres los atletas.

“Hay dos realidades del handball metropolitano: una pre pandemia y otra post pandemia. Los clubes están muy golpeados y tienen diferentes problemáticas. Es necesario hacer una reconstrucción”, planteó Malventano en diálogo con Télam.

“Con la pandemia y la no concurrencia de público durante tanto tiempo todo se hizo muy difícil. Las recaudaciones de los buffets y las entradas ayudaban mucho a sanear los gastos organizativos y de competencia. Como Federación tenemos la obligación de asistir esas necesidades y colaborar para que los clubes vuelvan a recuperar a sus jugadores y puedan sanear su economía, sean de la categoría que sean”, asumió.

Una vía hacia la pretendida reconstrucción se apoyará sobre “una competencia más regular y con mayor cantidad de partidos”, que elimine los baches en el calendario, un problema que atenta contra la sustentabilidad de las instituciones.

“Una competencia durante todo el año va a motivar muchísimo, es parte fundamental. Hoy no existe ese incentivo y los jugadores que están en edad formativa terminan siendo 'robados' por otros deportes por falta de competencia. Tenemos que generar eventos, volver al sistema de categorías y que todas tengan los Súper 8 y sus clasificaciones a los Nacionales”, alentó.

En esa reconfiguración deportiva, el nuevo presidente de la Fe.Me.Bal destacó la importancia de que “los más chicos vuelvan a la tira, a ponerse la camiseta de sus clubes todos los fines de semana”.

“Es fundamental para la parte formativa, en la que hoy estamos muy debilitados. Hay chicos que crecieron en edad pero no crecieron en desarrollo, producto de la pandemia. Entonces no van a jugar nunca en infantiles o cadetes, que son etapas muy importantes. Eso nos perjudica de cara al futuro”, entendió.

Finalmente, Malventano aceptó como “imposible de revertir” la masiva salida de jugadores al mercado exterior, principalmente a Europa, que registró un récord de 71 transferencias (28 mujeres y 43 varones), según un informe de la Confederación Argentina de Handball (CAH) publicado el 1 de septiembre pasado.

“Es una tendencia imposible de revertir por la tentación de ir a jugar profesionalmente a una liga más importante. Allá hay competencias internacionales. Nosotros tenemos que mejorar nuestros campeonatos, se perdió mucho tiempo por la pandemia”, lamentó.

De todos modos, sugirió “poner los pies sobre la tierra porque se están yendo jugadores muy jóvenes, muy chicos, y las realidades no son todas iguales, Hay desarraigo y cuestiones humanas que son muy importantes. No en todos los casos es un festival”.