La inflación retomó en abril la senda bajista que había perdido en febrero (2,4%) y marzo (3,7%) al descender a 2,8%. El gobierno de Javier Milei logró la caída pese a los pronósticos de que la liberación del cepo cambiario para individuos implicaría una fuerte suba del dólar oficial de $1.097 hasta cerca del máximo de la banda de flotación de $14.00 y que eso impactaría en los precios. Pero el equipo del ministro de Economía, Luis Caputo, se ocupó de adoptar medidas para bajar el tipo de cambio al mínimo de la banda, de $1.000. Ahora está en $1.165.
El Gobierno sostuvo además el ajuste fiscal, monetario y salarial, con la pauta del 1% para las paritarias. Además moderó las subas de tarifas de servicios públicos y transporte. Todo ese combo se tradujo en un índice de precios al consumidor (IPC) en descenso, con el indicador anual en 47,3% y el acumulado en el primer cuatrimestre del 11,6%.
Los rubros que menos se encarecieron y que explican la desaceleración de la inflación fueron equipamiento del hogar (0,9%), transporte (1,7%) y vivienda, agua, luz y gas (1,9%). En cambio, los que más se encarecieron fueron restaurantes y hoteles (4,1%), recreación y cultura (4%), ropa y calzado (3,8%) y alimentos y bebidas no alcohólicas (2,9%).
En cuanto a los alimentos, entre los que más aumentaron de precios fueron carnes y derivados, leche, productos lácteos y huevos y pan y cereales. Por el contrario, se abaratron el limón 30%, la banana 2%, la papa 11%, la lechuga 32% y el zapallo 8%.
Apenas se liberó parcialmente el cepo, las aceiteras y los fabricantes de productos de higiene anticiparon a los supermercados que remarcarían. Entonces los súper mostraron resistencia, sobre todo por la constante caída de ventas. Después sobrevino el escrache de Caputo contra Molinos y Unilever. Ambos desistieron de los incrementos, pero no así las demás aceiteras que no fueron señaladas.
El ministro también presionó a empresas de otros sectores contra las remarcaciones poscepo. Celebró que Volkswagen retrotrajera aumentos. En tanto, su colega de Salud, Mario Lugones, también hizo lo suyo para evitar que las prepagas aumentaran tanto tras difundirse el 3,7% del IPC de marzo y aplicaran un 2,5%.
AR/MG