Medio Oriente

Dudas en Israel sobre el compromiso de Netanyahu con el plan para Gaza: “Ha demostrado que puede matar cualquier acuerdo”

Francesca Cicardi

Tel Aviv —

0

“Esperamos que sea el final de la guerra porque dos años ya son muchos”, dice a elDiario.es Sharon Sagi, un taxista de Tel Aviv mientras pasa por debajo de un puente en el que un gran anuncio con las caras de Trump y Netanyahu asegura: “Apoyamos el plan de Trump”. Otras pancartas caseras cuelgan de algún balcón y piden el fin de la guerra, aunque la mayor parte de los mensajes que se pueden leer en las calles hacen referencia a los rehenes israelíes que permanecen aún en Gaza: 48 en total, de los que sólo 20 siguen con vida, según las autoridades. Las encuestas señalan que la mayor parte de la población apoya un acuerdo que ponga fin a la guerra y traiga de vuelta a los secuestrados.

En Israel, la incertidumbre y la desconfianza sobre el plan de 20 puntos presentado este lunes por Trump y Netanyahu para terminar la guerra en Gaza se mezclan con la esperanza. “Estamos esperando la respuesta de Hamás, no sabemos [cuál será]”, continúa el hombre de mediana edad, cuya hija acaba de terminar el servicio militar obligatorio, pero no estuvo en Gaza. Aún así, afirma que tuvo miedo por ella y que quiere que esta guerra acabe. Confía en que Netanyahu va a cumplir con su compromiso porque —dice— “Trump es el jefe de Israel”. Dos años de conflicto han tensado la sociedad y la economía del país hebreo, que empieza a sentir el aislamiento internacional por el genocidio en la Franja, donde el ejército ha matado a más de 66.000 palestinos desde octubre de 2023, además de causar una hambruna.

El plan presentado por el presidente Donald Trump el lunes en Washington podría abrir la puerta al final de la guerra en Gaza, cuando falta menos de una semana para que se cumplan dos años de la brutal ofensiva de castigo israelí por los ataques del 7 de octubre. Netanyahu ha aceptado el plan, pero ya ha rechazado uno de los 20 puntos de la hoja de ruta de Trump: la futura creación de un Estado palestino —objetivo marcado por la comunidad internacional, que el propio Trump no ha podido ignorar por completo—.

Ambos mandatarios y aliados han puesto la pelota del lado del grupo palestino Hamás, que está estudiando si acepta o no la propuesta que implica de facto su desarme y su salida de Gaza, donde ha gobernado desde 2007. Está previsto que el movimiento islamista ofrezca una respuesta este miércoles a los mediadores árabes, Qatar y Egipto, que trabajan a contrarreloj junto a Turquía, que se ha sumado a los países de la región que respaldan el plan de Trump porque parece la única oportunidad para poner fin al genocidio en Gaza, aunque existan muchos interrogantes sobre el mismo.

El portavoz del Ministerio de Exteriores de Qatar, Majed Al Ansari, ha confirmado este martes que los representantes de Hamás recibieron el texto completo del plan estadounidense el lunes por la noche y prometieron examinarlo “con responsabilidad”. Mientras, el primer ministro catarí, Mohammed bin Abdulrahman Al Thani —que ha estado muy involucrado en las negociaciones en los pasados dos años—, ha dicho en una entrevista con la cadena de televisión Al Jazeera que “la retirada de las fuerzas israelíes de Gaza requiere una aclaración y debe ser discutida”, siendo uno de los puntos más delicados porque Israel ha rechazado retirarse de la Franja hasta el momento (sus tropas controlan el 80% del enclave palestino).

Incertidumbre y desconfianza

El primer ministro israelí ha boicoteado todas las oportunidades para llegar a un acuerdo de alto el fuego con Hamás en los pasados meses -la última de ellas, bombardeando a algunos de los negociadores de Hamás en Doha-. El hecho de que Netanyahu se haya disculpado con el emir catarí junto a Trump por ese ataque en su territorio no hace que sea un socio confiable para Qatar ni para los palestinos, y también en casa muchos desconfían de él.

Desde el Foro de las Familias de los Rehenes y los Desaparecidos han expresado una “cautelosa esperanza” respecto al plan anunciado el lunes para poner fin a la guerra y traer de vuelta tanto a los secuestrados vivos como a los cadávares de los fallecidos. La agrupación se ha movilizado incansablemente en las pasadas semanas para que Netanyahu aceptara negociar un acuerdo para la liberación de sus seres queridos y ha alabado reiteradamente la intermediación de Trump.

Miles de personas se han manifestado el martes por la noche en Tel Aviv para exigir a Netanyahu que ponga fin a la guerra en Gaza, según el periódico Haaretz. Algunos manifestantes han entrado en las oficinas del partido del primer ministro (Likud) en el centro de la ciudad y han colgado una pancarta en la que piden: “¡Termina con la guerra ya, maldita sea!”.

El plan ahora no es detallado y necesita mucho trabajo aún. Netanyahu va a intentar añadir varias condiciones de forma que Hamás rechace el acuerdo

¿Cumplirá Netanyahu su compromiso?

“Natanyahu ya ha demostrado que puede matar cualquier acuerdo. El plan ahora no es detallado y necesita mucho trabajo aún. Netanyahu va a intentar añadir varias condiciones de forma que Hamás rechace el acuerdo”, asegura a elDiario.es Ilana Shpaizam, profesora titular del Departamento de Ciencias Políticas de la Universidad israelí de Bar-Ilan. “El acuerdo le fue impuesto por Trump, así que ahora depende de que Trump y su equipo no se dejen tomar el pelo por Netanyahu como ha hecho en los pasados dos años”, agrega.

La profesora se muestra convencida de que el Gobierno israelí no va a apoyar la creación de un Estado palestino. “Está escrito en el acuerdo de forma muy vaga así que el Gobierno puede aceptarlo sin que signifique nada”, dice y, además, “siempre puede alegar que la Autoridad Palestina no ha llevado a cabo las reformas necesarias” (tal y como establece el texto presentado por Trump).

Respecto a las tensiones con los socios de Gobierno ultranacionalistas de Netanyahu —que se han opuesto hasta ahora a un acuerdo y amenazaron con hacer caer el Gobierno cuando alcanzó un alto el fuego con Hamás en enero de 2025— Shpaizam no cree que la coalición gobernantes pueda colapsar debido al plan de Trump.

Uno de los ministros más ultras, que ya estaba preparando su propio negocio inmobiliario sobre los escrombros de Gaza, es el de Finanzas, Bezalel Smotrich, quien ha calificado la aceptación del plan por parte de Netanyahu de “rotundo fracaso diplomático” y de “tragedia de liderazgo que huye de la dura realidad”.

En declaraciones recogidas por el periódico The Jerusalem Post, el ministro ha descrito el plan como “un acto de ceguera deliberada que ignora todas las lecciones del 7 de octubre”. “En mi opinión, terminará en lágrimas”, ha remachado. Aun así, no ha amenazado con abandonar la coalición de gobierno.

La profesora de la Universidad de Bar-Ilan cree que Smotrich no quiere abandonar el Ejecutivo, en el que Netanyahu le ha dado varios cargos y amplios poderes, incluida la supervisión de los asentamientos en la Cisjordania ocupada. “Smotrich está haciendo mucho trabajo con los asentamientos en Cisjordania y eso es lo más importante para él, así que no dejará el Gobierno tan rápidamente”, afirma Shpaizam.

Netanyahu ha regresado este martes por la noche a Israel y ahora tendrá que hacer frente a las tensiones internas en su Ejecutivo, que ha celebrado una reunión en su ausencia. Otro de los ministros ultras, el de Seguridad Nacional, Itamar Ben Gvir, ha dicho en la reunión que el plan de Trump es “peligroso para la seguridad de Israel”, según Haaretz.

Más allá de Gaza

El propio Smotrich es un colono y recientemente presentó un plan para la anexión de más del 80% de Cisjordania, donde Israel ya ocupa militarmente y gobierna de facto la mayor parte del territorio que sería el núcleo de un hipotético Estado palestino, con su capital en Jerusalén Este (según las resoluciones de la ONU sobre las que Trump no base su plan).

Está claro que nadie en el Gobierno va a cambiar su agenda, todo lo contrario, van a continuar a destruir la posibilidad de los dos Estados

Lior Amihai, director ejecutivo de la organización israelí Peace Now, cree que aún se desconocen muchos detalles del plan de Trump, sobre todo en lo que respecta al futuro de los palestinos, aunque el plan incluye una “visión hacia un Estado palestino”. Dice a elDiario.es que esa mención es “peligrosa” y advierte que ya en 2020, durante su primer mandato, Trump incluyó en sus planes un “Estado palestino que era en realidad un plan de anexión”.

Además, dice que EEUU impone muchas condiciones a los palestinos para que tengan su Estado pero “no hay ningún límite a las políticas de Israel, como si eso no fuera un problema”. Amihai recuerda que el Gobierno de Netanyahu ha sido el que más ha expandido desde 2023 los asentamientos en territorio ocupado y ha tomado todo tipo de medidas para impedir un Estado palestino viable. “Está claro que nadie en el Gobierno va a cambiar su agenda, todo lo contrario, [los ministros] piensan que tienen que aprovechar el tiempo mientras Trump esté en el poder. Van a continuar a destruir la posibilidad de los dos Estados”.

En su plan, EEUU dice que “establecerá un diálogo entre Israel y los palestinos para acordar un horizonte político que permita una coexistencia pacífica y próspera”, sin mencionar específicamente la solución de los dos Estados, que es por la que apuesta la gran mayoría de la comunidad internacional, tal y como quedó patente en la Asamblea General de Naciones Unidas la semana pasada.

El director de Peace Now se muestra optimista sólo en el corto plazo: “A lo mejor estamos más cerca del final de la guerra y de la vuelta de los rehenes y del final del sufrimiento de los palestinos, lo cual es bueno. Pero no creo que estemos más cerca de un Estado palestino”.