Japón prevé verter al mar en los próximos meses el agua tratada de Fukushima

elDiarioAR

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El Gobierno de Japón anunció este viernes que el vertido al mar del agua contaminada y tratada que se acumula en la central nuclear de Fukushima tendrá lugar entre la próxima primavera y el verano, a pesar de la oposición de los pescadores locales.

El Ejecutivo aprobó este viernes un plan revisado para el vertido, que también incluye compensaciones para la industria pesquera que podría verse afectada por la medida, contra la cual también protestaron países vecinos como Corea del Sur y China.

El Organismo Internacional de la Energía Atómica (OIEA) se encuentra supervisando el plan nipón para verter el agua una vez esta es procesada para retirar la mayor parte de los elementos radiactivos, y la semana que viene enviará una misión a Japón -la cuarta de este tipo- para analizar los preparativos sobre el terreno.

“Antes de proceder al vertido, vamos a esperar a que el OIEA emita su informe general, fortalecer las funciones de supervisión, adoptar medidas para apoyar la venta de productos de la zona afectada y trabajar contra la difusión de rumores negativos”, dijo este viernes el portavoz del Ejecutivo, Hirokazu Matsuno, tras la reunión de Gabinete donde se aprobó el nuevo plan.

Se espera que la descarga de agua al Pacífico tenga lugar “una vez acaben las obras para el vertido” y “la investigación del regulador nuclear nipón, además del informe de la OIEA”, según el portavoz, quien estimó que la fecha concreta se situará entre primavera y verano de este año.

Las autoridades niponas y la operadora de la planta, Tokyo Electric Power (TEPCO), habían previsto inicialmente proceder al vertido el próximo mes de abril, aunque esta fecha se vio pospuesta por el retraso en las obras de construcción de un túnel submarino que se empleará para descargar el agua de la planta un kilómetro mar adentro.

¿Por qué se acumula agua?

Se trata de agua marina empleada para refrigerar los reactores dañados tras las fusiones parciales de núcleo provocadas por el terremoto y el tsunami de 2011, y que queda contaminada de isótopos radiactivos. A este agua se añade la que se filtra desde el subsuelo hacia las instalaciones nucleares y también resulta contaminada.

El líquido se viene almacenando en bidones dentro de las instalaciones de Fukushima Daiichi, pero el espacio para los mismos llegó a su límite.

¿Es radioactiva?

El agua es tratada con un sistema de procesamiento que elimina la mayoría de los materiales radiactivos considerados peligrosos, a excepción del tritio, un isótopo presente en la naturaleza, aunque en baja concentración.

Las autoridades niponas afirman que el vertido tendrá unos niveles de radiactividad por debajo del tope fijado por la Organización Mundial de la Salud para el agua potable, y que por tanto no presentará riesgos para la salud humana ni para el medio ambiente.

El tritio en concentraciones bajas similares a las existentes en la naturaleza representa un nivel desestimable de radiotoxicidad.

Los niveles de este elemento en el agua que se verterá al mar serán cuarenta veces inferiores al tope legal establecido por el Gobierno de Japón para el agua potable, y 1/7 del máximo fijado por la Organización Mundial de la Salud, según datos del Ejecutivo nipón.

Oposición

La industria pesquera de Fukushima, cuyas actividades todavía sufren las consecuencias del desastre atómico acaecido en la planta en 2011, mantiene su oposición al plan del Gobierno y de TEPCO, al considerar que el vertido mantendrá el estigma nuclear que pesa sobre sus productos e impedirá su recuperación en años venideros.

Las ayudas económicas ofrecidas por el Ejecutivo a las cofradías locales no bastaron para convencerlas.

También expresaron un firme rechazo a esta medida la organización ecologista y antinuclear Greenpeace, mientras que Pekín y Seúl criticaron la medida debido a la inquietud que les genera por su posible impacto medioambiental y en la industria pesquera, y exigido a Japón planes alternativos.

¿Hay otras opciones?

Las autoridades niponas y un panel científico analizaron una serie de posibles soluciones, entre ellas métodos de evaporación o de inyección subterránea, pero descartaron estas opciones por su enorme complejidad técnica y optaron por la descarga al Pacífico.

Japón y el OIEA subrayan, asimismo, que los vertidos controlados al mar de agua o vapor de agua con tritio procedente de centrales nucleares son una práctica habitual en la industria nuclear.

En la última década, países como Estados Unidos, Reino Unido, Alemania, Francia, China y Corea del Sur los han realizado, en ocasiones con concentraciones de tritio mayores que las previstas en Fukushima, según datos de la industria. 

Con información de la agencia EFE