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ANÁLISIS

El impacto de la Influenza Aviar en la industria avícola, mitos y verdades

Gripe aviar

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El pasado 28 de febrero, el Servicio Nacional de Sanidad y Calidad Agroalimentaria (Senasa) confirmó el primer caso positivo de influenza aviar altamente patógena (IAAP) H5 en aves de corral en la provincia de Río Negro, con lo que el país perdió temporariamente su estatus de libre de la enfermedad y autosuspendió la exportación de productos cumpliendo con las normas internacionales.

Según el Senasa, de las más de 300 notificaciones analizadas a la fecha, suman 63 las detecciones de la enfermedad en total, en todo el país. Los casos confirmados son en aves de traspatio (52) , sector comercial (7) y silvestres (4), distribuidos de la siguiente manera: 18 en Córdoba, 16 en Buenos Aires, 7 en Neuquén, 7 en Santa Fe, 5 en Río Negro, 2 en San Luis, 2 en Chaco, 2 en La Pampa, 1 en Jujuy, 1 en Santiago del Estero, 1 en Salta y 1 en Chubut.

La aparición del virus puso en jaque a una industria que, a través de un importante flujo de inversiones, ha logrado en las últimas décadas un alto grado de tecnificación, automatización y sobre todo, la implementación de extremas medidas de bioseguridad, que le permitieron conservar un estatus sanitario envidiable a nivel global, y convertir al pollo en la proteína animal más consumida en el país –quizás por ser la más económica–, superando la histórica preferencia de los argentinos por la carne vacuna.

A pesar de las dificultades, la producción avícola para el consumo local continua desarrollándose con absoluta normalidad ya que la IAAP no se transmite por el consumo de carne de pollo y huevos. Representantes del sector aseguran que no existe posibilidad de desabastecimiento.

La producción de carne aviar (pollo) en Argentina cuenta con 160 millones de pollos parrilleros en producción, a lo que se le debe sumar 10 millones de aves más entre abuelos y reproductores. La industria avícola argentina faena –en promedio– 66.000.000 de pollos mensuales, alcanzando un consumo de 48 kilos por habitante por año.

En el segmento postura (gallinas ponedoras), el volumen productivo está compuesto por 51,62 millones de aves, que abastecen mensualmente al mercado interno con 1.275 millones de huevos, con un consumo de 322 huevos por habitante por año.

El reacomodamiento de precios al consumidor observado durante el último mes, tanto en pollos como en huevos, responde al incremento exponencial de los costos de producción, y a las altas temperaturas registradas en las distintas zonas productivas a nivel nacional.

Esto último ha provocado una fuerte pérdida en la conversión en parrilleros y una fuerte disminución de la postura en ponedoras. A esta situación se le debe agregar que en aquellos establecimientos productivos que no cuentan con instalaciones modernas se ha registrado mortandad producida por el calor, y esto le ha restado oferta al mercado.

El kilo de pollo a nivel mayorista alcanzó en marzo los $ 461, al tiempo que la docena de huevos, también a nivel mayorista, llegó a los $ 383. En términos anuales, tanto el valor del pollo parrillero como el del huevo para consumo, estuvieron por debajo de una inflación registrada durante los últimos 12 meses, que alcanzó el 103%, mientras que el incremento de la Canasta Básica Alimentaria acumula un incremento del 111,3% en términos interanuales, según informó el INDEC.

Mercado externo

Hasta el momento en que fue detectado el primer foco de gripe aviar, la industria avícola argentina venía registrando un incremento del volumen exportado, alcanzando los U$S 400 millones anuales.

A principios de marzo, Japón habilitó nuevamente el ingreso de ovoproductos secos argentinos, a lo que luego se sumaron más de 20 destinos para la exportación de carne aviar fresca y procesada, que se realizan con un certificado sanitario por zona y que aceptan ciertos mercados. Allí se especifica que los alimentos provienen de provincias que no tuvieron casos de la enfermedad.

Aquellos productos en donde se aplique un tratamiento térmico (carne aviar termoprocesada, huevo en polvo o pasteurizado), siendo que este tratamiento inactiva el virus de influenza aviar, se podrán exportan con los mismos certificados sanitarios de exportación.

Desde Cancillería trabaja para recuperar gradualmente para recuperar los 55 mercados a donde la industria avícola argentina canalice sus exportaciones, siendo China el mercado más importante, que aún está pendiente de aprobación.

La mirada de los productores

Héctor Motta, titular del grupo de empresas homónimo con gran presencia en el mercado internacional a través de la producción de pollos parrilleros, que además comercializa genética para gallinas ponedoras en el mercado local, pidió a los bancos que “no bajen el nivel de créditos que venían otorgando, sino que, por el contrario si hay empresas que necesitan su auxilio, puedan sostenerlas. Hay que mirar en forma global y no de manera individual a cada una de las empresas”. “El 80% de los productores avícolas siempre han honrado sus deudas, por lo tanto, en este momento de gran dificultad, necesitamos que la banca nos apoye y que no nos saque el cuerpo”, afirmó.

Respecto de la posibilidad de vacunar a las aves, Roberto Domenech, presidente del Centro de Empresas Procesadoras Avícolas (CEPA), afirmó que “hasta hoy no hay un solo caso exitoso” de vacuna contra la enfermedad, pero que “se está trabajando en todo el mundo”. Además, el dirigente puntualizó: “Sin dudas debería ser una salida a futuro, pero es un virus que muta con muchísima facilidad y por el momento atempera la violencia de la mortandad, pero no la erradica”.

AR

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