“Reniegan de nuestros derechos dejando de lado los intereses de la Patria. Sin palabras”. Las palabras del canciller Felipe Solá cierran un tuit que reproduce el breve comunicado del PRO sobre el conflicto limítrofe que se generó con Chile en torno a la plataforma austral. Solá remite a un texto firmado por Patricia Bullrich, como presidenta del PRO, y a Fulvio Pompeo, secretario de Relaciones Internacionales del partido.
El reproche público al macrismo por parte de Solá, que el fin de semana se involucró en la sorpresiva tensión que se generó con Chile tras un decreto firmado por Sebastian Piñera, es que pone en igualdad de condiciones un decreto presidencial del mandatario chileno con un “reconocimiento de la ONU de los derechos argentinos sobre el mar austral”.
En el gobierno apuntan a que el PRO equipara un decreto que desconoce una ley que votaron los diputados de Juntos por el Cambio de manera unánime, que validó el nuevo mapa continental argentino, proceso que comenzó a fines de los '90 y que continuó, incluso, durante la presidencia de Mauricio Macri.
“No sabemos porqué el PRO salió a decir lo que dijo, lo que vemos es que en Chile, toda la oposición se enroló detrás de la posición de Piñera con el argumento lógico de que las Relaciones Exteriores las maneja el presidente”, apuntó una fuente oficial. Es un rasgo recurrente en las lecturas del gobierno sobre la intervención del partido que preside Bullrich y que tiene, sin embargo, matices internos.
En Cancillería, incluso, observan que en medio de la campaña presidencial chilena todos los candidatos unificaron postura en el respaldo a las gestiones de Piñera pero que, en Argentina, uno de los partidos del principal frente opositor, parece mostrarse “en defensa de las demandas de Chile”.
La tensión escaló desde el viernes cuando Piñera firmó un decreto que replanteó la plataforma marítima chilena y avanzó sobre una “cuña” que figura en el mapa continental argentino, además de extender su “dominio” a parte de aguas y fondo marino internacionales. La medida de Piñera fue objetada por el gobierno argentino que consideró que se quiere “apropiar” de parte de la extensión argentina.
El dato adicional fue la sorpresa. El martes, el canciller chileno Andrés Allamand se vio con el embajador argentino en Chile, Rafael Bielsa, y el jueves habló por teléfono con Solá pero en ninguna de las dos ocasiones planteó que esa medida esté en proceso, según informaron a elDiarioAR desde el gobierno. Existieron, luego, contactos para bajar la tensión y el propio Allamand planteó que el diferendo se resolvería mediante el diálogo.
“Hay mucho y buen diálogo con Chile. El tema se habló antes entre Alberto y Piñera. Sorprendió el decreto presidencial pero parece tener una lógica de campaña política porque Piñera está muy débil y la derecha empuja”, interpretó un funcionario argentino.
En ese contexto, en el gobierno también llamó la atención la posición del PRO que en ningún momento habla de los derechos de Argentina sobre los dominios que ahora demanda Chile. “Habiéndose verificado diferencias en el trazado de las respectivas plataformas continentales de Argentina y Chile, desde la Secretaria de Relaciones Internacionales proponemos que desde ambas cancillerías se reúnan e inicien un diálogo”, apunta el texto que firman Bullrich y Pompeo y que luego afirma que se hay resuelto 25 diferendos fronterizos. En el texto no hay ninguna mención a que los derechos argentinos sobre la zona en disputa.
En el gobierno, al margen de las conversaciones con Chile para encaminar el conflicto, mencionan que el nuevo mapa continental se aprobó en el 2020 por unanimidad y que estaba listo desde el 2017, luego de casi dos décadas de trabajo que contó, incluso, con la validación de una comisión científica de Naciones Unidas. “El mapa está completo desde el 2017 pero Macri no lo envió al Congreso, interpretamos que para evitar una eventual tensión con Gan Bretaña en torno a Malvinas”, explicó una fuente diplomática que participó del proceso.
PI