El nuevo gobierno

Javier Milei asume el poder y el país se asoma a su inédita aventura libertaria

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El presidente Javier Milei. El mismo día en que se celebran 40 años del retorno democrático, un hecho político que al inicio del proceso electoral de este 2023 parecía improbable y que podría ser una bisagra histórica para el país se concretará finalmente hoy al mediodía: el libertario jura como jefe de Estado para el periodo 2023-2027. 

Milei corona así una frenética y cortísima carrera política, en la que pasó de ser un mediático panelista económico a conseguir una banca de diputado nacional en 2021 y arrasar en el balotaje del 19 de noviembre pasado. A la carga de un discurso ultraderechista –ortodoxo en lo económico y conservador en lo social–, el mandatario electo impregnó con su sello “anti-casta” la ceremonia de este domingo: asumirá ante la Asamblea Legislativa en el Congreso, pero desafía a todo el sistema político con dar su primer discurso en las escalinatas del Parlamento, frente al público que pidió que se movilice a la Plaza de los Dos Congresos.

Hay una fuerte expectativa sobre lo que pueda anticipar Milei como lineamientos de su gobierno. Él mismo ya advirtió que serán “muy duros” los primeros meses de su gestión. En su campaña prometió “terminar” con la inflación –que no dejó de crecer siquiera en las últimas semanas– bajo la metáfora de la “motosierra”: se espera una fuerte desregulación de la economía, ajuste de la cuentas públicas y del Estado, y la devaluación del peso. Sus temerarias propuestas de “eliminar” el Banco Central y dolarizar la economía no serían prioridad en el corto plazo.

La agenda de la asunción de Milei se extenderá durante todo el día. Está previsto que jure a las 12.30, recibiendo de Alberto Fernández los atributos presidenciales, y que dé su discurso afuera del Congreso una hora más tarde. Luego recorrerá la avenida de Mayo hacia la Casa Rosada a bordo de un descapotable, en medio de un fuerte operativo de seguridad y con cortes de tránsito en un importante perímetro del microcentro porteño. En Balcarce 50, Milei saludará a las comitivas extranjeras invitadas. Por la tarde le tomará juramento a sus ministros en el salón Blanco de la Casa Rosada, luego asistirá a una misa interreligiosa en la Catedral Metropolitana y culminará con una función especial en su honor en el Teatro Colón durante la noche.

La frase “no hay plata”, ante la herencia que le deja el fracasado gobierno del tridente Alberto Fernández-Cristina Fernández de Kirchner-Sergio Massa, se convertirá en el argumento principal de lo que vendrá a partir de ahora. El desafío es que el nuevo oficialismo tiene una marcada debilidad política. La Libertad Avanza tiene apenas dos años de vida, no cuenta con anclaje territorial propio –no tiene gobernaciones ni intendencias– y ostenta significativas minorías en ambas cámaras del Congreso que estará muy fraccionado: apenas 38 bancas en el Senado y 7 en el Senado.

El raquítico músculo político de Milei está ligado al ecléctico gabinete de apenas un puñado de ministerios que terminó conformando. Luego de un desordenado proceso interno que atravesó toda la transición, el mandatario estará al frente de un gobierno en el que convivirán desde peronistas hasta macristas y radicales, muchos de los cuales son figuras de larga trayectoria política, lo que choca con su propia bandera “anti-casta”. Hasta las horas previas de su asunción se siguieron conociendo nuevas carteras y nombres, como fue el caso del viernes del ministerio de Salud –que se pensaba originalmente como una secretaría–.

En las botoneras más relevantes, Milei tendrá al frente del Palacio de Hacienda a Luis “Toto” Caputo, exfuncionario de Mauricio Macri y quien multiplicó las deudas del Estado con el sector privado y organismos multilaterales. Será el encargado de llevar adelante su ajuste económico.

En Seguridad volverá Patricia Bullrich, dueña de una narrativa de “mano dura” contra el narcotráfico y la delincuencia, pero también de represión sobre la protesta social y los piquetes. La excandidata también tendrá fuerte ascendencia sobre el ministro de Defensa, Luis Petri, un radical silvestre que fue su compañero en la fórmula electoral de Juntos por el Cambio.

El peronista Guillermo Francos tendrá, como ministro del Interior, el desafío de lograr mantener la gobernabilidad de Milei. Su misión es la de entablar puentes políticos con la oposición parlamentaria –la primera minoría es del kirchnerismo y JxC ya está quebrado– y los gobernadores –también divididos entre peronistas y cambiemitas–. 

Diana Mondino será la canciller de un gobierno que hoy mismo dará pistas de lo que se puede esperar de su relación con el mundo. Se destaca la presencia del ucraniano Volodímir Zelenski, en medio de la guerra de su país con Rusia. También habrá un nutrido grupo de funcionarios de Joe Biden, estará el rey Felipe VI de España, el húngaro ultranacionalista Viktor Orbán y figuras políticas de la ultraderecha mundial como el exmandatario brasileño Jair Bolsonaro –no así el presidente Lula da Silva– y el jefe del partido español Vox, Santiago Abascal

Nicolás Posse será el jefe de Gabinete, a quien conoce por su pasado en Aeropuertos Argentina 2000, y otros dos incondicionales estarán al frente de dos súper-áreas sensibles: Guillermo Ferraro conducirá Infraestructura, a cargo de toda la obra pública –que promete privatizar– y Sandra Pettovello, Capital Humano, con el desafío de tener que manejar la política social en medio del ajuste. 

Antes que sus espadas ministeriales, Milei estará rodeado de incondicionales que tampoco tienen experiencia previa en la gestión pública. En primer lugar figura su hermana Karina Milei, que asumirá como Secretaria General de la Presidencia. “El Jefe” es el mayor guardián y confidente del nuevo mandatario. En su mesa chica también figuran asesores de comunicación y estrategia como son Santiago Caputo y Fernando Cerimedo. 

Fuera del círculo de toma de decisiones quedaron mileistas de la primera hora, lo que revela lo tortuoso que fue la construcción del gobierno. Milei desplazó de tener injerencia en Seguridad y Defensa a Victoria Villarruel, quien fue ungida como su vice con un discurso abiertamente reivindicatorio de la última dictadura. Dio marcha atrás con la designación de Carolina Píparo –que fue su candidata a gobernadora de Buenos Aires– al frente del Anses. Y relegó a Ramiro Marra, uno de los fundadores de LLA, de cualquier cargo de poder: seguirá siendo legislador porteño. 

“A partir de este domingo va a cambiar la lógica de cómo se hace política en la Argentina. Si fue un caos la transición, acostúmbrense de ahora en más, porque el Estado no da más. Te aterroriza lo que hay: desorden y despilfarro por todos lados”, apuntó en la previa ante elDiarioAR una voz del núcleo libertario que tiene terminales directas con Milei. Un flamante diputado nacional de LLA adelantó lo que podría ser el tono del discurso de asunción: “Javier está dispuesto a hacer las cosas que otros no se animaron. Dará a conocer el estado de situación de la economía. Hay una salida pero no va a ser fácil, ese será el mensaje”. 

Envuelta en esa expectativa, el nuevo presidente deja finalmente hoy su suite en el Libertador Hotel donde vivió los últimos meses, para residir en la quinta de Olivos, donde ya avisó que llevará adelante sus funciones. No irá a la Casa Rosada salvo por cuestiones protocolares. Un dato de color que revela la bisagra histórica que podría significar su asunción. Milei llega el poder y el país se asoma a su inédita aventura libertaria.

MC/DTC