El Día del Estudiante se celebra cada 21 de septiembre y consta de una fecha para honrar a todos aquellos jóvenes que dedican su tiempo al aprendizaje y la formación profesional.
El origen de la fecha no se relaciona con el inicio de la primavera, sino que está emparentada con Domingo Faustino Sarmiento.
El hecho de que el Día del Estudiante y el Día de la Primavera se celebren en la misma jornada es mera coincidencia, ya que no hay ningún motivo en particular que los vincule.
En tanto, el Día del Estudiante se festeja para honrar al expresidente argentino Domingo Faustino Sarmiento, quien fue apodado por muchos historiadores como “el padre del aula”.
El 11 de septiembre de 1888, Sarmiento falleció a los 77 años en Asunción, Paraguay, y 10 días después (21 de septiembre) llegaron sus restos a Buenos Aires.
Pero fue en 1892 cuando Salvador Debenedetti, un alumno universitario de 18 años y presidente del Centro de Estudiantes de la Facultad de Filosofía y Letras, presentó la propuesta de homenajearlo celebrando el “Día de los Estudiantes”.
Esa iniciativa fue aprobada por las autoridades y, en principio, solo se festejó en esa Facultad, con la lectura de fragmentos de textos de Sarmiento, quien fue gobernador de la provincia de San Juan entre 1862 y 1864, presidente de la Nación Argentina entre 1868 y 1874, senador nacional entre 1874 y 1879 y ministro del Interior en 1879.
Durante su presidencia se construyeron 800 escuelas primarias y sumó a los 30 mil alumnos, que ya estaban escolarizados, otros 80 mil más.
Día de la Primavera
La primavera es la estación de año característica por el rebrote de todas las flores y el aumento de temperatura después del invierno, y tiene su inicio con el equinoccio de primavera, momento en que el día y la noche tienen casi la misma duración en todo el planeta. Este fenómeno ocurre entre el 21 y el 23 de septiembre, según el año, aunque en la Argentina se adoptó de manera convencional el 21 de septiembre como fecha fija de inicio. En este 2025, el equinoccio será el lunes 22 de septiembre a las 15.19.
Se celebra porque significa, con el fin del invierno, el comienzo de una nueva época de fertilidad y crecimiento. Los campos se llenan de flores y las cosechas empiezan a crecer, lo que asegura la supervivencia de las comunidades.
En la antigua Grecia, la Primavera estaba asociada con la diosa Perséfone, quien regresaba del inframundo para reunirse con su madre, la diosa Deméter. En la cultura celta, la Primavera se celebraba con el festival de Beltane, que marcaba el comienzo del verano. En la cultura japonesa, la Primavera se celebra con el hanami, un festival dedicado a la contemplación de los cerezos en flor.
La llegada de la Primavera era un momento de celebración. Los antiguos griegos, por ejemplo, celebraban las fiestas de las antesterias en honor al dios del vino, Dionisio. Durante estas fiestas, se abrían las ánforas de vino y se ofrecían a los dioses, mientras que los ciudadanos disfrutaban de banquetes y representaciones teatrales.
Para los antiguos egipcios, la llegada de la Primavera estaba relacionada con el dios del sol, Ra. Durante el equinoccio de primavera, el sol se alineaba con las pirámides de Giza, creando un espectáculo impresionante que era interpretado como una señal de la divinidad del faraón.