El sindicalismo, entre la cautela y el rechazo a la justificación del ajuste

El sindicalismo argentino vuelve a adoptar la misma actitud que con el gobierno de Carlos Menem. Unos se abren al nuevo presidente reformista, en este caso Javier Milei. Otros prometen lucha. En la Confederación General del Trabajo (CGT), uno de los integrantes del consejo directivo, Sergio Romero, de la Unión Docentes Argentinos (UDA), elogió a Milei por su discurso inaugural de la presidencia: “Discurso muy sincero y seguro en su contenido”. Consultado sobre el temor de otros gremialistas por el ajuste anunciado, Romero respondió: “Esperemos. Yo soy un hombre de diálogo y atento al desarrollo de la nueva gestión. A los otros preguntáles vos”.

Otro integrante del consejo directivo, que prefiere el anonimato, lamenta el ajuste anunciado, que no sólo tocará al Estado y sus empresas sino a las tarifas y a los obreros de la construcción, pero prefiere por ahora reaccionar con cautela: “Es lo que se esperaba. Si alguien se sorprendió, estaba en otro canal. Pero no empecemos la camorra antes de tiempo. Va a haber tiempo. Esto tampoco se hace en 24 horas. No es tan fácil como parece”. “Veremos cómo se van acomodando los melones”, sostienen con cautela en la Unión Personal Civil de la Nación (UPCN), que dirige Andrés Rodríguez.

Hugo Yasky, secretario general de la Central de Trabajadores de la Argentina (CTA) y diputado de Unión por la Patria, opinó que “parte de los datos del discurso” inicial de Milei “están brutalmente distorsionados o son interpretaciones falsas de lo que podría ocurrir”. “Dio escenarios de apocalipsis que no existen. Uno no puede discutir seriamente si te hablan de 15.000% de inflación, es decir, quintuplicar lo que hubo en el peor momento de la hiperinflación de (Raúl) Alfonsín. Está claro que eso es lo que supuestamente justificaría las medidas de motosierra que todavía no dio a conocer. Pero en principio, el diagnóstico es absolutamente falso. Estamos haciendo un trabajo porque no lo vamos a dejar pasar.

El secretario general de la Asociación de Trabajadores del Estado (ATE) nacional, Rodolfo Aguiar, opinó luego del primer mensaje público del presidente: “Confirmamos que los salarios, nuestros puestos de empleo, los derechos que se garantizan desde el Estado y el propio Estado, estamos en la mira”. “Hay que esperar las medidas, pero si se confirman, no vamos a ser parte de los sindicalistas que salten a los brazos abiertos que él convocó.”

Un gremialista de la CGT se mostró sorprendido por la población que vivó hoy a Milei, por más que apenas llenó menos de media Plaza de Mayo: “No dijo nada que no se especulara en la previa: no hay plata, va a haber un fuerte ajuste, la situación que heredó. Y anunció más pobreza, más inflación, menor actividad económica. Lo llamativo no me parece lo que dijo, sí cómo fue recibido: con la gente presente coreando el ”no hay plata“ o vivando el ajuste. O estamos en un cambio cultural por parte de la mayoría de la sociedad que está dispuesta a empobrecerse para que el país salga adelante o no hay conciencia de que lo que se viene es mayor inflación, licuación de salarios, mayor desempleo, caída de la actividad económica. Dos veces dijo 'el ajuste lo va a pagar el Estado, no los privados'. Habría que saber qué entiende Milei por 'privados'. ¿Un trabajador, asalariado, formal, es un privado? Por ejemplo, en la puja distributiva y la inflación, un formador de precios, un privado, ante una estampida de precios, no se va a ajustar, va a trasladar a precios. El que va a tener que ajustarse es el consumidor, el asalariado, el informal. Raro. En fin, habrá que ver qué medidas adopta. Me sorprende que un sector de la sociedad aplauda y celebre que su situación económica va a empeorar, muy novedoso”.

“Alberto (Fernández) vivía en Narnia, pero Milei tiró números increíbles”, alertó el secretario general adjunto de la Asociación de Trabajadores del Estado (ATE) en el Instituto de Estadítica (Indec), Raúl Llaneza, uno de los que combatió la manipulación de las cifras del kirchnerismo entre 2007 y 2015. “Lo del aumento de la inflación que viene instalando, habla de cualquier cifra de manera irresponsable e imprudente. Parece que es la tónica que le va a dar a su gobierno: decir barbaridades”, agrega Llaneza.

AR/MG