La suba de retenciones a los subproductos de soja iría a subsidiar el precio de la harina de trigo y el maíz

La recaudación extra derivada de la posible suba de retenciones al harina y aceite de soja -medida que se escruta en el horizonte, pero no fue confirmada todavía por el Gobierno- iría a financiar los fideicomisos que buscan mantener estable el precio de la harina del trigo y el maíz, según anticipó a elDiarioAR el referente agropecuario Eduardo Buzzi, luego de dialogar con funcionarios del Gobierno esta mañana. El productor consideró el incremento del porcentaje de tributación como “una herramienta válida” y “razonable”, que de ningún modo puede interpretado como una mensaje de afrenta al campo. 

“La intención no es mala y la herramienta es la más inmediatamente posible, aunque yo creo que hay otras mejores en un país que produce alimentos y que tienen que tener a raya los precios”, dijo a este medio Buzzi, que como presidente de la Federación Agraria fue uno de los principales opositores a la Resolución 125, en 2008. 

Si bien la suba de retenciones no fue confirmada oficialmente, el Gobierno suspendió la exportación de harina y aceite de soja, un movimiento que se interpreta como el paso previo a esa decisión. Actualmente estos subproductos tributan el 31% y se anticipa que pasarían a equipararse con el poroto de soja sin procesar, que paga 33%. 

Esta mañana Buzzi dialogó también con Crónica Anunicada, en la radio online Futurock, donde señaló que solo seis empresas mueven el 90% del negocio de los subrproductos de soja y que “son más ligeros que el correcaminos”: remarcan los precios de manera “precautoria y ficticia” ante cualquier movimiento de los commodities a nivel global. 

El ruralista aseguró que estas empresas “gozaron” de retenciones diferenciales durante “27 largos años”, en los que los productores “subsidiaron” el negocio de exportación de aceite y harina de soja. “No deberían hacer de un dedo de agua un océano Atlántico”, dijo en conversación con Juan Amorín. “Las tapas de los diarios de hoy son terrorismo mediático; pareciera que otra vez es una 125, un arrebato a los productores agropecuarios. Están exagerando”, sostuvo. 

Según cálculos de la consultora AZ Group la recaudación extra por la suba de retenciones a la harina y acite de soja sería de al menos US$400 millones anuales, que irían a reforzar el fideicomiso que contempla volcar al mercado doméstico 800.000 toneladas de trigo. 

Según informó la Seretaría de Comercio Interior el día que oficializó ese fideicomiso, con vigencia hasta el 31 de enero de 2024, es una herramienta que “permite garantizar abastecimiento y precio de alimentos básicos como son los fideos secos y harina 000 y desacoplar precios para proteger el consumo de las argentinas y los argentinos en un contexto global de conflicto bélico, potencial escasez de productos e interrupción de la cadena de suministro, y con el precio internacional del trigo alto y sostenido”.

En febrero el Gobierno también prorrogó hasta el 31 de enero de 2023 el fideicomiso del sector aceitero, con el propósito de asegurar la estabilidad de los precios en el mercado interno de los aceites refinados de soja, girasol y sus mezclas. 

En la vereda de enfrente, la Cámara de la Industria Aceitera de la República Argentina (Ciara) y el Centro Exportador de Cereales (CEC) anticiparon una postura contraria a la medida que prevén que emitirá el Gobierno. En las redes sociales advirtieron que una suba de los derechos de exportación a la harina y al aceite de soja podría fin a los fideicomisos de maíz, trigo y aceite “puesto que cambia las condiciones de comercio exterior”. Es decir, alteraría la base sobre la que el Gobierno y las empresas firmaron el acuerdo y, de esta manera, al acuerdo en sí mismo. 

DT