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CLAVES

La desinformación digital acecha a los argentinos en la previa de las elecciones

Desinformación en la era digital

La desinformación durante un proceso electoral es una constante en todo el mundo y Argentina no es la excepción. Las redes sociales y los servicios de mensajería para teléfonos celulares son el vehículo perfecto para difundir datos falsos, confusos o manipulados, que rápidamente se viralizan y llegan a miles de usuarios en todo el país.

En las semanas previas y posteriores a las Primarias Abiertas Simultáneas y Obligatorias (PASO), celebradas el 13 de agosto, esto fue evidente y es interesante profundizar en quiénes difundieron desinformación, cuáles son los formatos más habituales y cuáles son las situaciones que se aprovechan para poner en marcha estos mecanismos.

Este relevamiento se refiere en concreto al período que va del 1 de mayo al 15 de septiembre de este año y se basa en las tendencias monitoreadas por Chequeado en siete informes elaborados para la iniciativa Contextual en el marco del proceso electoral argentino de 2023.

Los formatos utilizados para desinformar en esa etapa fueron relativamente sencillos y no se observó, por el momento, el uso de técnicas de Inteligencia Artificial (IA) en la creación de imágenes y videos, sino más bien de técnicas más fáciles y baratas. 

Sin embargo, cabe esperar que esto cambie en el futuro, como ya se pudo observar en Brasil, donde la web de chequeo de información Desinformante lanzó una página especial con desinformaciones generadas por IA, o en el reciente proceso electoral en Eslovaquia, donde sí se aplicó esta tecnología a la manipulación de videos. Es decir, la tendencia en el mundo es recurrir a la IA para manipular imágenes, videos y audios.

La desinformación analizada se difundió, principalmente, por redes sociales (Facebook, X [ex Twitter], Instagram y TikTok) y por el servicio de mensajería instantánea WhatsApp.

¿Qué formatos se usan para desinformar? 

Los formatos más usados para desinformar fueron placas con declaraciones falsas de los candidatos (copian el fondo de medios conocidos, utilizando la misma tipografía y el mismo logo; es un formato que requiere mínimos esfuerzos y ofrece la posibilidad de una viralización rápida), fotos manipuladas y/o fuera de contexto, videos manipulados y/o fuera de contexto, falsos afiches de campaña y, con menor frecuencia, audios de WhatsApp

¿Quiénes amplifican la desinformación?

Generalmente lo hacen usuarios de redes sociales con muchos seguidores o con tilde azul, referentes políticos, periodistas u otras figuras mediáticas.

Hay usuarios identificados, muchas veces con un perfil humorístico, que, aunque hayan sido denunciados, reinciden en la difusión de desinformación. 

Por otra parte, la amplificación de desinformación por parte de personajes públicos con gran número de seguidores es muy habitual y es una de las formas en las que la desinformación logra salir de pequeños círculos cerrados y alcanzar un mayor número de usuarios. Cuando referentes políticos o periodistas difunden una desinformación le dan mayor alcance y, en muchos casos, legitimidad.

Muchas veces retiran la desinformación o aclaran que fue un error. Pero lo que suele suceder es que la desinformación tiene cientos de miles de reproducciones/vistas y la respuesta aclaratoria muchísimo menos. Es decir, el daño está hecho y es difícil revertirlo.

¿Qué situaciones se aprovechan para la difusión de desinformación en épocas electorales? 

Los vacíos informativos -o sea, temas sobre los cuales no hay información confiable publicada- pueden ser llenados con contenidos falsos.

Es común en los procesos electorales que cualquier debilidad del sistema se vuelva blanco de falsos contenidos y rumores y que ante la falta de claridad en la comunicación oficial esos vacíos informativos se llenen con desinformación.

La desinformación sobre los procesos de votación puede generar confusión. Por ejemplo, en la previa de las PASO circuló desinformación respecto de que los sobres cerrados en el cuarto oscuro eran inválidos. Durante los comicios mismos, se difundió que el horario se extendía una hora, hasta las 19, lo que no era cierto.

La narrativa de denunciar un supuesto fraude en muchos casos aprovecha que la mayoría de las personas no tienen un gran conocimiento de las cuestiones técnicas de las elecciones. Por ejemplo, de cómo se entregan las urnas al inicio de la elección. Los desinformantes se apoyan entonces en fotos con cintas rotas, pero que no son la faja de seguridad.

Otra situación que se aprovecha es la complejidad de un tema para difundir desinformación incluso con una foto real. Fue el caso de la puesta en marcha del Gasoducto Néstor Kirchner, cuando en redes se hizo hincapié en un caño que finalizaba sin conexión dando a entender que la obra no estaba terminada.

Aprovechar las discusiones políticas y sensibles en un determinado momento suele ser otra estrategia utilizada por los desinformantes para tener una mejor llegada con sus contenidos. Temas típicos en este sentido son la seguridad y la economía. 

En el caso de Morena, la niña de 11 años asesinada en Lanús antes de las PASO, se difundió desinformación sobre supuestos vínculos de un supuesto agresores con una dirigente política, lo que luego fue desmentido.

También se suelen hacer cuentas de cuánto se puede ganar con planes sociales, aprovechando los prejuicios de parte de la población para con estas políticas sociales, que generalmente no se corresponden con la realidad.

De hecho, es habitual que durante los momentos de crisis, cuando hay mucha información circulando e interés de las audiencias, prolifere la desinformación. Este tipo de desinformación puede tener un impacto importante en la percepción de la situación e incluso en las decisiones que se tomen a la hora de votar.

El uso de la biografía de los candidatos para desinformar es otra táctica habitual de desinformación. Por ejemplo, se publicó una foto de Javier Milei besando a una ex pareja y se sugirió que era la hermana, lo cual no era cierto..

Los contenidos en los cuales se busca mostrar una imagen humillante para un candidato también son parte de las estrategias que suelen utilizar quienes desinforman. Así, hubo un video manipulado en el que Sergio Massa le pregunta a un niño a quién votaría y este responde “Milei”. En el original, decía “Massa”.

El uso de contenidos que pueden comenzar como algo humorístico y terminar desinformando sobre un tema es muy común. Pueden incluirse en este apartado los videos ralentizados que hacen parecer ebrias a las personas.

¿Sobre qué temas hubo desinformación en el período señalado?

Antes de las elecciones hubo desinformación en torno al conflicto en Jujuy y en torno al proceso electoral, sobre todo en relación a diversas elecciones provinciales. 

En julio, ya con las listas definitivas, empezó a difundirse con más frecuencia desinformación centrada en los precandidatos, sobre todo en Sergio Massa (Unión por la Patria) y Patricia Bullrich (Juntos por el Cambio). También en torno a la inauguración del Gasoducto Néstor Kirchner y al femicidio de Cecilia Strzyzowski en Chaco.

Durante los primeros días de agosto volvió a circular desinformación acerca del proceso de votación y se incrementó la desinformación centrada en los principales precandidatos. La economía y la seguridad fueron ejes sobre los que circuló desinformación.

El día de las elecciones e inmediatamente después, se compartieron informaciones erróneas sobre los problemas en el proceso de votación en CABA y sobre intentos de fraude. De todas maneras, cabe destacar que, por ahora, la circulación de mensajes sobre supuestos fraudes no tuvo nunca amplia difusión en Argentina.

Después de las PASO, la mayor cantidad de desinformación estuvo relacionada a los episodios de saqueos. Continuó además la desinformación sobre los candidatos y sobre el proceso electoral.

Ya en septiembre, la mayoría de las desinformaciones estuvieron enfocadas en los tres principales candidatos presidenciales (Milei, Massa y Bullrich). También hubo contenidos desinformantes sobre los programas sociales.

Hacia el 22 de octubre

¿Por qué es tan fácil difundir desinformación en Argentina y por qué tanta gente se toma en serio imágenes manipuladas con un sencillo programa de edición? 

En una época en la que contrastar información es, para quienes están acostumbrados, más fácil que nunca, pareciera que a la mayoría de la población le cuesta más distinguir mentira de verdad. Si hasta hace poco la manera más habitual de informarse era la televisión, ahora las redes y WhatsApp tomaron mayor relevancia. Pero distinguir una fuente fiable de una que no lo es parece haberse vuelto más complejo.

Estos días que quedan hasta el 22 de octubre seguramente generarán mucha más desinformación para analizar. Con la Inteligencia Artificial (IA) pisándonos los talones, parece necesario capacitar y formar más a los usuarios, dado que las plataformas, evidentemente, no serán las que pongan límites.

Contextual es una iniciativa del Instituto de Desarrollo Digital de América Latina y el Caribe (IDDLAC) que busca sumar información y análisis en contextos políticos y electorales con el objetivo de mejorar la calidad del debate público en la región. Su enfoque de trabajo se centra en el ámbito digital. Apunta a ofrecer estudios, herramientas técnicas y acciones de incidencia para identificar, fortalecer y hacer cumplir las responsabilidades de empresas y gobiernos para una mejor discusión pública. Más información: https://contextual.la

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