ENTREVISTA

Flavia Royón: “Con los ingresos tan golpeados en la política tarifaria hay que ir con gradualismo”

Casi no da notas. “Me buscan para salir a pegarle al Gobierno”, dice con una media sonrisa Flavia Royón, una de las ex funcionarias del gobierno de Javier Milei que debió salir abruptamente del gabinete en medio de la pelea del Presidente con los gobernadores, hace dos meses. “Lo siento como una injusticia que yo haya sido afectada por esta situación”, reflexiona ahora, de vuelta en el sector privado, donde asesora a inversores energéticos para uno de los sectores más estratégicos de la economía argentina. 

–Pasaron dos meses de tu salida abrupta del Gobierno ¿Cómo lo transitaste?

–Soy de la idea de que hay que entender que en los cargos de funcionarios, cuando uno asume, tiene que dejar siempre la renuncia a disposición y el que comanda tiene la facultad de armar su equipo de trabajo. Para mi fue un gusto y un honor que me hayan convocado siempre con el compromiso de desarrollar el sector y sigo construyendo desde el sector privado. 

–Lo hablaste con algún funcionario, con el propio Milei?

–Lo hablé con el ministro Caputo, la realidad es que yo era parte de un acuerdo político (con el gobernador de Salta, Gustavo Sáenz). De hecho no hablé con los diputados de Salta, mal podría hacerlo. En mi opinión la ley ómnibus había que acompañarla, las modificaciones al sector energético y minero estaban en la dirección correcta, pero yo no tengo poder sobre el voto de un diputado de la provincia. Lo siento como una injusticia que yo haya sido afectada por esta situación. Son manejos y acuerdos políticos. Pero respeto al Presidente. 

Lo siento como una injusticia que yo haya sido afectada por esta situación (el voto de un diputado sáltenos contra la ley ómnibus). Son manejos y acuerdos políticos. Pero respeto al Presidente

¿Dudaste en algún momento en asumir en el gobierno de Milei viniendo del gobierno de Massa?

–Dudé pero porque es un cargo muy demandante. Creo que tanto en energía como en minería hay una política de estado. En la Argentina no hay una discusión sobre si Vaca Muerta tiene que desarrollarse o no, si debe producir y exportar gas o si hay que hacer un proyecto de GNL. 

–El debate está en si el Estado tiene que estar presente en el desarrollo y planificación de las obras. 

–Hay alguna diferencia, en algún momento se cuestionó quién debía hacer la primera etapa del gasoducto, que fue la que llevamos adelante como prioridad nosotros y que hoy está permitiendo el superávit energético. Hoy tenemos más gas argentino para el mercado interno. Y eso hace que podamos importar menos gas. 

–Ahí Diana Mondino dijo que no había que hacerlo…

–Hay cuestiones conceptuales y otras es lo que sucede en la realidad. Hay que ser pragmáticos. Cuando asumió Massa la Argentina estaba en una situación compleja. El gasoducto ha sido un paso necesario. Después podemos discutir quién debería hacer un gasoducto. En un mundo ideal sería deseable que el inversor privado esté involucrado pero en esta Argentina de hoy hay que ser pragmático, no ideológico. Hay ciertas obras en las que el Estado tiene que estar, es muy difícil que la demanda lo financie, obras que hacen al desarrollo. También es muy distinta la situación del primer tramo del gasoducto con lo que puede ser la inversión del segundo tramo. Hoy ya hay un saldo exportable entonces puede haber más interés privado. En este primer tramo el primer beneficiario era el Estado porque entre el ahorro de divisas y subsidios era una obra que el Estado la recuperaba en menos de dos años. 

–¿Y por qué no lo hicieron antes?

–Es contrafáctico, pero primero tenías que levantar la producción. La necesidad del gasoducto estaba identificada en el gobierno de Macri, pero no se llevó adelante, después vino la pandemia, había también visiones contrapuestas en cómo llevarlo adelante que no le dieron la urgencia que tenía que tener. 

–¿Hoy está operativo?

–Está operativo el primer tramo, y está en marcha la obra de la reversión (desde el sur al norte) para sustituir la importación de Bolivia, que tiene ahora un fuerte declive en producción de gas y no puede sostener el contrato que tiene con la Argentina y necesitamos reemplazarlo. Eso es urgente. Esta gestión re licitó la obra de la reversión y hoy se está avanzando. 

–O sea la gestión de Milei está avanzando con la segunda etapa del gasoducto?

–Si. 

–¿Y se hace con fondos nacionales?

–Es un fondo que se creó con Cammesa y la CAF. Y esa obra avanza. Hay pragmatismo. Las obras que son urgentes y necesarias se van a llevar adelante. Y entiendo que van a trabajar en la segunda etapa, pero con la reversión se avanzó. 

–¿Hay riesgo de que se paralice esa obra?

–Habría que preguntárselo al ministro. No creo que se pare. 

Tarifazos y gradualismo

–Están llegando tarifas de servicios públicos con muy fuertes subas. ¿Cómo estás viendo los aumentos?

–Nosotros empezamos con la quita de subsidios a quien no puede pagar. Empezamos a bajar los subsidios a las industrias, a los sectores de altos ingresos y quedó un acompañamiento parcial a las pymes. La devaluación duplicó el precio del dólar y los costos, pero eso no se ha reflejado en el salario. La discusión es cómo van a acompañar los salarios, no si la luz o el gas es cara o barata. No se puede caer en la pobreza energética que es cuando destinas más del 10% de tu ingreso a pagar tarifas. 

La discusión es cómo van a acompañar los salarios, no si la luz o el gas es cara o barata. No se puede caer en la pobreza energética que es cuando destinas más del 10% de tu ingreso a pagar tarifas

–¿Es correcta la manera en la que se está haciendo?

–Lo que pasa es que hay un desfase entre los ingresos y un aumento muy abrupto de las tarifas. Conceptualmente los cargos fijos había que reformularlos, el tema es la velocidad y el gradualismo. Uno no puede analizar la política energética si no sabe cuál va a ser la política económica. La política energética tiene que estar en el contexto de una dirección política. En este contexto con los ingresos golpeados en la política tarifaria hay que ir con gradualismo. 

–¿Es un sector que se puede desregular por completo?

–El energético es un sector que debe estar regulado y no veo que este Gobierno se haya corrido. En la práctica no. Van a tener menos intervención, pero hay que tener pragmatismo.

–Están llegando tarifas a comercios que parecen impagables. ¿Es viable una economía que a la microempresa le llega una factura de servicios públicos de esa magnitud?

–Conceptualmente las pymes no deberían tener subsidios. Es una visión personal pero yo entiendo que hay que ir retirando el subsidio de manera gradual. Una panadería es una cosa y otra un shopping, que entra como pyme. Ellos no tienen precios regulados. La clave es tener gradualismo. Y trabajar en eficiencia energética.

–Pero es una sábana corta, si el comercio paga más por los servicios lo traslada a precios. 

–Pero ahí está el diseño de cómo vas a llevar a cabo la política económica. 

–¿Es correcto dolarizar el componente de producción del gas?

–Entiendo que es una decisión tomada donde no va a haber una devaluación brusca. Yo creo que la tarifa tiene que ser en pesos pero el planteo del Presidente es otro, busca una competencia de monedas.

–Una de las crisis más fuertes que tuvo el anterior gobierno fue la de los combustibles en la previa a las elecciones. ¿Qué pasó entonces?

–Había escasez de divisas e YPF tuvo dificultades para conseguir esos dólares para pagar las importaciones. 

–Quedó una sospecha de que podía haber habido algo raro en plena campaña.

–En términos objetivos lo que pasó es que YPF no consiguió las divisas. 

–¿Fue mala praxis o hubo intencionalidad?

–Es muy difícil responder si hubo una intencionalidad por parte de YPF, cuando se tomó intervención se solucionó rápidamente. 

–¿YPF debería ser estatal? 

–Si, se sacó de la lista de empresas sujetas a privatizaciones y creo que es un tema saldado. 

Yo creo que la tarifa tiene que ser en pesos pero el planteo del Presidente es otro, busca una competencia de monedas

–Se habla mucho de la influencia de Techint en el área energética del gobierno… 

–Hay muchos cuadros ex Techint, no se puede discutir, pero estamos hablando de personas, Horacio Marín (presidente de YPF) me parece un profesional idóneo y tiene visión estratégica. Si, trabajaba en Techint, pero tiene una visión de construcción que beneficia al país. 

–Vos estás en contacto con inversores de gran magnitud. ¿Por qué no hay aún inversiones con el discurso más afin de Milei?

–Nadie invierte en un país donde hay control de capitales. Es prioritario sacar el cepo para que vengan los grandes inversores energéticos. Es muy difícil convencer a un inversor que entre a un país donde después no va a poder recibir dividendos ni pagar préstamos en el exterior. Es prioritario tener un país previsible en materia fiscal. La carga impositiva tiene que ser estable.

Nadie invierte en un país donde hay control de capitales. Es prioritario sacar el cepo para que vengan los grandes inversores energéticos

–Ya no quedan funcionarios de Salta en el gobierno pero otra vez el gobernador salió a jugar fuerte, esta vez contra el lobby tabacalero. 

–Me parece muy valiente, fue el único gobernador que lo hizo a pesar de que Salta no es la única provincia afectada. Claramente hay lobby. 

–¿Crees que puede tener éxito este modelo económico?

–Sería irresponsable decirte que esto termina mal. El Presidente es más radical en sus declaraciones, pero Caputo es muy profesional para trabajar. Todos aspiramos a una Argentina pujante, que se abra a obras de infraestructura estratégicas. La diferencia está en el cómo la llevamos adelante. Tiene probabilidades de éxito, ojalá las tengas. Tenemos que tener la grandeza de acompañar. 

–Imaginate en cuatro años ¿Ponés en tu currículum que fuiste funcionaria del gobierno de Milei?

–Por supuesto que sí.

MV/MG