Busca nacionalizar la elección en PBA

Milei vistió de violeta a macristas y banalizó el símbolo del Nunca Más para lanzar la campaña libertaria bonaerense

El presidente Javier Milei encabezó este jueves la foto de campaña con sus ocho candidatos seccionales de la provincia de Buenos Aires en un montaje cuidadosamente pensado para relanzar la estrategia electoral del oficialismo en el mayor distrito del país. La escena, registrada en un terreno baldío de Villa Celina, partido de La Matanza, incluyó a su hermana Karina, al armador libertario Sebastián Pareja, al jefe del PRO bonaerense Cristian Ritondo y a los principales postulantes de La Libertad Avanza (LLA) para las legislativas del 7 de septiembre. La imagen se publicó el mismo día en que se oficializó la alianza nacional entre libertarios y macristas tanto en Buenos Aires como en la Ciudad.

El mensaje visual que eligió el Gobierno buscó sintetizar la consigna central de la campaña: polarizar con el peronismo. En una bandera desplegada al frente del grupo, Milei y sus candidatos posaron con la frase “Kirchnerismo, Nunca Más”, en la misma tipografía y color que identifican desde 1984 al informe elaborado por la Conadep sobre los crímenes de la dictadura. La banalización simbólica de uno de los consensos democráticos más importantes del país amaga con desatar una ola de críticas.

La consigna, más que una ocurrencia estética, fue una señal política. Milei eligió no vestir el buzo violeta que lucieron todos los demás, incluidos los macristas que ahora integran sus listas. Entre ellos, se destacaron Diego Valenzuela, intendente de Tres de Febrero y primer candidato a senador por la primera sección electoral, y el excomisario Maximiliano Bondarenko, quien encabezará la boleta en la tercera sección, la zona más adversa del conurbano para los libertarios. También estuvieron presentes José Luis Espert y Patricia Bullrich, que suenan con fuerza como candidatos en las boletas de octubre.

La escenografía había sido planeada para el miércoles, pero fue postergada por decisión de Casa Rosada ante la sesión de Diputados, que trataba proyectos sensibles para el oficialismo. La reunión en la que se definió la suspensión —entre Karina Milei, Pareja y Ritondo— reflejó las tensiones parlamentarias y las dudas del Gobierno sobre el desempeño electoral en territorio bonaerense. “Es un terreno muy hostil y muy difícil”, había admitido el propio Pareja. La publicación de la foto finalmente coincidió con la confirmación del acuerdo nacional con el PRO, tras intensas negociaciones selladas entre Karina Milei y Cristian Ritondo, y avaladas por Mauricio Macri.

Es que, mientras los libertarios difundían la imagen con estética militarizada y liturgia provocadora, en paralelo llegaba el primer comunicado conjunto entre LLA y el PRO por el frente electoral porteño. Allí se ratificó que los macristas ocuparán el quinto y el sexto lugar en la lista de diputados nacionales, a cambio del compromiso explícito de votar “a libro cerrado” los proyectos de Milei. El documento, firmado por Pilar Ramírez y Ezequiel Sabor —delegados de Karina Milei y Jorge Macri—, remarca que el acuerdo se extenderá hasta 2027 y que tiene como eje la defensa del plan económico y el equilibrio fiscal. En ningún momento menciona el respaldo a la gestión en la Ciudad.

La alianza, resistida por una parte del PRO, fue diseñada como una fusión funcional para las elecciones de octubre, pero tiene efectos inmediatos en la campaña bonaerense: consolida a Pareja como único armador, desplaza a los sectores alineados con Santiago Caputo y activa la máquina libertaria con una lógica nacionalizada. La foto en Villa Celina fue el primer acto reflejo de ese nuevo pacto. Y también una muestra de cómo, para el oficialismo, las imágenes pueden ser más importantes que las palabras. Aunque a veces, como en este caso, digan más de lo que el Gobierno quisiera explicar.

PL/MC