Clima

El Servicio Meteorológico advierte sobre el calor extremo en Argentina en la noche de Año Nuevo

elDiarioAR

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Los pronósticos describen un escenario de calor persistente en el centro del país, junto con inestabilidad en varias regiones durante el cierre de 2025 y el inicio de 2026.

Entre el 29 de diciembre y el 3 de enero, las condiciones meteorológicas se caracterizarán por temperaturas muy altas en las provincias de Buenos Aires, incluido el AMBA, La Pampa, Córdoba, San Luis, Mendoza, el este de San Juan y La Rioja, el norte de Río Negro y Neuquén, y el centro y sur de Santa Fe y Entre Ríos. 

Durante este período, las temperaturas máximas se ubican entre 34 y 42 °C, mientras que las mínimas oscilan entre 18 y 26 °C, lo que limita el descenso térmico nocturno.

En este contexto, el pasaje de frentes fríos y la ocurrencia de tormentas aisladas generarán descensos temporarios de la temperatura. En la provincia de Buenos Aires, este alivio térmico se espera principalmente durante la noche del 31 de diciembre y la mañana del 2 de enero. 

Situaciones similares pueden registrarse en sectores de Cuyo y en las sierras de Córdoba, donde las tormentas favorecen bajas transitorias de las temperaturas. No obstante, el predominio de condiciones calurosas se mantiene al menos hasta el 3 de enero inclusive.

Para el 31 de diciembre y el 1° de enero, el escenario meteorológico presenta particularidades regionales. En el norte del Litoral, en las provincias de Cuyo y en el NOA, se esperan lluvias y tormentas aisladas durante ambas jornadas. En estas áreas, las temperaturas máximas se ubican entre 33 y 38 °C, con mínimas elevadas, de 22 a 26 °C.

En la franja central del país, el miércoles 31 se presentará con ambiente muy caluroso y temperaturas máximas entre 35 y 42 °C. Hacia la noche, el avance de un frente frío provocará un descenso térmico, especialmente sobre la provincia de Buenos Aires, que se percibirá con mayor claridad durante el jueves 1° de enero. 

Este sistema también favorece la formación de tormentas en provincias de Cuyo, con posterior desplazamiento hacia Córdoba y el sur del Litoral a lo largo del primer día del año.

En la región patagónica, se esperan condiciones calurosas en Río Negro y Neuquén, con temperaturas máximas entre 30 y 36 °C y mínimas entre 18 y 24 °C. En el extremo sur, en cambio, se prevén lluvias y un ambiente más frío, con temperaturas máximas entre 8 y 18 °C y mínimas entre 5 y 12 °C.

Recomendaciones para disfrutar con seguridad

Ante la persistencia de las altas temperaturas, es fundamental priorizar la hidratación, evitando la exposición directa al sol en las horas centrales del día (entre las 10 y las 16). Se recomienda el uso de ropa clara y liviana, protector solar y gorros. Para quienes planeen celebraciones al aire libre, es aconsejable estar atentos a la evolución del tiempo, ya que las tormentas podrían desarrollarse de forma rápida, especialmente en la noche del 31.

El Servicio Meteorológico Nacional recomienda mantenerse informado a través de los pronósticos y alertas vigentes para cada localidad. Toda la información actualizada sobre el estado del tiempo y las advertencias meteorológicas se encuentra disponible en www.smn.gob.ar.

Con información del SMN.

¿Cómo detectar la deshidratación en adultos mayores?

Las altas temperaturas se vuelven un problema frecuente para los adultos mayores, ya que el verano golpea fuerte con los golpes de calor y la deshidratación, lo que genera un alerta en la población de ese rango etáreo.

En muchos casos, los síntomas no son evidentes y pueden confundirse con cansancio, presión baja o malestar general.

Por eso, según supo la Agencia Noticias Argentinas, la detección temprana es clave para evitar complicaciones que pueden derivar en internaciones.

La falta de agua en el cuerpo afecta funciones vitales como la circulación, la temperatura corporal y el funcionamiento de los riñones.

En adultos mayores, incluso una deshidratación leve puede impactar rápidamente en la salud.

Además del calor, influyen otros factores, como problemas de movilidad, dificultades para acceder a líquidos o cuadros digestivos que aumentan la pérdida de agua.

Por eso la atención debe ser permanente y, ante cualquier síntoma, se debe consultar al médico de inmediato.

Cinco claves para detectar y evitar la deshidratación en personas mayores

  • Observar cambios físicos: la sequedad en la boca, labios agrietados, piel menos elástica u orina oscura y escasa son señales de alerta.
  • Prestar atención al comportamiento: confusión, somnolencia, mareos o irritabilidad pueden indicar falta de hidratación.
  • Controlar la frecuencia de ingesta: no esperar a que la persona tenga sed. Es importante ofrecer agua de forma regular durante el día.
  • Incorporar líquidos en las comidas: caldos, frutas, verduras y gelatinas ayudan a sumar hidratación de manera segura.
  • Adaptar el entorno al calor: ambientes frescos, ropa liviana y evitar la exposición solar en horas pico reducen la pérdida de líquidos.

Por lo expuesto, es fundamental que familiares y cuidadores estén atentos a estos signos, ya que muchas personas mayores no expresan que tienen sed o no lo perciben con claridad.

Es por eso que, ante síntomas persistentes, se recomienda consultar con un profesional de la salud para evaluar la situación y evitar complicaciones mayores.

Por lo tanto, cuidar la hidratación en la tercera edad es una medida simple, pero esencial, especialmente en verano, porque puede marcar la diferencia entre un malestar pasajero y un problema de salud serio.

Con información de NA.