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Tomás Tello fue asesinado de una puñalada en el corazón y para el fiscal se trató de una venganza

Samanta, la mamá de Tomás Tello, el joven asesinado en Santa Teresita.

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Tomás Tello Ferreyra murió a causa de una una herida punzocortante en el tórax que dañó directamente su corazón. Así lo determinó la autopsia cuyos datos fueron revelados este martes. El motivo: una venganza. Esa fue la explicación que dio el fiscal sobre las razones que llevaron a matar al joven de 18 años. Al asesinato lo perpetró una patota, el 1 de enero a la madrugada en la localidad bonaerense de Santa Teresita, durante los festejos de Año Nuevo.

Por el homicidio hay siete detenidos, además de dos menores de edad aprehendidos, quienes iban a ser indagados este martes en una sede del fuero de Responsabilidad Juvenil de la localidad bonaerense de Dolores. Según confirmó el fiscal general de la jurisdicción, Pablo Gamaleri, el móvil del crimen fue una “venganza”.

Este martes también se conocieron dos videos caseros donde se puede ver como fue el ataque.

El fiscal, titular de la Unidad Funcional de Instrucción (UFI) 11 de Dolores, decidió posponer para este miércoles la declaración indagatoria de los detenidos mayores de edad.

De acuerdo con la autopsia, Tello murió a causa de una “una laceración en la aurícula derecha del corazón” luego de sufrir una “herida punzocortante en la línea media de tórax”, lo que derivó “en un taponamiento cardíaco y el posterior fallecimiento de la víctima”.

Los investigadores todavía no pudieron encontrar el arma homicida. El fiscal Gamaleri decidió modificar la carátula del hecho, de “homicidio en riña” a “homicidio agravado por concurso premeditado y alevosía”, la misma calificación que se le aplicó a los rugbiers condenados por el crimen de Fernando Báez Sosa, cometido en enero del 2020.

Fuentes de la investigación señalaron los sospechosos tienen 16, 17, 21, 22, 27, 29, 33 y 57 años, y aseguraron que uno de ellos es el padre de Damián Kopelian (21), señalado como autor material del crimen.

Por otro lado, el fiscal general de Dolores, Diego Escoda, manifestó que los asesinos de Tello obraron con “un plan de antemano”, que se originó el 23 de diciembre a raíz de una disputa anterior con la víctima, quien trabajaba como albañil.

“No sabemos muy bien qué pasó el 23 de diciembre. Varios testigos señalan que pasó eso. Esto se aprovechó como una venganza o represalia por ese hecho anterior”, aportó Escoda en declaraciones a Radio Mitre. 

En referencia a los nueve detenidos, el fiscal general comentó que “algunos de los capturados son autores y otros son partícipes”. “A los detenidos no se les extrajo muestras para saber si estaban alcoholizados. Igualmente eso no influiría en la causa”, expresó.

Para el abogado, hay una “gran cantidad de evidencia” que prueba la alevosía

Esta mañana, el abogado Miguel Ángel Pierri asumió la representación legal de los familiares de la víctima y adelantó que existe “una gran cantidad de evidencia” para probar la alevosía y premeditación del hecho.

“Es una postal que lamentablemente se repite. Hemos aprendido muy poco como sociedad. Estos hechos los estamos naturalizando, hechos como los de Fernando Báez Sosa y Tomás suceden regularmente. Una vez más vemos a la juventud en el peor de los escenarios”, comentó Pierri en diálogo con el canal de noticias C5N.

Sobre los atacantes, la mamá de la víctima, Samanta, dijo que no los conoce, aunque recordó que Tomás le había comentado que, dos días antes de Navidad, él había hecho una fiesta en la que tres personas de Buenos Aires se pelearon con un amigo de su hijo y que perdieron sus documentos.

“Aparentemente de tres de los atacantes Tomi tenía el documento pero no sé quiénes son”, agregó la mujer, quien recordó que su hijo le había pedido ayuda para localizar a esas personas y devolvérselos, aunque nunca llegó a entregárselos.

Daniel Tello, padre del joven asesinado, criticó la labor policial durante el hecho y pidió “que se haga justicia”. “Si no hacen nada, la justicia la voy a hacer yo y no quiero hacer eso y darle un sufrimiento más a mi familia, me estoy conteniendo”, advirtió.

Los investigadores pudieron determinar que la secuencias comenzó minutos antes de las 7 de la mañana, cuando Tomás Valentín Tello Ferreyra (18) festejaba con sus amigos el Año Nuevo en la playa, a la altura de la calle 38 y la avenida Costanera, en Santa Teresita. En ese lugar empezaron a ser golpeado y perseguido por una decena de personas, por lo que trató de escapar corriendo alrededor de 600 metros.

El joven intentó refugiarse en un domicilio ubicado en la intersección de la calle 44 y la avenida Costanera, pero fue interceptado otra vez por la patota. Allí volvieron a atacarlo con pedradas, botellazos, puntapiés, golpes de puño y al menos un arma blanca. Tras el ataque fue trasladado de urgencia al hospital de Santa Teresita, donde finalmente falleció.

Las detenciones se produjeron poco después del hecho gracias a que hubo varios testigos del crimen y a las cámaras de seguridad donde los agresores aparecen caminando por la playa, intentando escapar de la zona. Cerca de las 9 de la mañana, otros dos sospechosos fueron detenidos a unas diez cuadras del lugar del ataque y, uno de ellos, identificado como Damián Kopelian (21), fue señalado por los pesquisas como el autor de la puñalada mortal que recibió la víctima.

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