El dramaturgo Juan Mayorga, Premio Princesa de Asturias de las Letras

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El jurado del premio Princesa de Asturias de las Letras eligió a Juan Mayorga para concederle este año su reconocimiento, por “la enorme calidad, hondura crítica y compromiso intelectual” de la obra del dramaturgo, cimientada en los pilares de la “acción, emoción, poesía y pensamiento”. Y destacó su “formidable renovación de la escena teatral, dotándola de una preocupación filosófica y moral que interpela a nuestra sociedad”. Según el jurado, Mayorga “concibe su trabajo como un teatro para el futuro y para la esencial dignidad del ser humano”.

Este es uno de los grandes años de la carrera de Juan Mayorga, pletórico de trabajo y reconocimientos. Recientemente estrenó obra en el Teatro Español, el monólogo Silencio con Blanca Portillo, que surge del texto que el autor leyó al ingresar como académico en la Real Academia Española en 2019. Y El golem, dirigida por Alfredo Sanzol, en el Teatro María Guerrero. No son las únicas de sus obras que se han podido ver en los escenarios durante los últimos meses.

“Intento escribir textos que despierten el deseo de teatro. Todos los escribo con gran ambición”, explicó sobre el carácter de su obra en una entrevista a elDiario.es el pasado mes de enero. “Quiero hablar sobre lo humano, sobre lo que nos vincula, sobre nuestra fragilidad y pequeñez y sobre nuestro derecho a la dignidad y a la libertad, lo cual puede encontrar interlocutores en diferentes lugares”, añadió.

Además de ser miembro de la RAE, es académico de número de la Real Academia de Doctores de España, socio de honor de la Real Sociedad Matemática Española y miembro del Comité Científico de la Biblioteca Nacional de España. Ha recibido, en España, el Premio Ojo Crítico de RNE (2000), el Telón de Chivas a las Artes Escénicas (2005), el Premio Nacional de Teatro (2007), el Premio Valle-Inclán (2009), el Nacional de Literatura Dramática (2013) y cinco premios Max de las Artes Escénicas. En 2016 le fue otorgado el Premio Europa Nuevas Realidades Teatrales.

Entre montaje y montaje, Mayorga dirige el máster de formación permanente en creación teatral de la Universidad Carlos III. Unos estudios que consolidó tras ocho años como una referencia en toda España.

De la filosofía al teatro

Mayorga comenzó su andadura teatral en 1989. Previamente estudió Filosofía y Matemáticas, y amplió su formación filosófica en las universidades de Münster, Berlín y París. Se doctoró en 1997 con un trabajo sobre el pensamiento de Walter Benjamin. Aprendió dramaturgia en los talleres de escritura de José Sanchís Sinisterra, Josep Maria Benet i Jornet o el chileno Marco Antonio de la Parra, un tiempo en el que gestó sus primeras obras en torno al grupo de dramaturgos Teatro del Astillero, bajo la batuta de Guillermo Heras

En aquella época, Mayorga pergeñó un teatro político sobre la memoria europea que culminó en 1998 con uno de sus montajes más representados y laureados: Cartas de amor a Stalin. De aquellos noventa es su primera pieza, Siete hombres buenos, una obra sobre un Gobierno ficticio de la República en el exilio, que aún ganando el Premio Marqués de Bradomín tardó 30 años en ver la luz. Un letargo entre la escritura y la escena que, sin bien muchos de sus textos ya en este siglo fueron representándose al poco de ser escritos, es normal en la carrera de Mayorga.

A veces, en esos largos periodos de tiempo entre la escritura y la representación, Mayorga reescribe algún aspecto, como la inversión de género de la protagonista de El jardín quemado, que no se pudo representar en 1997 por motivos de política cultural y que se estrenó en Italia en 2016 y permanece inédita en España. “Tengo una relación con mis textos conflictiva”, explicó a elDiario.es. “La vida es combate. Incluso creo que la reescritura precede a la escritura. Cuando un escritor escribe una frase, ya la reescribió en su cabeza tres veces. Mis obras no son documentos de vida inamovibles. Yo lo que intento es ofrecer ese fantasma que se llama texto a la comunidad teatral”.

Propuesta desde Almagro y defendida unánimemente

Esta candidatura fue propuesta por Rafael González Cañal, catedrático de la Universidad de Castilla-La Mancha y director de las Jornadas de Teatro Clásico de Almagro, y fue elegida entre 41 de 19 nacionalidades.

Hacía tiempo que este premio no se acercaba al teatro, siendo los dos últimos dramturgos reconocidos Francisco Nieva en 1992 y Arthur Miller en 2002.

“¡¡Era mi candidato, por fin!!”, ha exclamado ante los periodistas que cubrían el acto la catedrática de Literatura Española de la Universidad de Barcelona Rosa Navarro que, ironizó, ocultó “sabiamente” esta circunstancia durante las primeras deliberaciones, “y luego fue una sorpresa ver que no era solo mi candidato sino que había una voluntad bastante unánime en todo el jurado”, según recoge EFE.

El director de la Real Academia Española (RAE) y presidente del jurado, Santiago Muñoz Machado, ha revelado que el premio se concedió “por amplia mayoría” del tribunal, que llevó a cabo un trabajo “ejemplar” por la profundidad del debate para conceder un galardón que, finalmente, satisfizo “incluso a los que tenían otro candidato”. Para Muñoz Manchado, Mayorga es “un hombre joven al que le queda mucha carrera por delante” y logró “un éxito formidable” con el que consiguió o atraer a la juventud al teatro.

El año pasado, fue el escritor francés Emmanuel Carrère quien mereció el premio. En ediciones anteriores se galardonó la obra de Anne Carson, Adam Zagajewski, John Banville, Antonio Muñoz Molina, Leonard Cohen, Paul Auster, Claudio Magris, Arthur Miller, Augusto Monterroso, Günter Grass, Philip Roth, Carlos Fuentes, Camilo José Cela, Mario Vargas Llosa y Juan Rulfo, entre otros.

Ya se entregó el quinto de los ocho premios Princesa de Asturias de este año. El dedicado a las artes fue para la cantaora Carmen Linares y la bailarina y coreógrafa María Pagés. El de Comunicación y Humanidades fue para el periodista polaco Adam Michnik. El de Ciencias Sociales fue para Eduardo Matos Moctezuma y el de los Deportes para la Fundación y el Equipo Olímpico de Refugiados.

El premio está dotado con 50.000 euros, una escultura de Joan Miró, un diploma acreditativo y una insignia. El jurado ha estado integrado por Santiago Muñoz Machado (presidente), Sergio Vila-Sanjuán Robert (secretario), Xosé Ballesteros Rey, Xuan Bello Fernández, Blanca Berasátegui Garaizábal, Anna Caballé Masforroll, Gonzalo Celorio Blasco, Jesús García Calero, José Luis García Delgado, Pablo Gil Cuevas, Francisco Goyanes Martínez; Carmen Millán Grajales, Rosa Navarro Durán, Leonardo Padura Fuentes, Ana Santos Aramburo, Jaime Siles Ruiz, Diana Sorensen y Juan Villoro Ruiz.