La selección brasileña dividida por el apoyo de Neymar a Bolsonaro: Tite no irá a visitarlo

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(Por Pablo Giuliano, desde San Pablo).- La elección presidencial del domingo próximo en Brasil quebró la paz interna que mantenía la selección de ese país luego de que el futbolista Neymar anunciara su apoyo a la reelección de Jair Bolsonaro y le dijera al propio presidente que le llevará a Brasilia la copa de Qatar, aunque el entrenador, Tite, a quien el bolsonarismo considera un opositor “comunista”, anunció hoy que no participará de eventuales festejos en la casa de gobierno al lado del jefe de Estado.

“Yo no voy (a llevarle la copa a Bolsonaro) ni ganando ni perdiendo. La selección puede ir pero yo no voy, es una cuestión personal y no depende de quien gane la elección, le dije eso (en Rusia 2018) cuando Michel Temer era el presidente, no me siento cómodo porque no es mi ambiente”, aseguró Tite al diario O Globo.

Lo hizo luego de que Neymar participara el sábado por 40 minutos de una transmisión en vivo del presidente Bolsonaro, a quien le dijo que “comparte los mismos valores”, le auguró que será reelecto el domingo ante Luiz Inácio Lula da Silva y le anticipó que le dedicará el primer gol en Qatar 2022 y que le llevará la Copa del Mundo, el ansiado hexacampeonato de los verdeamarillos.

El apoyo de la estrella del PSG a la extrema derecha, según dijo el propio Neymar, es por “retribuir” la solidaridad del presidente cuando en 2019 fue acusado de violación en Paris, una denuncia considerada sin pruebas por la policía.

Lula, por ejemplo, sostuvo que Neymar apoya a Bolsonaro “porque tiene miedo” que con el cambio de gobierno salga a la luz el caso de evasión millonaria de impuestos del futbolista para el cual ha negociado su padre con el el ministro de Economía, Paulo Guedes.

La declaración de Tite no se quedó apenas en oponerse a llevarle el eventual trofeo al Palacio del Planalto a Bolsonaro, como hicieron en 1970 la selección tricampeona de Pelé con el dictador Eduardo Garrastazú Medici, los ganadores de Estados Unidos 1994 con Itamar Franco y los de 2002 con Fernando Henrique Cardoso.

Adenor Bachi se opuso a que la camiseta de la selección haya quedado identificada a la extrema derecha bolsonarista: desde el impeachment de Dilma Rousseff en 2015 que la camiseta de la CBF está identificada con el grupo que logró elegir a Bolsonaro.

“Esa no es mi batalla, yo no lo lucho esa batalla (por la identificación del bolsonarismo con la camiseta nacional de Nike). La batalla del fútbol es de la educación, de la competencia para ser mejor, pero con límites éticos, para ser el más osado y el más creativo, de respetar nuestros orígenes. Que esa gente se quede con esa batalla, no la transfieran para mi”, respondió Tite.

El atacante Richarlison, que en la pandemia se distanció del bolsonarismo colaborando con la recaudación de fondos para la investigación científica contra la COVID-19 de la Universidad de Sao Paulo, es uno de los principales defensores de la selección en las redes pero también eligió alejarse del bolsonarismo. “Hoy en día la camiseta está usada para el lado político y esto nos hace perder identidad en la camiseta y en la bandera de la selección”, comentó el atacante.

Tite recordó que se opuso en 2021 a que la CBF y el gobierno brasileño acogieran la Copa América que venció Argentina en el estadio Maracaná debido a la pandemia de COVID-19. Por ello fue llamado “comunista” por dirigentes bolsonaristas debido a que Tite, por su paso por Corinthians, tuvo trato en 2012 con Lula, hincha del club albinegro de San Pablo.

Tite admitió que fue el momento más difícil de su gestión iniciada tras la catástrofe del Mundial 2014 y reveló que el propio Neymar se opuso a la posición de Bolsonaro.

“Yo, Neymar, Alisson, Danilo, Casemiro, Marquinhos y Thiago Silva pedimos no hacer la Copa América (...) el fútbol no va traer una igualdad social mayor, traerá alegría, sentido educacional, ético, competitivo, lúcido, cada uno con su responsabilidad”, señaló.

El respaldo de Neymar a Bolsonaro le sigue a una lista de figuras que se identifican con la reelección de la extrema derecha, como el campeón del mundo Rivaldo y los expilotos de Fórmula 1 Nelson Piquet y Emerson Fittipaldi, entre otros. Además de Romario, estrella del campeón mundial en 1994 que se reeligió por el bolsonarismo senador por 8 años.

Por el lado de Lula, el apoyo explícito tuvo nivel internacional la semana pasada cuando otro campeón en 1994, Raí, dijo en la entrega del Balón de Oro en París que su hermano, Sócrates, fallecido en 2012, “sin lugar a dudas estaría votando” al líder del Partido de los Trabajadores (PT). Raí hizo en el estrado la “L” con su mano antes de entregarle el premio a Mané.

Bolsonaro en esta elección intentó sin suerte recibir apoyos para distribuir en las redes sociales en los estadios. Una silbatina -mezclada con aplausos- lo recibió en el Maracaná cuando fue a ver a Flamengo contra Vélez Sarsfield por la semifinal de la Libertadores 2022. También anoche en el Allianz Arena de San Pablo recibió abucheos al ver a su Palmeiras contra Avaí por el campeonato brasileño.

Del lado de Lula, las viejas guardias militantes han salido al primer plano de la campaña, como el movimiento Democracia Corintiana que lideró Sócrates en 1982, con el antirracista Vladimir y Walter Casagrande, principal portavoz de aquel grupo que enfrentó desde el campo de juego a la dictadura.

“Sacando a Richarlison, del Tottenham, y a Paulinho, del Bayer Leverkusen, los jugadores que apoyan a Bolsonaro perdieron la raíz porque ninguno viene de familia rica, antes de jugadores eran brasileños pobres. Apoyan a Bolsonaro porque para ellos Brasil no necesita cambiar”, sostuvo Casagrande.

El exfutbolista recordó que Neymar durante la premiación del Balón de Oro estaba respondiendo por evasión fiscal en España.

Entre los nombres del deporte que apoyaron a Lula se encuentra Bebeto, campeón mundial de 1994 y compañero histórico de Romario. Bebeto, concejal por el Partido Laborista, salió a las calles a pedir por la caída de Bolsonaro.

En caso de que Brasil conquiste su hexa en Qatar, el presidente será Bolsonaro porque el vencedor de las elecciones del domingo asumirá apenas el 1 de enero.