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el creciente riesgo de que falte gas en la Argentina

“Se acerca el invierno”: la frase de Game of Thrones que atormenta al Gobierno

Cómo conseguir gas y a qué precio, el reto del Gobierno para este invierno

Jonathan Raed

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“Se acerca el invierno”, fue la frase popularizada en la serie Game of Thrones, que alertaba sobre los peligros que traería la época invernal. En Argentina, la preocupación por lo que pueda ocurrir en la estación más fría está atada a la provisión de gas, que puede derivar en siderales erogaciones del Estado o incluso en el desabastecimiento. Todo esto, en un sector que arrastra problemas de infraestructura de hace muchos años y que hoy están a flor de piel por los vaivenes internacionales provocados por la guerra entre Rusia y Ucrania.

El impacto de estos vaivenes y su correlato en la disparada de los precios del gas puede ser muy grande en los esquemas económicos del Ministerio de Economía. El jueves último ya se vieron los primeros roces entre la cartera que conduce Martín Guzmán y la Secretaría de Energía, a cargo de Darío Martínez y bajo la órbita de Economía. Una carta de Martínez a Guzmán que publicó el sitio Infobae alertaba en duros términos sobre la insuficiencia del dinero que Economía bajó a Energía para sostener el esquema energético durante marzo. Fueron 66 mil millones de pesos, contra 309 mil millones que esperaba Energía.

Con el correr de las horas, las tensiones bajaron y Energía emitió un comunicado en el cual dio el problema por resuelto. El viernes, el propio Martínez salió a hablar del tema en distintas radios. “No hubo ninguna carta”, aseguró, al tiempo que negó también críticas al presidente Alberto Fernández. Aclaró que se trató de “una nota administrativa” sobre la necesidad de contar con mayores recursos, lo cual es “habitual” y “parte del trabajo”.

Ya sea en formato carta o nota administrativa, quedó reflejada la crisis del sector. Tal como publicó elDiarioAR la semana pasada, la factura energética podría dispararse hasta los US$ 12.000 millones, un 130% más que el año pasado. El número está basado en un estudio de la consultora especializada G&G Energy. En 2021, la factura de GNL importado fue de US$ 1.178 millones. La misma se podría multiplicar por 5 o hasta por 7 durante este año, de mantenerse la tendencia en los precios internacionales. Así las cosas, solo en GNL se podría gastar el equivalente al total de las importaciones energéticas de 2021.

Juan José Carbajales es director del Posgrado en “derecho de los hidrocarburos y sostenibilidad” (UBA) y fue Subsecretario de Hidrocarburos de la Nación entre 2019 y 2020. Ante la consulta de este medio, opinó que el primer error fue no aprovechar el contexto favorable de 2020 para asegurar compras en plazos mayores a un año. “La campaña de compra de GNL se suele decidir en el último trimestre de cada año, luego de que la Secretaría de Energía consulta a organismos y empresas públicas (IEASA, Cammesa, YPF), a los transportistas (TGN y TGS) y al ente regulador. El año pasado ocurrió algo inesperado: la disparada de precios internacionales producto de la suba de demanda pospandemia y de las disputas comerciales entre las potencias. A eso, se sumaba que no se había aprovechado el contexto de bajos precios durante la pandemia, para hacer compras con una extensión mayor a un año de provisión. Por lo tanto, se decidió esperar”.

“En el verano se testeó el mercado con un buque. Pero luego sobrevino el segundo acontecimiento no previsto: la guerra Rusia-Ucrania. Es allí donde todas las previsiones se alteraron puesto que queda pendiente la adquisición de todos los buques metaneros, tanto para la terminal de Escobar como de Bahía Blanca, y los precios futuros se multiplicaron por tres o cuatro, dependiendo de la semana”, detalló y agregó: “Esta situación supone una tensión sobre las cuentas fiscales por mayor requerimiento de divisas y sobre la generación eléctrica, puesto que más del 60% de la electricidad se produce con gas natural”.

Finalmente, Carbajales planteó: “El esfuerzo del Gobierno, las provincias y la industria, con YPF a la cabeza, por incrementar los volúmenes de gas local –producto del marco brindado por el Plan Gas.Ar 2020-2024– dio un significativo resultado, no obstante toparse con restricciones de transporte desde la cuenca neuquina (Vaca Muerta) hacia los centros de consumo en Buenos Aires y la zona centro. El panorama general luce ciertamente crítico y la pericia del Gobierno será crucial para capear la coyuntura”.

El Instituto de Energía Scalabrini Ortíz emitió un comunicado en el cual solicitó al Gobierno la declaración de la emergencia energética. Uno de los miembros del IESO, Marcos Rebasa, explicó a elDiarioAR: “Queremos ayudar al Gobierno en momentos donde hay grietas por todos lados. La declaración de emergencia facilitaría la adopción de medidas de urgencia y daría una gran difusión de la situación: o no hay gas suficiente o hay gas pero a un costo que no sabemos a dónde puede terminar”.

Para Rebasa, “no se previó con tiempo la construcción de los gasoductos, prepararse para el almacenamiento de gas; hubo años para hacer eso y no se hizo nada”. Sin embargo, “lo importante ahora es pedir a las empresas maximizar la producción de gas, por las vías que sean, para disminuir el costo del Tesoro en la compra de gas, que rompe con todas las previsiones”.

“Hay medidas paliativas que pueden ayudar: por ejemplo, que las empresas se dediquen a sacar gas. Es un verso que se aumentó la producción; solo un poco, en algunos lugares. No tienen que aumentar los de Vaca Muerta, sino los del Sur. Lo poco que se pueda ahorrar, es bueno”, remarcó.

Una fuente de una importante empresa del sector afirmó que no es posible aumentar demasiado la producción y aseguró que “dependemos de la cuestión internacional”. “Hay un problema de infraestructura, de evacuación. Por más que perfores más, hoy no hay capacidad de inyectar en la red un mayor volumen de gas”, consideró.

El esquema argentino es complejo. Hay sobreproducción en verano, pero no hay capacidad para almacenarla, por lo cual se exporta a Chile. En invierno, la producción no alcanza y se suple con importación. Además de los precios elevados, el conflicto bélico internacional puso a Estados Unidos a comprar gas a gran escala, con el fin de paliar la falta de gas ruso en Europa, lo cual complejiza más la capacidad de compra argentina.

“Dependemos de la cuestión internacional. Se puede renegociar con Bolivia o importar energía de Brasil, que generan las hidroeléctricas, pero hay un problema grande y no se soluciona con eso. Tampoco va a alcanzar el volumen doméstico que puedas incrementar”, advirtió la fuente.

Gabriel Matarazzo, tesorero de la Federación Argentina Sindical del Petróleo, Gas y Biocombustibles (FASiPeGyBio), opinó en diálogo con ElDiarioAR: “Es muy necesaria la compra de estos famosos barcos de GNL. A la Argentina le sobra el gas, pero está debajo de la tierra. No tenemos la infraestructura para almacenarlo y es imposible producir el gas que necesitamos para el invierno. Con las tarifas pisadas, las empresas tampoco están muy motivadas para producir gas. De esta forma, todo el potencial de gas que tenemos queda suspendido”.

“Hoy te encontrás con dos problemas: el precio y conseguirlo. Tendrá el Estado que comprar hoy para tenerlo en pleno invierno. Si el Estado no compra, habrá desabastecimiento energético. El primer problema va a estar en la industria, seguramente, ya que se privilegiaría la demanda residencial”, alertó.

Matarazzo concluyó: “Hoy, toma otra dimensión por el tema de la guerra, pero son problemas que vienen de arrastre. Venimos hace rato reclamando las inversiones. Concretar el gasoducto es fundamental”.

JR

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