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LAS NUEVAS MEDIDAS DE ECONOMÍA

Aumentar reservas, frenar el dólar y la lupa sobre el lavado: claves y dudas del blanqueo que anunció el Gobierno

La "selfie" de Manuel Adorni junto con el equipo económico: el ministro de Economía, Luis Caputo, el titular de ARCA, Juan Pazo, y el titular del Banco Central, Santiago Bausili.
22 de mayo de 2025 20:18 h

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El “Plan de Reparación Histórica de los ahorros de los argentinos” no le hace honor a su nombre mesiánico. Al menos en su primera etapa, se trata de una relajación de los controles que realiza el Estado para transacciones que van desde consumos personales con tarjeta, transferencias bancarias, extracciones en efectivo y hasta compra de inmuebles y vehículos.

“Un nuevo régimen que permitirá que los argentinos puedan disponer libremente de sus ahorros sin tener que demostrar de dónde los sacaron todo el tiempo”, asegura el documento de difusión de la medida, que durante la conferencia de prensa de presentación de la misma el vocero presidencial Manuel Adorni sintetizó en la frase “tus dólares, tu decisión”, que parafrasea aquella que popularizó la lucha feminista durante el debate sobre la legalización del aborto: “Mi cuerpo, mi decisión”. 

La primera fase del plan, que se materializará en un decreto firmado por el presidente Javier Milei, consiste en derogar diversos regímenes de información que obligaban a reportar a la Agencia de Recaudación y Control Aduanero (ARCA) sobre consumos personales con tarjetas y billeteras virtuales, compra-venta de vehículos usados, inmuebles, pago de expensas, y consumos relevantes de servicios públicos. Adicionalmente, aumentarán los montos de los umbrales para el reporte de diversas operaciones financieras como transferencias, extracciones en efectivo, conformación de plazos fijos y tenencias en AlyCs. También se creará un nuevo régimen simplificado de Ganancias que se centrará en la facturación y los gastos deducibles, sin requerir información sobre consumos personales o variación patrimonial. 

Sobre la segunda etapa del plan hay aún menos definiciones. De acuerdo a lo informado por Adorni, se elaborará un proyecto de ley para modificar el régimen penal tributario con el objetivo de “blindar a los ahorristas argentinos frente a las próximas administraciones”.

“Los argentinos vuelven a ser inocentes hasta que ARCA decida lo contrario”, volvió a hablar en formato zócalo Adorni.

Facilidad para delinquir

“No es un blanqueo, es una facilidad para delinquir”. Así lo admitía a este diario un tributarista que prefirió no decir su nombre. El Gobierno viene prometiendo estos anuncios con bombos y platillos dos semanas previas a las elecciones legislativas de la Ciudad de Buenos Aires en las que buscaba reafirmarse como fuerza hegemónica. “Se estiró porque estaban flojos de papeles, no querían tener problemas con organismos internacionales que después nos bloqueen un posible acceso a financiamiento”, asegura el tributarista. 

El anuncio de esta mañana se diferencia al de un blanqueo tradicional porque depende pura y exclusivamente del Poder Ejecutivo. “Para que sea un blanqueo debe si o si pasar por el Congreso (para modificar la ley penal tributaria), y eso generaría mucha discusión en el Congreso donde el oficialismo no tiene mayoría fácil. No veo que ese proyecto ingrese antes de las elecciones”, aseguró al elDiarioAR el economista Martín Burgos. “El ejecutivo no puede blanquear plata no declarada”, complementa el economista Juan Graña. 

A pesar de que Caputo insiste en negarlo, el objetivo de la medida es engrosar las reservas del Banco Central. Incluso evitó decir en conferencia de prensa cuánto esperan ingresar de esos U$S200.000 millones que los ahorristas mantienen fuera del sistema formal de acuerdo con el informe trimestral “Balanza de pagos, posición de inversión internacional y deuda externa” del último trimestre de 2024. En un evento empresario, un funcionario de Economía confesó ante periodistas que el monto que esperaban era de U$S10.000 millones.

“El objetivo es que ese dinero, seguramente en dólares, empiece a circular y agregue oferta al sistema financiero. Se está buscando una fuente adicional de dólares para tratar, por un lado, de hundir el valor del dólar al piso de la banda y, por el otro, que parte de la demanda de dólares que está enfrentando el Banco Central la satisfagan estas nuevas fuentes y no sus reservas”, asegura Graña.

Bajo la lupa del GAFI

Aunque no públicamente, el Gobierno es muy cuidadoso ante la mirada del Grupo de Acción Financiera Internacional (GAFI), el organismo que puede incluir al país en una lista de países con deficiencias en prevención de lavado, que lo hace menos atractivo para recibir financiamiento e inversiones. Y al ser tan cuidadoso puede que no tenga el impacto deseado. Sobre los problemas con GAFI, coinciden, hay que esperar a la ley de blanqueo. 

“Hay que bajar la intensidad de la información”, explica Burgos. “Levantar los umbrales implica una cuestión de nominalidad, quedaron muy abajo y había que actualizarlos. Lejos está de ser una reforma ambiciosa, como la llamó Adorni”. Graña lo complementa: “Me parece que el gris en el que quedan las medidas y los anuncios no va a ser tan relevante para mover la economía”. 

En esa misma línea, el economista Guido Zack planteó una mirada escéptica sobre el incentivo real para blanquear dólares: “Quien quería consumir y usar los dólares para eso ya lo podía hacer en el canal informal. ¿Por qué los pasaría a hacer en el canal formal? No me queda tan claro. Quienes quisieran hacer consumos más importantes, como un departamento, ya pudieron hacerlo en el blanqueo del año pasado, y en cualquier caso las transacciones de montos tan elevados van a seguir siendo informadas. Los mínimos se elevaron, pero no tanto”.

Y agregó: “La sensación es que se busca que los pequeños poseedores de dólares de la economía muevan sus dólares. No parece ser incentivo suficiente, pero en el medio sí es cierto que con regímenes informativos tanto más laxos, el sector público pierde una capacidad, que es la capacidad de tener datos suficientes y poder hacer fiscalización a través de esos datos. El riesgo es justamente este, que dado que las agencias tributarias no tengan capacidad por falta de datos para la fiscalización, el resultado sea el inverso al buscado. En lugar de que se hagan más operaciones en la formalidad, se hagan más en la informalidad”.

“Saquela del colchón y duerma tranquilo”, dice un aviso en el diario Clarín de 1992, en el que el Ministerio de Economía de la Nación –que comandaba Domingo Cavallo– promocionaba una exteriorización de moneda extranjera en el país, con una similitud en la forma. El aviso comienza diciendo: “Hace mucho tiempo que Ud. ahorra en moneda extranjera, ¿no es cierto? Y claro, sucesivos gobiernos lograron, a través de décadas de inestabilidad e inflación, que muchos eligieran ese camino. Así, el destino de esos ahorros era el colchón, una caja de seguridad o, en el mejor de los casos, un depósito bancario, pero siempre fuera del circuito impositivo”. Pero no en el fondo: es que esta medida, a diferencia de un blanqueo tradicional, no es recaudatoria. Es decir, no hay ningún pago de multas, o porcentaje por la entrada de dinero al circuito legal.

NR/MG

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