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En un escenario energético complejo, optimismo en la vuelta de la expo Oil & Gas

La exposición Oil & Gas, en la Rural.

Jonathan Raed

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El sector energético vive días movidos. Por un lado, los precios internacionales por las nubes por la guerra en Ucrania se traducen en buenas posibilidades de exportación; por el otro, las importaciones generan pánico y hacen recrudecer las contradicciones del esquema energético argentino. En este marco -en el que incluso algunos advierten sobre posibles peligros de desabastecimiento para el invierno-, se realizó la XIII Argentina Oil & Gas (AOG) Expo, en el predio de La Rural. Fue el primer encuentro presencial desde el inicio de la pandemia y las empresas lo celebraron a lo grande, con un llamativo y exultante optimismo.

A lo largo de las cuatro jornadas que duró la AOG, desfilaron un sinfín de empresarios, CEOs y funcionarios de todos los colores y jerarquías. Se organizaron numerosos paneles con las más variadas temáticas del sector como Jóvenes Oil&Gas, dedicadas a los profesionales que dan sus primeros pasos en la industria, o la Ronda de Negocios Internacional, donde expositores argentinos pudieron mostrar y ofrecer sus productos a compradores extranjeros.

Uno de los eventos más destacados fue la serie de jornadas de “Encuentro con los CEOs”, donde a lo largo de tres días expusieron 18 caras visibles de las grandes empresas del sector. Sergio Affronti, por YPF; Sean Rooney, de Shell; Marcos Bulgheroni, de Pan American Energy (PAE); Horacio Turri, de Pampa Energía; Javier Rielo, de Total Austral; y Ricardo Markous, de Tecpetrol, entre otros. De los 18, la única presencia femenina fue la de Karina Corradi, de Clúster.

“El problema son las importaciones y estos precios ahora obligan a rever la estrategia original. Lo positivo es que estas situaciones te llevan a reorganizar las prioridades y encontrar un equilibrio. Por eso, tenemos que repuntar Vaca Muerta: las reservas que tenemos alcanzan para cubrir seis veces el consumo de Argentina los próximos 30 años”, planteó Bulgheroni.

“Las posibilidades son excelentes y eso me entusiasma. Está la industria, los recursos y también la demanda. Lo que es complicado para Argentina es ser competitiva a nivel global, pero si se dan las condiciones es posible”, advirtió Rooney.

Por su parte, Rielo expresó: “Tenemos todo para seguir creciendo. Vaca Muerta se complementa perfectamente con todo lo que tenemos por hacer con el offshore, y en eso tenemos un potencial y una historia que nos permite demostrar que se puede producir y realizar sin riesgo. No hay razón para que este desarrollo no se dé en Argentina”.

“Si pensamos que la transición energética va a durar 50 años, sería necesario multiplicar por 10 lo que necesitamos para que los recursos de Vaca Muerta se agoten. Por eso, tenemos que pensar en más transporte para poder industrializar ese gas y exportar”, analizó Turri.

Convocatoria récord

La convocatoria de la AOG fue récord, según apuntaron desde la organización, con más de 20 mil visitantes y 220 empresas. Hubo mucha participación de todo el sector. Proveedores de insumos, maquinaria, bienes, servicios, químicos y una larga lista de etcéteras. Y por supuesto, los grandes stands de las grandes petroleras. También había stands de cámaras industriales y de inversores. Todos con sus correspondientes promotores y promotoras, luciendo los más variados trajecitos y entregando panfletos y regalos. Algunos stands incluso ofrecían como atractivo juegos interactivos, donde uno podía poner a funcionar una planta petrolera de Tecpetrol o bien ubicar las conchas de Shell según su evolución estética histórica. La bebida y la comida no faltaron. Los visitantes podían pasar por los stands a degustar algún vino o refrescarse con una cerveza o gaseosa. Algunas empresas colocaban cercos y tomaban listas; otras, ofrecían pase libre.

Pero no solo de empresas, CEOs y bebida se trató la Expo. Hubo presencia de funcionarios como el secretario de Energía, Darío Martínez; el ministro de Economía, Martín Guzmán, o el gobernador de Chubut, Mariano Arcioni. Martínez no dejó pasar la oportunidad para expresar su mirada sobre el sector: “Fuimos para adelante con el Plan GasAR y obtuvimos resultados. Eso nos puso ante la problemática de no tener más capacidad de transporte y se tomó la decisión de poner en marcha el gasoducto Néstor Kirchner. Y también aumentar la producción, para poder reemplazar importaciones de GNL y de los combustibles líquidos”.

Por su parte, Guzmán no hizo declaraciones públicas, aunque sí se reunió con un grupo de los más importantes empresarios. No trascendió el detalle de esa reunión.

Luego de una presentación oficial, Arcioni se tomó el tiempo de hacer una ronda de prensa con un pequeño grupo de periodistas allí presentes. Ante la consulta de elDiarioAR sobre la posible escasez de gas durante el invierno, el gobernador respondió con una esperanza y una demanda: “Los recursos los tenemos en Chubut. Todavía tenemos espacio para inyectar más gas y evitar así que se compre tanto GNL. Es una lástima tener que ventear gas (liberarlo) y no inyectarlo en un gasoducto. Por eso, necesitamos tanto las inversiones en infraestructura. No se puede entender cómo durante tanto tiempo no hubo inversiones en materia energética”. En el mismo sentido, reclamó: “Chubut genera 12 veces más energía de la que consume. Es decir, Chubut hace un gran aporte al país, pero si hablamos de federalismo no es justo que estemos 23 o 24 en la coparticipación. Por eso, necesitamos que lleguen las inversiones para poder producir más gas, inyectarlo y no depender tanto del GNL”.

Pese al optimismo propio de un gran evento que no se pudo hacer durante dos años, el escenario es complejo y todos lo saben. “Se puede ser optimista en tanto se realicen las inversiones necesarias y se marque un rumbo. La pregunta que debe responder el Gobierno es si queremos ser un país petrolero o no. El gas es más difícil, pero con el petróleo se puede. Tiene que estar la decisión de hacerlo”, apuntó en confidencia uno de los empresarios presentes.

Por estos días, el precio internacional del crudo oscila los US$ 120, mientras que el precio local no llega a US$ 60. La decisión de ser “un país petrolero” incluye establecer el precio del crudo en lo que se conoce como export parity; es decir, precio local igual a precio internacional. En el escenario actual, el 15% de la producción se exporta (precio internacional) y el resto queda para abastecer el mercado local (precio local) y ahí radica el mayor enojo de las empresas. Cabe remarcar que de aplicarse un sistema export parity, se verían afectados una serie de precios locales como los combustibles que, a su vez, son un gran impulsor de otros precios. Además, las retenciones nacionales (8%) y regalías provinciales (12%) que cobra el Estado son a precio internacional. Con todo, para el Gobierno sería muy difícil ir hacia ese esquema pretendido. Otro riesgo que se corre es el de fomentar demasiado la producción de crudo y dejar de lado la del gas, que es la más importante para el consumo interno.

JR/RJ

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