La guerra en Medio Oriente

Israel dice que el asesinato de periodistas en Gaza fue un error, pero la estrategia del doble ataque sugiere lo contrario

Peter Beaumont

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El doble ataque de Israel contra el Hospital Nasser, en el sur de Gaza, en el que murieron cinco periodistas, entre ellos trabajadores de las agencias Associated Press y Reuters y de la cadena Al Jazeera, constituye una posible violación flagrante del derecho internacional.

El ataque se dirigió contra un edificio civil, concretamente un hospital, en un imprudente ataque doble que causó la muerte de civiles, entre ellos rescatistas y periodistas que habían acudido al lugar después del primer impacto. Todas son personas que deben estar protegidas por el derecho internacional.

Las Fuerzas de Defensa de Israel (FDI), que ya han matado a más de 200 periodistas en la guerra de Gaza, inmediatamente sugirieron que la muerte de civiles había sido un error, pero el resultado de la investigación preliminar del Ejército indica que no lo fue.

Las FDI señalaron en un comunicado que las tropas identificaron “una cámara colocada por Hamás en la zona del Hospital Nasser que estaba siendo utilizada para observar la actividad de las FDI, con el fin de dirigir actividades terroristas contra ellas”. “Las tropas operaron para eliminar la amenaza golpeando y desmantelando la cámara; la investigación demostró que las tropas operaron para eliminar la amenaza”, agregó el texto justificando el ataque, en el que el Ejército afirma que mató a seis terroristas.

Posibles crímenes de guerra

Lo que llama la atención de este último incidente es que cada uno de sus elementos individuales—el ataque contra un hospital en funcionamiento, a periodistas y rescatistas, a civiles heridos que estaban recibiendo tratamiento— podría ser objeto de acusaciones de crímenes de guerra por sí mismo.

En conjunto, todo apunta a algo mucho más oscuro, un incidente “horrible”, en palabras del ministro de Asuntos Exteriores británico, David Lammy, uno de los representantes de gobiernos occidentales que condenó el ataque.

Además de los 20 muertos en el Hospital Nasser, otras 50 personas resultaron heridas, según el director general de la Organización Mundial de la Salud, el dr. Tedros Adhanom Ghebreyesus, entre ellos pacientes que ya se encontraban en estado crítico.

“Mientras la población de Gaza se muere de hambre, su ya limitado acceso a la atención sanitaria se ve aún más mermado por los repetidos ataques”, declaró en su cuenta de X. “No podemos decirlo suficientemente alto: BASTA ya de ataques contra el sistema sanitario. ¡Alto el fuego ya!”.

Vinculando explícitamente ambas cuestiones, la portavoz de la Oficina de Derechos Humanos de la ONU, Ravina Shamdasani, señaló: “El asesinato de periodistas en Gaza debería conmocionar al mundo, no para que se quede en un silencio atónito, sino para que actúe, exigiendo responsabilidades y justicia. Los periodistas no son un objetivo. Los hospitales no son un objetivo”.

Está bien documentado cómo Israel ha atacado hospitales y trabajadores sanitarios, que han sido asesinados, heridos y secuestrados en múltiples ocasiones. Pero el irresponsable “doble ataque”, en el que las FDI atacan un lugar por segunda vez cuando llegan los equipos de rescate y otros civiles parece una táctica cada vez más común.

Una investigación conjunta realizada en julio por las publicaciones israelíes +972 Magazine y Local Call reveló que las FDI ahora llevan a cabo de forma rutinaria ataques adicionales en la zona del bombardeo inicial, a veces matando intencionadamente a paramédicos y otras personas que participan en las labores de rescate.

“Si se produce un ataque contra un alto mando, se lleva a cabo otro después para garantizar que no se realicen labores de rescate”, afirmó una de las fuentes a +972 que, según la revista, estuvo presente en una célula de planificación de ataques israelí. “Los primeros en responder, los equipos de rescate, son asesinados. Después, vuelven a atacar contra de ellos”.

Aunque las FDI llevaron a cabo una investigación preliminar y aseguraron que sus fuerzas “en ningún caso dirigen ataques contra periodistas”, las propias declaraciones públicas de los funcionarios israelíes revelan que esa afirmación es falsa.

Ataques dirigidos contra periodistas

Por ejemplo, se contradice directamente con la declaración de Israel tras el asesinato de Anas al Sharif, un conocido periodista de Al Jazeera, junto a cuatro compañeros suyos —de nuevo en las cercanías de un hospital— a principios de este mes, cuando el Ejército dijo, sin aportar pruebas creíbles, que Al Sharif fue objetivo del ataque por ser miembro de una célula del grupo palestino Hamás.

Como dijo el Comité para la Protección de los Periodistas (CPJ por sus siglas en inglés) en un comunicado tras el asesinato de Al Sharif: “Las Fuerzas de Defensa de Israel han afirmado sin fundamento que muchos de los periodistas que mataron deliberadamente en Gaza eran terroristas, entre ellos cuatro empleados de Al Jazeera: Hamza al Dahdouh, Ismail al Ghoul, Rami al Refee y Hossam Shabat. El CPJ clasifica estos casos como asesinatos”.

De hecho, antes de la muerte de Al Sharif, el CPJ advirtió públicamente de que su vida corría peligro tras las amenazas creíbles lanzadas por un portavoz militar israelí. “Estamos profundamente alarmados por las repetidas amenazas del portavoz del ejército israelí Avichay Adraee contra el corresponsal de Al Jazeera en Gaza, Anas al Sharif, y hacemos un llamamiento a la comunidad internacional para que lo proteja”, declaró la directora regional del CPJ, Sara Qudah.

“No es la primera vez que Al Sharif ha sido blanco del ejército israelí, pero ahora su vida está en peligro grave. Israel ha matado a al menos seis periodistas de Al Jazeera en Gaza durante esta guerra. Estas últimas acusaciones infundadas representan un esfuerzo por crear una justificación para matar a Al Sharif”, afirmó Qudah.

Y es significativo que Israel haya matado a periodistas en las inmediaciones de hospitales. Desde el comienzo de la guerra, los periodistas se han quedado a menudo cerca de los hospitales con la esperanza de que les proporcionen un mínimo de protección y porque suelen tener al menos algo de electricidad para que los medios de comunicación puedan cargar sus teléfonos y equipos.

Para algunos representantes destacados de la ONU, la única conclusión que se puede extraer de estos ataques es que Israel está matando a los únicos testigos del hambre que ha provocado en Gaza con sus políticas.

El jefe de la Agencia de la ONU para los Refugiados Palestinos (UNRWA), Philippe Lazzarini, condenó el lunes la “impactante” inacción mundial respecto a Gaza y acusó a Israel de “silenciar las últimas voces que informan sobre los niños que mueren en silencio en medio de la hambruna”.

Esa idea fue reiterada con gran rotundidad por el coordinador de emergencias de Médicos Sin Fronteras en Gaza, Jerome Grimaud, al lamentar la muerte de la periodista Mariam Abu Dagga, que había trabajado con la organización humanitaria, además de ser fotógrafa de la agencia AP.

“Durante los últimos 22 meses, hemos visto cómo las fuerzas israelíes han arrasado centros sanitarios, silenciado a periodistas y sepultado a trabajadores sanitarios bajo los escombros. Mientras Israel sigue ignorando el derecho internacional, los únicos testigos de su campaña genocida están siendo deliberadamente atacados. Esto debe acabar ya”.

Texto traducido por Alvaro Valladares y actualizado por elDiario.es