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Chile, Argentina y Bolivia en pugna Análisis

El liberalismo va ganando la rapiña del litio sudamericano

Un trabajador mostrando litio en la planta de la Sociedad Química y Minera de Chile, en el Salar de Atacama, en la región de Antofagasta.

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La valoración común que tienen el litio como recurso clave del cambio de matriz energética ha concitado acciones en todos los gobiernos del triángulo del litio. La Argentina, que tiene un código de minería muy amigable con la inversión extranjera, y Chile, donde el mantra de la colaboración público-privada debe leerse como que lo público es entregado a los privados, explotan y exportan litio hace años y compiten con Australia -la mayor exportadora mundial de litio- y China por los primeros sitiales de producción. En ambos países la explotación es comandada por empresas privadas: Albemarle y Soquimich en Chile y Allkem y Livent -que han anunciado su pronta fusión- en Argentina. En Bolivia no se ha entregado la explotación del recurso natural a la empresa privada. La defensa de lo público ha sido eficaz, e ineficaces los intentos por ingresar al mercado

En Chile el gobierno de Gabriel Boric lanzó en abril su Estrategia Nacional del Litio, proyectando la creación de una empresa nacional de litio y encargando, mientras tanto, las operaciones a la Corporación del Cobre. En Argentina, cuya historia litifera se remonta a las exploraciones de Luciano Catalano en los 1920s, se impulsó la creación de YPF-Litio para entrar en desigual batalla por el litio nacional. Los gobiernos han mostrado un loable interés por una mayor vertebración local de la cadena de valor e incursionar en la incorporación de valor agregado en cátodos para baterías. Pero realizar la tarea podría necesitar más que buena voluntad.

En Chile la cooperación del Estado con las empresas continúa significando que lo público se entrega a los privados. El presidente Gabriel Boric no querría, pero no podría, que así sea también con el litio.

En Bolivia el neoliberalismo no alcanzó el litio. Es el único país. Resulta infranqueable la obstinación de los habitantes del departamento andino de Potosí por asegurar que la explotación del litio no reedite la expoliación de lo que fue su mítico Cerro Rico, fuente de plata en los los siglos primeros del dominio virreinal español. De la mano de esa defensa férrea de los recursos, se padece de las dificultades de tener que recorrer todo el camino de desarrollo tecnológico que las empresas mineras, por supuesto, guardan como patentes propias.

La Bolivia del Movimiento al Socialismo (MAS) de los presidentes Evo Morales y Luis Arce es el único país donde se preservó al litio del neoliberalismo. La defensa del recurso natural fue eficaz. Pero el litio boliviano no llegó al mercado internacional.

Durante el gobierno del Movimiento Al Socialismo (2006-2019) se inició ese arduo camino para hacer funcionar las plantas de extracción. El día de hoy hay funcionamiento de plantas piloto además de acuerdos para el desarrollo de nuevas tecnologías de extracción de litio. Sin embargo Bolivia sigue sin aparecer en el mercado internacional del litio aunque es la promesa que han hecho los presidentes Evo Morales y luego Luís Arce.

Ahora es cuando, dice la Ford Motors, o decía ayer

Un optimista pero no aislado comunicado de Ford Motors inicia declarando que “la era eléctrica está aquí” y anuncia los aspectos generales de su estrategia de entrada en el mercado de los vehículos eléctricos. Así la empresa estadounidense se une a un coro de voces que eligen creer que la transición energética puede tener su llave en el litio, el mineral liviano que es fundamental para la elaboración de las baterías eléctricas. “El momento del litio es ahora” declaró a mediados de octubre el CEO Cristobal García Huidobro en los días siguientes de que se acordara la venta de la empresa Lithium Power International a la estatal del cobre chileno, CODELCO.

En sintonía con este ritmo de parada militar al litio también se lo llamó profusamente “oro blanco”, y al triángulo del litio que conforman Argentina, Bolivia y Chile se lo llamó “la joya de la corona”. La imagen que se difunde del litio remite a una riqueza que evoca aquella del rey Salomón o, al menos, aquella que podría equipararse con las bondades del petróleo sin los costos de la contaminación. El Paititi ante cambio climático.  

Una commodity fuera de serie, un mercado raro como un oligpsonio

El litio no es una commodity normal. Sus oferentes como sus demandantes son pocos, y aunque podría pensarse que la situación del mercado podría derivar en un oligopolio, las señales de evolución del mercado muestran, más bien, la tácita conformación de un oligopsonio, es decir, que los pocos compradores determinan el precio al cual quieren comprar. El litio es un interés compartido por Argentina, Bolivia y Chile y un inédito motivo para avanzar en procesos de integración a fin de no ser devorados por los compradores de litio.  

La dirección de los intercambios comerciales relativos al litio recuerda los clásicos análisis de la CEPAL. : se exporta carbonato o hidróxido de litio del sur al norte global y se compra tecnología que incorpora baterías de litio. O en otras palabras, se vende materia prima que vuelve con valor agregado. O esto se espera.  

China es el principal destinatario del litio, sea australiano o del Ande y sus estribaciones. EEUU, como gobierno, no es indiferente al metal más ligero. Laura Richardson, jefa del Comando Sur, hizo declaraciones que luego se viralizaron por el descarado boceto que hizo de los intereses de Estados Unidos en nuestra región: necesitan varios de nuestros recursos: agua, litio, tierras raras, cobalto, etc.

En 2020, Evo Morales acusó a EEUU de haber sostenido al Golpe de Estado que lo derrocó en noviembre de 2019. Según el ex presidente, Washington buscaba asegurar para las empresas privadas norteamericanas un lugar en la explotación del litio boliviano.

En 2020 Evo Morales responsabilizó a los Estados Unidos de estar detrás del golpe de Estado que lo defenestró en 2019. La intención norteamericana, declaró el boliviano, no era otra que crear las condiciones para hacerse de las riquezas de Uyuni, el mayor salar de América del sur, y mina de litio a cielo abierto. Recordó que en 2019 Elon Musk escribió en su cuenta de Twitter “Daremos golpes de Estado a quien querramos, aceptenlo”.  

Las guerras por procuración de China y de EEUU

Entre las dos potencias, que paso a paso han entrado ya en una competencia por ocupar el lugar de hegemón mundial, se tienen a los dos principales interesados en el litio. China lleva ventaja. En un informe sobre el mercado del litio que se realizó para CEPAL se muestra que en 2019 la capacidad de producción de gigawatts/hora de la China representaba el 76% del total mundial, siendo el resto repartido entre las otras potencias. La proyección de la producción a 2026 mostró que aunque China pierde cuota, sigue siendo muy dominante con 46% de los gigawatts/hora producidos. Igualmente las empresas ensambladoras de automóviles eléctricos tienen protagonistas chinas: BYD, Wuling, Aion y a una casi solitaria Tesla en la competencia. Volkswagen, BMW, Mercedes Benz aparecen como representantes alemanes en la carrera. 

A inicios de 2023 las expectativas en la industria del litio eran muy altas. El precio rozó los 80.000 dólares por tonelada pero desde entonces ha bajado sin claudicación, llegando a 21.000 dólares la tonelada en septiembre de este año. Entre las explicaciones se encuentra la suspensión de los subsidios que el gobierno chino realizaba a las compras de autos eléctricos en su país. Sin el subsidio, se contrajo la demanda. No obstante China sigue teniendo un mercado importante de autos eléctricos, algunos a precios francamente baratos.  

Llamaradas de dragón en Pekín y huelgas de obreros en Detroit

La situación en EEUU es muy distinta. El optimismo de Ford señalado al inicio se esfumó recientemente. Ford suspendió la construcción de una planta en Kentucky y la inversión de 12 mil millones de dólares porque el consumidor estadounidense no quiere pagar más por un auto eléctrico. La icónica General Motors anunció que suspendía su propósito de poner 400.000 autos eléctricos en las calle para 2024 hasta averiguar cómo garantizar una ganancia. La guerra de aranceles que inició Trump durante su mandato también hace que los autos chinos, más baratos y de gama baja o media, dejen de ser competitivos. 

Con los precios del litio a la baja, los precios de las acciones de las empresas descendiendo sin prisa pero sin pausa y las dificultades de llegar a los consumidores finales, algunas alertas se han encendido entre las empresas que explotan litio. Según Bloomberg, el jefe de almacenamiento de Albemarle declaró que algunas operaciones de extracción se detendrán y es de esperar que la oferta se reduzca. El pronóstico es estremecedor si se tiene en cuenta la cantidad de anuncios de expansión de operaciones en los salares de Maricunga (Chile) Olaroz (Argentina) o Uyuni y Coipasa (Bolivia) que podrían detenerse.

AGB

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