Misa de Pascua en el Vaticano

El Papa Francisco despeja fantasmas sobre su estado de salud y pide por Gaza y Ucrania

elDairioAR

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Tras la misa, el papa Francisco –de 87 años- realizó un amplio recorrido en el Papamóvil entre los diversos sectores de la plaza para saludar y bendecir a los peregrinos y turistas. En este día de Pascua de Resurrección, se reafirma “la alegría de vivir, sin olvidar las heridas y los ultrajes que sufre el mundo”.

En su mensaje por las Pascuas, el Sumo Pontífice encabezó en la basílica de San Pedro la tradicional bendición "urbi et orbi""(a la ciudad y al mundo) del Domingo de Resurrección, un largo discurso que tradicionalmente resume todas las amenazas a las que se enfrenta la humanidad.

En ese marco pidió por la liberación de los rehenes en Gaza y el intercambio de prisioneros entre Rusia y Ucrania, al tiempo que advirtió: “No permitamos que los vientos de la guerra soplen cada vez más fuertes sobre Europa y sobre el Mediterráneo”.

En ese sentido, el Papa repasó los conflictos y los males en el mundo y afirmó que Dios “abre las puertas de la vida, esas puertas que cerramos continuamente con las guerras que proliferan en el mundo”.

"La guerra es siempre un absurdo y una derrota. No permitamos que los vientos de la guerra soplen cada vez más fuertes sobre Europa y sobre el Mediterráneo. Que no se ceda a la lógica de las armas y del rearme”, advirtió.

En ese sentido, sostuvo que “la paz no se construye nunca con las armas, sino tendiendo la mano y abriendo el corazón”.

Asimismo, recordó a "las víctimas de tantos conflictos que están en curso en el mundo, comenzando por los de Israel y Palestina, y en Ucrania” y pidió que “Cristo resucitado abra un camino de paz para las martirizadas poblaciones de esas regiones”.

“¡Todos por todos!”, exclamó y volvió a hacer un llamado por los rehenes en Gaza. “Que se garantice la posibilidad del acceso de ayudas humanitarias a Gaza, exhortando nuevamente a la rápida liberación de los rehenes secuestrados el pasado 7 de octubre y a un inmediato alto el fuego en la Franja. No permitamos que las hostilidades en curso continúen afectando gravemente a la población civil, ya de por sí extenuada, y principalmente a los niños. Cuánto sufrimiento vemos en sus ojos”, señaló.

Y enseguida añadió: “Con su mirada nos preguntan: ¿por qué? ¿Por qué tanta muerte? ¿Por qué tanta destrucción? La guerra es siempre un absurdo y una derrota”. Asimismo, pidió no olvidar otros conflictos como los de Siria, o el Líbano, afectado desde hace tiempo por un bloqueo institucional y por una profunda crisis económica y social, agravados ahora por las hostilidades en la frontera con Israel.

“Imploremos el arrepentimiento y la conversión de los autores de estos crímenes”, remarcó.

Rogó para que Dios “abra vías de paz en el continente africano” y ponga fin a la prolongada situación de sequía que afecta a amplias zonas y provoca carestía y hambre“.

También se refirió la situación en la región de los Balcanes Occidentales, “donde se están dando pasos significativos hacia la integración en el proyecto europeo” y rogó para que “las diferencias étnicas, culturales y confesionales no sean causa de división”.

En relación a Haití, solicitó que "cese cuanto antes la violencia que lacera y ensangrienta y pueda progresar en el camino de la democracia y la fraternidad" y que “conforte a los Rohinyá, afligidos por una grave crisis humanitaria, y abra el camino de la reconciliación en Myanmar”.

El Papa recordó a los migrantes y a aquellos que pasan problemas económicos para que encuentren esperanza y solidaridad, al tiempo que pidió por los niños que “carecen de cuidados esenciales o son víctimas de abusos y violencia”.

DM con información de agencia NA