Medio Oriente

Qué pasará en Gaza tras el alto el fuego: plazos y dudas de la aplicación del plan de Trump

Francesca Cicardi

Jerusalén —

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Este viernes entró en vigencia un ansiado alto el fuego en la Franja de Gaza, después de casi seis meses de ataques y operaciones militares terrestres ininterrumpidas del ejército israelí, que mató a más de 13.500 palestinos en el enclave sólo en este periodo. En total, más de 67.000 fueron asesinados.

Esta es la tercera tregua en Gaza, después el comienzo de la brutal ofensiva de castigo de Israel contra la población gazatí tras los ataques de Hamas del 7 de octubre de 2023. El primer acuerdo llegó en noviembre de 2023 y la tregua duró apenas una semana. Tuvo que pasar más de un año para lograr el segundo acuerdo, que se concretó a mediados de enero de este año y se prolongó dos meses, hasta que Israel rompió de forma unilateral el alto el fuego y reanudó la guerra, con más violencia si cabe.

El actual acuerdo para el cese del fuego se basa en un plan elaborado por la Administración del presidente Donald Trump, pero plantea muchos interrogantes porque carece de detalles y de garantías de que Israel no reanudará el genocidio más adelante. Tampoco plantea una hoja de ruta clara para la reconstrucción de la devastada Franja ni para la transición política.

Después de la entrada en vigor del alto el fuego en Gaza a las 12.00 horas locales del viernes, estos son los siguientes pasos en la aplicación de la primera fase del acuerdo:

Retirada de las tropas israelíes

Este viernes el Ejército israelí anunció que las tropas se replegaron y se posicionaron en las líneas de despliegue acordadas en la primera fase del pacto, “en preparación para el regreso de los rehenes”. Esas líneas fueron pactadas durante las negociaciones indirectas a través de los mediadores –Egipto, Qatar, Turquía y Estados Unidos– y confirmadas por el propio presidente Trump.

El repliegue supone la retirada de las fuerzas israelíes de alrededor del 50% de la Franja, donde habían llegado a controlar más del 80% del territorio en los pasados meses. El ejército salió de Ciudad de Gaza y de Jan Yunis, pero permanece en Rafah y en el norte, así como a lo largo de la frontera.

Según el plan de Trump, “las líneas de combate permanecerán congeladas hasta que se cumplan las condiciones para la retirada completa por etapas”. No especifica cuándo se efectuará esa retirada y hay temores de que el Gobierno israelí rechace completarla. De hecho, el plan de Washington dice que Israel podrá mantener un “perímetro de seguridad (...) hasta que Gaza esté debidamente protegida de cualquier amenaza terrorista resurgente”.

Esa cláusula abre la puerta a la permanencia de las tropas israelíes y a la ocupación de una parte de la Franja, así como del corredor entre la Franja y Egipto, que Israel controla desde 2024 y que considera clave.

Tres días para el intercambio de rehenes por presos

El plan de Trump estipula la liberación de todos los rehenes que permanecen en manos de las milicias palestinas desde el 7 de octubre de 2023. En total, son 48 personas, pero las autoridades israelíes confirmaron que sólo 20 siguen con vida. Todos los rehenes que están vivos son hombres israelíes, 18 civiles y dos soldados. Entre los fallecidos hay varios extranjeros, trabajadores migrantes que fueron secuestrados en el sur de Israel.

Tanto la Administración Trump como el Gobierno israelí insistieron en que el acuerdo incluyera la entrega de los rehenes vivos y de los cadáveres de los fallecidos. También las familias de los rehenes presionaron para que los cuerpos sean devueltos para darles sepelio.

La liberación debería tener lugar en un plazo de 72 horas desde la entrada en vigor del alto el fuego, esto es, antes del lunes al mediodía. Hamas se comprometió a entregar a todos los presos (los considera tales porque entre ellos hay militares), aunque admitió que la recuperación de los restos de los fallecidos es más complicada.

El plan de Trump estipula que “por cada rehén israelí cuyos restos sean devueltos, Israel devolverá los restos de 15 habitantes de Gaza fallecidos”.

Por su parte, Israel aprobó este viernes el intercambio de los rehenes por cerca de 2.000 palestinos: unos 1.700 gazatíes que fueron detenidos durante la guerra y 250 prisioneros que cumplen condena en cárceles israelíes, incluidos presos condenados a cadena perpetua.

Según detalla el periódico Haaretz, de los 250 presos, 159 están vinculados al movimiento nacionalista Al Fatah (que lidera la Autoridad Palestina del presidente Mahmud Abás) y 63 al islamista Hamas. El resto no tiene afiliación a ningún grupo o están vinculados a otras facciones palestinas minoritarias. La mayoría de los presos (221) son de Cisjordania, 16 de Gaza y 12 de Jerusalén Este, todos ellos territorios palestinos ocupados.

¿Cuándo entrará la ayuda humanitaria?

Además de un alto el fuego que detenga la matanza, una de las cuestiones más urgentes es la entrada de ayuda humanitaria en Gaza, adonde llegó con cuentagotas en los últimos meses debido al bloqueo israelí, que provocó una hambruna.

El plan de Trump dice que tras la aceptación del acuerdo por las dos partes, “se enviará inmediatamente ayuda completa a la Franja de Gaza” y hace referencia a las cantidades que figuraban en el acuerdo del 19 de enero de 2025. Durante el alto el fuego entre enero y marzo de este año, pudieron entrar al territorio palestino cientos de camiones diarios y la ONU considera que son necesario entre 500 y 600 para cubrir las necesidades básicas de los 2 millones de habitantes.

La agencia de noticias Associated Press (AP) informó este viernes que Israel ha dado luz verde a la entrega de ayuda humanitaria a partir del domingo. Un funcionario de la ONU dijo a la agencia de forma anónima que esa ayuda incluye 170.000 toneladas métricas que ya se encuentran preparadas para su entrega en Jordania y Egipto -los dos países desde los que los cargamentos son trasladados a Gaza, a través de territorio israelí-.

El jefe humanitario de Naciones Unidas, Tom Fletcher, declaró el jueves en Nueva York que la ONU está preparada para aumentar el flujo de ayuda a Gaza, con un plan concreto para los primeros 60 días desde la entrada en vigor del alto el fuego. La ayuda que preparan las agencias de Naciones Unidas no solo consiste en comida y suministros básicos, sino en restablecer el sistema de salud, de saneamiento y educativo, y materiales para ofrecer refugio a los desplazados de cara al invierno (casi la totalidad de la población perdió su hogar). Para ello, Fletcher pidió la apertura de más pasos fronterizos con la Franja y el acceso rápido y seguro de los convoyes.

Después de la primera fase

Por el momento, solo se dieron a conocer los detalles del acuerdo hasta el intercambio de los rehenes por los presos, esto es, hasta que se cumpla el plazo de 72 horas. Tras esta primera fase del acuerdo, el alto el fuego deberá mantenerse para seguir aplicando los puntos del plan de Trump, pero serán necesarias más negociaciones y estas no serán fáciles.

Aún no se abordó el punto 6 del acuerdo, uno de los más delicados. Según el texto presentado por Trump, después de la liberación de los rehenes, “se concederá la amnistía a los miembros de Hamas que se comprometan a la coexistencia pacífica” y se procederá al desarme del grupo islamista. El primer ministro Benjamín Netanyahu prometió este viernes que en las siguientes fases “Hamas será desarmado y Gaza será desmilitarizada”, y amenazó: “Si esto se logra por las buenas, que así sea. Si no, se logrará por las malas”.

Otro de los puntos tiene que ver con la creación de una “Fuerza Internacional de Estabilización (ISF) temporal que se desplegará inmediatamente en Gaza”. El plan no especifica si inmediatamente después de la primera fase, pero fuentes oficiales de EE.UU. apuntaron que el Ejército enviará 200 soldados para supervisar la implementación de la primera fase del acuerdo.

Los militares estadounidenses no van a entrar en Gaza, sino que establecerán un centro de coordinación militar en Israel y cooperarán con otros países aliados como Egipto, Qatar, Turquía y Emiratos Árabes Unidos, que se ofrecieron a apoyar el plan de Trump. Esa fuerza multinacional supervisará que las dos partes cumplan con lo pactado, aunque no se sabe qué ocurriría si alguna incumple el alto el fuego.