Análisis

Trump intenta atribuirse el 'mérito' de la ofensiva de Israel contra Irán a la que se opuso en público

Washington —
14 de junio de 2025 16:13 h

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Donald Trump dedicó las últimas horas a hacer equilibrios al afirmar que estaba completamente al tanto del plan de Israel de lanzar ataques aéreos masivos contra Irán, al mismo tiempo que insiste en poner distancia con esos ataques y negar que Washington haya tenido un papel activo en los preparativos.

El mensaje de la Casa Blanca cambió de forma radical en unas horas: pasó de la descripción inicial del ataque israelí del secretario de Estado Marco Rubio como una “acción unilateral” el jueves por la noche, a la afirmación de Trump el viernes por la mañana de que conocía completamente la operación y que esta, además, llegaba al final de un ultimátum de 60 días que había dado a Irán para “llegar a un acuerdo” sobre su programa nuclear.

“Hoy es el día 61”, escribió Trump en Truth Social. “Les dije [en referencia a Irán] lo que tenían que hacer, pero simplemente no lo hicieron.”

La forma en la que Trump presenta el ataque parece crear una dinámica de poli bueno-poli malo con Benjamin Netanyahu. El presidente de Estados Unidos se apresuró este viernes en presentar los ataques israelíes, que públicamente afirmó no querer el jueves, como un medio para continuar sus intentos por convencer a Irán de que negocie.

“Deberían sentarse ahora a la mesa para llegar a un acuerdo antes de que sea demasiado tarde”, añadió tras el ataque.

¿Cuánto sabía Trump realmente?

Sin embargo, la reacción contradictoria de Estados Unidos a los ataques, que incluye la declaración de Rubio el jueves por la noche, una apresurada evacuación de personal estadounidense de la región y la ambigüedad sobre si Estados Unidos proporcionó información de inteligencia o participaría activamente en la defensa de Israel ante un probable contraataque, ha suscitado interrogantes sobre si Israel pudo haberse adelantado a la administración Trump para que Washington tuviera que hacer frente a un hecho consumado.

“Hicieron una apuesta con Trump”, dice Elliott Abrams, exdiplomático y experto sobre Oriente Medio en el Consejo de Relaciones Exteriores, sugiriendo que Israel había presionado más para llevar a cabo los ataques mientras la administración Trump había buscado mantener una vía diplomática. “Los israelíes atacaron y Trump lo ha calificado a posteriori de 'excelente'”.

Aunque parece claro que Israel había avisado con antelación a Estados Unidos del ataque, las afirmaciones en los medios estatales israelíes de que el plan estaba plenamente coordinado han sido objeto de especulación: ¿Estaba Trump realmente de acuerdo o se estaba reposicionando el viernes para presentar los ataques como parte de una estrategia coherente?

El jueves, en declaraciones desde la Sala Este de la Casa Blanca, Trump afirmó con rotundidad que un ataque contra Irán podría “hacer estallar” sus esfuerzos diplomáticos para negociar con la cúpula iraní y dijo que “no quería que se inmiscuyeran”. Sin embargo, el presidente estadounidense defendió su decisión de empezar a evacuar personal porque un ataque “podría ocurrir”.

“Estados Unidos comenzó a evacuar voluntariamente al personal no esencial el miércoles, apenas 24 horas antes del ataque, que no es tiempo suficiente para sacar a la gente del peligro”, asegura Rosemary Kelanic, directora para Oriente Medio de Defense Priorities, un think tank que aboga por una política exterior estadounidense más contenida. “Así que la pregunta para mí es ¿qué sabía el presidente y cuándo lo supo?”.

Del rechazo al “sabemos lo que está pasando”

El viernes, Trump le dijo al Wall Street Journal que el ataque no le pilló desprevenido: “¿Si recibimos un aviso? No fue un simple aviso: sabíamos lo que estaba en marcha”. Y añadió que había sido informado de futuros planes israelíes, hasta el punto de asegurar que los “próximos ataques ya planeados” serían “aún más brutales”.

Altos funcionarios israelíes también comenzaron a trasladar a medios locales que Trump solo había fingido oponerse a un ataque israelí y que, de hecho, tenían “luz verde” para el ataque. Pero especialistas como Kelanic consideran que Israel podría estar buscando una forma de “atrapar” a Estados Unidos en una guerra.

En cualquier caso, es dudoso que Israel hubiera podido preparar el ataque del jueves por la noche sin que Estados Unidos no tuviera ningún conocimiento.

Al margen de un aviso, los departamentos de inteligencia de EEUU hubieran detectado los preparativos para el ataque aéreo —que implicaba el empleo de más de 200 cazas israelíes para golpear más de un centenar de objetivos en todo Irán— y probablemente hubieran comprendido que Israel estaba preparando un ataque importante contra Teherán.

Movimientos militares de EEUU

A última hora del jueves, miembros de la administración estadounidense informaron a Fox News de que EEUU había aportado misiles para reabastecer las baterías antiaéreas de la Cúpula de Hierro de Israel en las últimas semanas, en previsión de un contraataque esperado.

En el mismo sentido, en las últimas semanas, Estados Unidos había desplegado bombarderos B-52 en su base aérea de la remota isla de Diego García en el Océano Índico, donde también se han estacionado varios bombarderos B-2 desde finales de marzo. Los B-2 estacionados en la base participaron en ataques aéreos contra los rebeldes hutíes en Yemen a principios de este año, pero la base también serviría como punto de partida para ataques aéreos contra Irán si Estados Unidos decidiera unirse al conflicto.

No obstante, existen otras explicaciones para el reabastecimiento de misiles antiaéreos a la Cúpula de Hierro, particularmente después del bombardeo sin precedentes de misiles balísticos lanzado por Irán contra Israel el año pasado en respuesta a los ataques previos de Tel Aviv.