Trump exige “que entren las tropas” en Los Ángeles mientras California denuncia el despliegue “ilegal” de la Guardia Nacional

Tercer día consecutivo de protestas y movilizaciones contra las redadas masivas contra migrantes en Los Ángeles y primer día de gran discusión política en Estados Unidos por el envío de la Guardia Nacional a la ciudad. Dos mil efectivos equipados con material militar fueron desplegados para imponer “la ley y el orden”, en palabras del presidente Donald Trump: “La situación es muy mala, ¡que entren las tropas!”. En otro post exige: “¡Arresten a las personas con máscaras ya!”
Tanto el gobernador de California Gavin Newsom como la alcaldesa de Los Ángeles Karen Bass protestaron contra lo que consideran una injerencia del Gobierno federal al desplegar tropas de manera unilateral en sus territorios. “Que me detenga”, dijo en relación al zar antimigración de Trump, Tom Homan, que había amenazarlo con hacerlo previamente, y al propio presidente de EEUU. “Que venga por mí y me arreste. Que lo haga de una vez. La verdad, me da igual. Me importa mi comunidad. ¿Qué demonios están haciendo? Estos tipos tienen que madurar. Tienen que parar, y nosotros tenemos que plantarles cara”.
Newsom afirmó que presentó una solicitud formal a la administración Trump para que revoque el despliegue “ilegal” de la Guardia Nacional en Los Ángeles y devuelva el control de las tropas al estado. La presencia de la Guardia Nacional “alimenta las tensiones” en la ciudad, según una carta enviada por Newsom a Trump. “Lo que estamos viendo en Los Ángeles es un caos provocado por la administración”, declaró Bass. “Esto responde a otra agenda. No se trata de seguridad pública”.
“No tuvimos ningún problema hasta que Trump se involucró”, dijo Newsom en X. “Esto es una grave violación de la soberanía estatal que agrava las tensiones y desvía recursos de donde realmente se necesitan. Revoquen la orden. Devuelvan el control a California”.
En una declaración conjunta varios gobernadores demócratas condenaron el despliegue como “un alarmante abuso de poder” y afirmaron: “Los gobernadores son los comandantes en jefe de su Guardia Nacional y que el Gobierno federal la active dentro de sus territorios sin consultar ni coordinarse con ellos es ineficaz y peligroso”.
La alcaldesa de Los Ángeles por su parte dijo que el despliegue de la Guardia Nacional es “lo último que necesita Los Ángeles” y aseguró que recibió poca información sobre cuánto tiempo permanecerán las tropas en la ciudad. Bass afirmó que había intentado disuadir a la administración federal de enviar a la Guardia Nacional. “Esperaba evitar que esta situación ocurriera nuestra ciudad todavía está intentando recuperarse de los incendios forestales”.
“No necesitamos ver nuestra ciudad destrozada” añadió señalando que la población está “aterrada”. La alcaldesa pidió que las protestas se mantengan pacíficas. “Hago un llamamiento a todos los angelinos para que sigan expresando su derecho su indignación su enfado pero de forma pacífica”.
El presidente por su parte afirmó en sus redes sociales: “Una ciudad estadounidense que alguna vez fue grandiosa Los Ángeles fue invadida y ocupada por inmigrantes ilegales y delincuentes. Ahora turbas violentas e insurreccionales están atacando a nuestros agentes federales para intentar frenar nuestras operaciones de deportación. Pero estos disturbios sin ley no hacen más que reforzar nuestra determinación. Di instrucciones a la secretaria de Seguridad Nacional Kristi Noem al secretario de Defensa Pete Hegseth y a la fiscal general Pam Bondi en coordinación con todos los departamentos y agencias pertinentes para que tomen todas las medidas necesarias con el fin de liberar Los Ángeles de la invasión migrante y poner fin a estos disturbios. Se restablecerá el orden los inmigrantes ilegales serán expulsados y Los Ángeles será liberada”.
En otro post criticó de nuevo contra Newsom y Bass: “Deberían pedir disculpas al pueblo de Los Ángeles por el trabajo absolutamente desastroso que hicieron, que incluye los disturbios que continúan en Los Ángeles. Estas no son protestas, son alborotadores e insurreccionistas. Recuerden: ¡SIN MÁSCARAS!” En efecto, Trump el sábado por la noche afirmó que las “máscaras no estaban permitidas” en las protestas, sin decir por medio de qué ley o decreto eso era así.

Aumenta la tensión
Las tensiones aumentaron este domingo en Los Ángeles cuando miles de manifestantes salieron a las calles en respuesta al despliegue extraordinario de la Guardia Nacional ordenado por Trump. Los manifestantes bloquearon una autopista principal e incendiaron vehículos mientras las fuerzas policiales locales respondían con gases lacrimógenos balas de goma y granadas aturdidoras para dispersar a la multitud.
Los enfrentamientos ocurrieron en el tercer día de manifestaciones contra la ofensiva migratoria de Trump en la región mientras la llegada de unos 300 soldados federales desató indignación y temor entre algunos residentes.
A mediodía cientos de personas se congregaron frente al Centro Metropolitano de Detención en el centro de Los Ángeles donde permanecen detenidas algunas de las personas arrestadas en redadas migratorias anteriores. Los manifestantes coreaban “vergüenza” y “váyanse a casa” a los miembros de la Guardia Nacional que se mantenían en formación hombro con hombro portando armas largas y escudos antidisturbios.
Cuando algunos manifestantes se acercaron a los soldados otro grupo de agentes uniformados avanzó contra la multitud y lanzó bombas de humo a la calle.
Minutos después el Departamento de Policía de Los Ángeles disparó proyectiles de control de multitudes para dispersar a los manifestantes que según las autoridades se encontraban reunidos de forma ilegal. Gran parte del grupo se desplazó entonces a bloquear el tráfico en la autopista 101 hasta que agentes de la Patrulla de Caminos de California los desalojaron de la vía a última hora de la tarde, según informa Associated Press.
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