Las cartas sobre la mesa: se confirman los candidatos de una elección marcada por la apatía y la polarización

A partir de mañana se revelarán las cartas del juego de las elecciones. A las 23.59 de este domingo vence el plazo formal para la presentación de los candidatos en todas las provincias que renovarán la mitad de la Cámara de Diputados y un tercio del Senado en los comicios del próximo 26 de octubre. La atención –y tensión– política está puesta en cómo el Gobierno termina de tejer su alianza circunstancial con el PRO, parte del radicalismo y algunos gobernadores, mientras el panperonismo define qué grado de unidad alcanza en los distintos distritos. Buscando romper esa polarización aparecen la liga de mandatarios “del centro” y la izquierda.
A partir del lunes quedará diagramado un nuevo mapa político donde ya prima la fragmentación territorial: las elecciones legislativas son nacionales pero cada provincia tiene dinámicas propias y pone en juego cantidades diferentes de bancas entre sí. Todas los distritos renuevan la mitad de sus representantes en la Cámara de Diputados (127 bancas en total), mientras ocho jurisdicciones eligen a sus tres senadores (CABA, Chaco, Entre Ríos, Neuquén, Río Negro, Salta, Santiago del Estero y Tierra del Fuego).
La novedad de la elección federal es el debut de la Boleta Única de Papel, que incluye en una misma papeleta a todos los candidatos, categorías de cargos, y frentes políticos que pueden ser elegidos. Los primeros nombres que finalmente queden en las listas son clave, ya que el nuevo formato de voto le da prioridad a la cabeza de lista.

El cierre de este domingo, a su vez, marcará el inicio de la campaña nacional, que a la vez está atravesada por otra campaña importante ya lanzada: la de la provincia de Buenos Aires, que vota para la Legislatura el próximo 7 de septiembre. De alguna manera, el desdoblamiento bonaerense –que corresponde al 30% del padrón nacional– servirá como un termómetro sobre el Gobierno y la adhesión a la oposición peronista en medio de la interna entre Máximo Kirchner, Axel Kicillof y Sergio Massa. Una especie de encuesta a cielo abierto en septiembre antes de las elecciones de octubre, al menos en el distrito más importante. Desde mañana, entonces, habrá dos contiendas fuertes en marcha, en medio de un profundo clima de apatía electoral.
El Gobierno ya hizo una apuesta al lograr imponer el sello La Libertad Avanza en su pacto con el PRO. Los amarillos de Mauricio Macri finalmente quedaron relegados al violeta oficialista que controla Karina Milei, sobre todo en el área metropolitana de Buenos Aires. En CABA la marca mileísta se la llevará Patricia Bullrich, quien ayer anunció que salta del gabinete al Senado. En Buenos Aires el dato es la confirmación de José Luis Espert como primer candidato a diputado, cargo que renovaría sin problema, que estaría seguido por Diego Santilli (tercero en la lista) y Sebastián Pareja (quinto).
Pero la expectativa sobre la Casa Rosada está en cuántos lugares finalmente le otorga al PRO en los lugares secundarios. En paralelo los libertarios tienen negociaciones abiertas con gobernadores, como en Mendoza con Alfredo Cornejo, en Entre Ríos con Rogelio Frigerio, en Chaco con Leandro Zdero. Habrá “radicales con peluca” en boletas violetas opositoras en Tucumán, Neuquén y Catamarca.

Párrafo aparte es el caso de Córdoba, por la conversación del Gobierno con el radical Rodrigo de Loredo –a quien le vence su mandato como diputado– pero también con Luis Juez –que no compite este año–. La provincia mediterránea es un polvorín político porque en la vereda opuesta está abierta la posibilidad de un disputa entre Juan Schiaretti –mentor político del gobernador Martín Llaryora– y Natalia de la Sota –hija del fallecido exgobernador–.
Esa disputa en el peronismo cordobés de alguna manera es corolario de la unidad de Sergio Massa con el kirchnerismo. La candidatura de De la Sota es una jugada del excandidato a presidente, a sabiendas de que la marca K tiene muy mala prensa en Córdoba (provincia que le dio la victoria a Macri en 2015 y a Milei en 2023).
La unidad obligada entre Cristina Kirchner, Massa y Kicillof traducida en el sello Fuerza Patria tiene capítulos en 17 distritos. En las provincias donde es gobierno, el peronismo estará ordenado bajo la figura de cada cacique, como es el caso de Santiago del Estero con Gerardo Zamora; Formosa, con Gildo Insfrán; La Rioja, donde gobierna Ricardo Quintela.
En territorio bonaerense la incertidumbre es quién finalmente encabeza, con un desfile de nombres que van desde Máximo Kirchner a Mariel Fernández (intendenta de Moreno), pasando por el exministro Jorge Taiana o Federico Achával (intendente de Pilar). Luego de conseguir el desdoblamiento electoral, Kicillof se corrió de la negociación por el Congreso y no se opone a la decisión que tome el hijo de CFK y jefe de La Cámpora. En el AMBA también se sabrá cómo se sanan las heridas con Juan Grabois y qué lugares ocupa en las listas su frente Patria Grande. Se especulaba con que Ofelia Fernández podría acompañar a Mariano Recalde para las bancas del Senado que votan los porteños.

Como tercera vía aparece el nuevo frente de los gobernadores que buscan consolidar una propuesta autónoma que los diferencie tanto del oficialismo como del peronismo-kirchnerismo. Ya mencionados Llaryora y Schiaretti, dentro de este espacio aparecen los mandatarios de Chubut (Ignacio Torres), Santa Fe (Maximiliano Pullaro), Jujuy (Carlos Sadir) y Santa Cruz (Claudio Vidal), que terminarán hoy de inscribir a sus candidatos. Esa fuerza tiene como novedad en la ciudad de Buenos Aires que competirán Facundo Manes por el Senado y Martín Lousteau, por Diputados.
En el extremo izquierdo del arco político aparece nuevamente el FIT (la alianza del PTS, el Partido Obrero, la Izquierda Socialista y el MST) que tendrá candidatos en 23 de los 24 distritos del país. Myriam Bregman y Gabriel Solano serán candidatos a diputados en CABA. Por su lado, Manuela Castañeira será primera candidata a diputada en la provincia de Buenos Aires por el Nuevo MAS.
MC
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