El frente peronista Fuerza Patria costó. El frente libertario-macrista La Libertad Avanza costó. El frente tercera-vía Somos Buenos Aires costó. La presentación de los armados que disputarán las elecciones bonaerenses del 7 de septiembre revela de qué manera el sistema político está tratando de armarse en la provincia más populosa del país para unas elecciones locales que tienen proyección nacional. Más que en la Legislatura de PBA, en cada búnker están pensando en las nacionales de octubre para el Congreso y –ya que están– en la presidencial 2027.
Las señales que se enviaron desde cada escudería también muestran de qué manera se tejieron los acuerdos. En el peronismo primó el miedo a una traición, y por eso se puso como condición que haya validaciones cruzadas de las candidaturas que se formalizan el 19 de julio. El macrismo finalmente cedió a perder su nombre y color ante el violeta libertario que ya le ganó su bastión porteño y ahora va por sus votantes bonaerenses. Y la alianza de Facundo Manes con Juan Schiaretti termina de sepultar a la UCR: no habrá lista 3 en el cuarto oscuro.
En el medio, ayer hasta la medianoche aún sobrevolaba el runrún de que podría haber sellos muleto hacia derecha e izquierda por si cualquier acuerdo estalla por los aires de acá al cierre de listas. Incluso hay heridos que evaluaban presentar listas cortas en sus secciones o municipios.
El Frente Patria, sin dueño
“Todos cedimos algo, todos ganamos algo”. La frase de un operador del peronismo dejó claro que la unidad se consiguió a la fuerza al punto tal que no hubo foto de las cabecillas sonriendo por el acuerdo: Axel Kicillof, Máximo Kirchner y Sergio Massa se reunieron a puertas cerradas y lejos de los flashes.
Curioso fue que al borde de las 20, Cristina Kirchner hizo difundir un video en el balcón de su prisión domiciliaria saludando a la militancia reunida en la esquina de San José 1111. Entre la gente se ve claramente una bandera que dice “Partido Justicialista de Lomas de Zamora”. “La única con núcleo duro en tiempos de desafección”, la ponderó una fuente que rodea al kirchnerismo.
Fuerza Patria quedó conformada por una mesa chica integrada por los tres socios principales, que ahora deberán sentarse a negociar los lugares en las listas. La desconfianza es tal que se estableció como regla las “firmas cruzadas”, para que cada aliado avale los candidatos del otro. Así, Kicillof, Máximo y Massa designaron como apoderados para la rúbrica del acuerdo electoral.
Por el kicillofismo e intendentes del Movimiento Derecho al Futuro estarán Agustina Vila –secretaria general de la Gobernación– y Mariano Cascallares –intendente de Almirante Brown–. Por el PJ de Máximo y La Cámpora estarán Patricia García Blanco –exfuncionaria de Wado de Pedro en Interior– y el diputado bonaerense Facundo Tignanelli. Y por el Frente Renovador estarán Eduardo Cergnul –quien fue mano derecha de Massa en Diputados– y Sebastián Galmarini –director del Banco Provincia de Buenos Aires–.
Para el peronismo bonaerense el tramo más complejo de las negociaciones será el “cierre municipal”, porque en cada partido se renuevan concejales y consejeros escolares. La manera en que se repartirá esa torta marcará si el acuerdo fluye o no.
El macrismo ahora libertario
Si en el peronismo no hubo caras, en LLA-PRO buscaron lo contrario. Karina Milei se animó a encabezar una conferencia de prensa junto con Cristian Ritondo y Sebastián Pareja –su armador en PBA– y dijo que dará “la batalla para terminar con el kirchnerismo”. Ritono aseguró que el macrismo “eligió la unidad” y manifestó que “no fue por conveniencia, sino por responsabilidad”, aunque el partido perdió en la conformación del frente tanto el nombre propio como el color amarillo.
El frente LLA mostró en una foto a los responsables del pacto, donde están desde los presidentes de los partidos en Buenos Aires hasta los armadores seccionales. Además de Ritondo y Pareja, allí se destacan Diego Santilli, que quiere ser candidato con preponderancia este año para disputar la gobernación en 2027, y Guillermo Montenegro, intendente de General Pueyrredón macrista que también tejió la alianza con los libertarios.
No se mostró ni mandó equipo José Luis Espert, el candidato que Milei quiere para la provincia en la elección nacional de octubre. Tampoco estuvo Soledad Martínez, intendenta amarilla de Vicente López, soldada de Mauricio y Jorge Macri.
Resta saber cómo se definirán las candidaturas seccionales, pero se estima que prime la figura más taquillera. Lo que no quiere el macrismo es que en los distritos donde gobierna –como General Pueyrredón o Vicente López– haya mayoría de concejales libertarios para no poner en jaque su gobernabilidad comunal.
La tercera vía Manes-Schiaretti
La tercera sorpresa del cierre fue la alianza Somos Buenos Aires, referenciada nacionalmente en el acuerdo que sellaron Manes y el exgobernador de Córdoba y candidato presidencial Schiarett. Buscan caminar juntos rumbo a 2027, pero ahora tienen como columna vertebral a un grupo heterodoxo de intendentes de la provincia de Buenos Aires articulados en torno a Julio Zamora, actual jefe comunal de Tigre.
Además de Hacemos (Juan Schiaretti) y Para Adelante (Facundo Manes), los que suscribieron la alianza Somos Buenos Aires son la Unión Cívica Radical (UCR), la Coalición Cívica (Elisa Carrió), el Partido Socialista (Mónica Fein), el GEN (Margarita Stolbizer) y Partido del Diálogo (Emilio Monzó).
El sello demostró la crisis que atraviesa la UCR, porque su titular provincial, Maximiliano Abad, coqueteó hasta último momento con sumarse a la alianza LLA-PRO. Ahora buscaría mejorar sus condiciones para acordar con Manes, quien no tiene la lapicera formal del partido a nivel bonaerense. Abad puede, sin embargo, intentar ir con boleta partidaria al 7 de septiembre.
MC