La reacción en el oficialismo

CFK ante la bajada de Macri: la analogía con Menem 2003 y un misíl para Alberto

“No se está bajando de ningún pedestal: se baja porque pierde. Hace lo mismo que hizo Menem en 2003 cuando se bajó del balotaje contra Néstor porque perdía”. A horas del video con el que Mauricio Macri anunció que este año no sería candidato, y frente a una reacción de Alberto Fernández, que está de gira por Santo Domingo, las usinas que replican la postura de Cristina Fernández de Kirchner salieron a marcar la mirada de la vice sobre el “renunciamiento” del expresidente.

Fue una reacción en dos direcciones: una hacia afuera, respecto a la decisión puntual de Macri, y otra hacia adentro del FdT, referida a lo que debería generar la bajada del jefe del PRO de la carrera electoral dentro del oficialismo. La lectura que partió del cristinismo, expresado desde La Cámpora, tiene como primer destino quitarle épica a la bajada de Macri.

Por eso, la comparación específica consiste en comparar esa decisión con la que tomó en abril del 2003 Carlos Saúl Menem cuando desistió de competir en el balotaje contra Néstor Kirchner. Hay, en esa comparación, una idea simbólica de la derrota pero, también, del perfil político que busca empardar a Macri con el menemismo.

Sobre ese punto, hubo otras intervenciones públicas desde el FdT, entre ellas de Gabriel Katopodis y de Daniel Scioli -Sergio Massa lo hizo, de manera indirecta, a través de Ignacio De Mendiguren- pero hubo una, en particular, que pareció movilizar al cristinismo para salir a hablar de la bajada de Macri: fue el dato que circuló desde República Dominicana respecto a que la decisión del expresidente debería derivar en que Cristina Kirchner decida no participar de la puja electoral de este año.

La respuesta del cristinismo fue en una dirección similar pero con otros actores. “Alberto debería aprovechar esta oportunidad y bajar su candidatura para permitir que el FdT se ordene y pueda armar una estrategia electoral competitiva”, dijeron a elDiarioAR fuentes del cristinismo. Parece, a simple vista, más una reacción sobre lo que llegó desde Santo Domingo -referido a que Fernández trasmitió que la salida de Macri del ring debería precipitar la salida de Cristina- que a una respuesta específica sobre la bajada del fundador del PRO.

Hay un factor adicional. En diciembre, cuando Cristina dijo que no sería “candidata a nada”, aquel renunciamiento se analizó como una jugada de ajedrez que generaría efectos críticos en JxC -solo están unidos porque enfrente está Cristina, se decía- y, además, serviría para ordenar la interna del FdT, esencialmente respecto a las pretensiones de Fernández de buscar un segundo mandato presidencial.

Nada de aquello, en términos fácticos, ocurrió: JxC se mantuvo entreverado en su interna y Fernández, en vez de imitar a la vice y ejecutar un renunciamiento, entendió aquella bajada como la oportunidad para reforzar su plan reeleccionista. La música que llega desde Santo Domingo, respecto a que el presidente espera que la bajada de Macri derive en un corrimiento de Cristina, es lo que más motivó la reacción del cristinismo.

Hay que leer esas reacciones -que inició Fernández desde el Caribe- como reflejo de la toxicidad del vínculo interno: más que leer la deserción de Macri como un factor para administrar, en el FdT todo se convierte en razón para el tiroteo interno.

Quien intervino con otro tono fue Daniel Scioli que emitió una carta -su hija Lorena es quien lo asiste con los textos- que se refiere a la bajada de Macri y la pone en clave de campaña. “No comento las internas de otros espacios”, escribió Scioli en un posteo que publicó en su cuenta de Facebook, pero “considero necesario señalar mi posición respecto a conceptos que el líder de Juntos por el Cambio expresó sobre la realidad de nuestra Argentina”. “Me preocupa que siga reivindicando algunos de los graves errores de su gestión. En mi vida me he mantenido lejos del revanchismo y la crítica fácil”, pero “debo advertir que las políticas que reivindica el expresidente nos pueden llevar con otros actores a repetir los mismos errores que pusieron al país de rodillas, paralizando el desarrollo y el crecimiento”.

PI