El radicalismo a pleno corteja a Manes para que se decida y compita en Provincia

Hasta Martín Lousteau se hizo un hueco para escuchar al neurocientista. El senador y economista se había enfrentado al espacio de los hermanos Facundo y Gastón Manes en la áspera interna radical bonaerense de marzo pasado. Pero ahora los radicales apuntan una cicatrización exprés de aquellas heridas, en nombre de un bien mayor: contar con una figura de peso para encabezar la lista de diputados en la Provincia. Además de Lousteau, en el Comité Nacional se encontraron los jefes de la UCR. Desde los tres gobernadores, hasta el presidente del partido Alfredo Cornejo y la tropa bonaerense.  

El radicalismo a pleno asistió a su meca con un único objetivo: cortejar a Manes. Si bien todavía no dio el sí, Facundo Manes está más cerca de aceptar que hace unas semanas. El hecho de que se presente ante la jefatura radical, a 38 días para el cierre de listas y candidaturas, encierra un mensaje. De concretarse su postulación, el médico de la UBA, neurólogo y autor bestseller competiría dentro de una PASO contra los macristas Diego Santilli y Jorge Macri. 

La cita fue miércoles pasado el mediodía. Por la tarde, Manes encadenará otro guiño que entusiasmo a la conducción partidaria: dará una charla junto al presidente de la Federación Universitaria Argentina (FUA), el concejal de Franja Morada Bernardo Weber. Manes departirá sobre “los desafíos del día después”.

“La UCR está interesada en conocer en profundidad las ideas de Facundo. Quiere conversarlas con él y nosotros lo vemos con buenos ojos”, aclara Gastón Manes ante elDiarioAR. El hermano de Facundo fue candidato a convencional bonaerense por la lista ganadora de Maxi Abad, en la interna realizada en marzo pasado. 

“La candidatura no tiene que estar por delante de la discusión sobre temas de fondo. Necesitamos una Argentina involucrada en pasar a la grieta por encima y sin sesgos. En los dos sectores hay gente que se siente cómoda en la grieta, y no vemos posible salir adelante si eso se ahonda. El partido así da pasos adelante claves para liderar a la oposición”, se ilusiona Gastón Manes.

El hermano mayor de Facundo se recibió de abogado en la UBA y se especializó en derecho internacional. Maneja el estudio Savransky & Manes, Vibes. En primavera democrática ambos militaron con entusiasmo en el alfonsinismo estudiantil de Salto, un pueblo agropecuario de 30 mil habitantes.

Los Manes son socios en el Instituto de Neurología Cognitiva INECO, una mina de oro en la prestación de servicios y cursos a personas, empresas y hasta municipios. Recientemente crearon un think tank de políticas públicas, junto a jueces, banqueros, economistas, políticos, intelectuales y hasta un exfutbolista de elite como Gabriel Batistuta. 

Los hermanos llevaron a un grupo de INECO para exponer sus ideas en el Comité Nacional de la UCR. En el auditorio estuvieron Cornejo, los gobernadores Gerardo Morales y Rodolfo Suárez los jefes de los bloques legislativos Mario Negri y Luis Naidenoff, más Lousteau, Maxi Abad, Ernesto Sanz y Angel Rozas, entre otros.

A la salida de la reunión y ante la insistencia periodística por su posible candidatura, Manes afirmó: “Si el radicalismo se pone de pie, lidera, se abre y convoca a todos sectores, Facundo Manes, o sea yo, voy a acompañar como cualquier sector que quiere progreso. Voy a estar en cualquier proyecto que discuta progreso y deje de discutir subdesarrollo sustentable”.

Manes regaló un último guiño: “Vi un radicalismo de pie con ganas de liderar una coalición de centro popular, que convoque a sectores como hizo en el 83. Necesitamos entrar en el paradigma del conocimiento. Estamos en un momento bisagra de la Argentina”.

Desde que Facundo se convirtió en una figura mediática, hace casi una década, su hipotética postulación es un run run clásico antes de cada cierre de listas. Una posibilidad que él mismo se encargó de alentar, a partir de sus coqueteos múltiples y sus mensajes algo ambiguos sobre sus deseos de ser candidato. En los últimos años, lo tentaron desde el radicalismo, el PRO, el lavagnismo y hasta el kirchnerismo. En la previa a las legislativas de 2017, las negociaciones terminaron muy mal con el vidalismo.

Pero lo cierto es que Manes nunca se animó a dar el paso. No quiso abandonar su cajita de cristal, hecha de reconocimiento, buen pasar y tranquilidad. Porque además la verdadera ambición de Facundo no es ocupar una banca. Su meta es ser presidente.

Por mediático, por semi-outsider, por estar contactado con empresarios, famosos y hasta el Papa Francisco, por promover un discurso de divulgación efectiva que roza la autoayuda, ahora se consolidó como la esperanza blanca del radicalismo. También, de empresarios y algunos medios de comunicación. Desde hace décadas que la UCR no cuenta con un referente de peso en la provincia de Buenos Aires. De ahí, el despliegue de la jefatura boina blanca en torno a Facundo. El mensaje radical trafica un ultimátum amable: si Manes realmente quiere ser un actor de peso en el 2023, este es el momento para salir a la cancha y embarrarse. 

AF