El oficialismo le puso el freno a una serie de reformas estructurales para la economía. La voz cantante fue Martín Menem, jefe de la Cámara de Diputados, que ante ejecutivos de empresas norteamericanas admitió la inferioridad numérica de La Libertad Avanza hasta tanto no pasen las elecciones de este año.
“Para grandes reformas este no va a ser el año”, dijo Menem en la cumbre de AmCham este martes. “No esperen una reforma impositiva, laboral y previsional”, agregó el riojano en un panel en el que fue entrevistado de cara a los representantes de firmas de Estados Unidos con acciones en la Argentina.
Menem reconoció que el oficialismo tiene un bajo número tanto en Diputados como en el Senado y cuestionó al kirchnerismo, que en ambas cámaras es la primera minoría, que aunque no tiene fuerza propia para imponer proyectos, sino puede bloquear las intenciones libertarias. “Tenemos una barrera parlamentaria”, dijo Menem. Y luego remarcó: “Los tiempos los maneja el Ejecutivo”.
El jefe de la Cámara baja pidió explícitamente el voto para las fórmulas libertarias en las próximas legislativas nacionales de octubre y evitó referirse al debate abierto con el PRO tras los comicios porteños. Sí dejó abierto que en la sesión pedida por la oposición para este miércoles habrá una jugada conjunta entre los violetas y amarillos, y parte de la UCR, para intentar frenar la avanzada del peronismo.
En la sesión de este miércoles se discutirán distintas propuestas de aumentos para los jubilados, que el Gobierno ya ratificó que vetará por apuntar contra el déficit cero. Menem ratificó ese mantra de Javier Milei. El riojano no se refirió al otro tema en disputa en Diputados: la creación de una comisión especial para investigar el caso $LIBRA, por la que mañana habrá una votación para definir su composición.
Menem sí señaló que el oficialismo aspira reformar la composición de los organismos de control, como por ejemplo la Auditoría General de la Nación. De hecho el propio titular del cuerpo presentó un proyecto para reformar la ley de la AGN, donde propone ampliar a cuatro la cantidad de auditores que designe Diputados para otorgar un lugar al oficialismo y reduce a 2 los miembros que debe designar el Senado.
La presentación del proyecto se produce cuando existe una fuerte polémica debido a que la Auditoría se encuentra paralizada, ya que quedó solo su presidente, el peronista Juan Manuel Olmos, debido a la falta de acuerdo de Diputados y del Senado para designar a los seis auditores que deben reemplazar a los funcionarios que terminaron su mandato. El oficialismo busca hacerse de una banca que está en pugna con el radicalismo y el espacio de Miguel Pichetto: “El bipartidismo se terminó”, sentenció Menem en AmCham.
MC