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Cortaron la transmisión oficial

La historia detrás de la foto que estampó el frío saludo entre Lula y Milei

Lula y Milei en la cumbre del Mercosur 2025

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Javier Milei se encogió de hombros y levantó el mentón: “No sé”. Había, en ese mediodía del jueves, un tumulto en la puerta de ingreso del Palacio San Martín. Los Presidentes de los Estados Partes del Mercosur –Luis Arce, de Bolivia; Santiago Peña, del Paraguay; y Yamandú Orsi, de Uruguay– ya habían cumplido con los saludos protocolares y esperaban en el Salón Dorado la llegada del último mandatario, Luiz Inácio “Lula” da Silva. Pero Lula estaba detenido en el descanso de la escalera que conecta el hall de ingreso con la Casa Uno, dónde Milei se desentendía de un asunto con riesgo diplomático. Lula escuchó unos gritos y se dio vuelta, intentó entender, no pudo. Sólo hizo un gesto a Ceremonial. Con un suave movimiento de palmas pareció indicar “esperen”. Detrás suyo, el tumulto. Y la transmisión oficial se cortó.

Fueron dos minutos ciegos. El drone libertario mostraba el sol chorreando sobre los árboles de Retiro, el frente del Palacio, la custodia oficial en miniatura. Píaban los pájaros mientras adentro pasaba otra cosa: la comitiva brasileña pecheando para entrar y un Seguridad que decía “prensa no” con el dedo levantado. Karina, que junto al hermano y al canciller Gerardo Werthein daba las bienvenidas, había bajado una línea clara a las embajadas. Contra toda diplomacia tradicional, les avisó que ningún fotógrafo oficial de ningún Presidente tomaría fotos de la recepción porque sólo circularían las validadas por Casa Rosada. Entonces hay que hablar de Ricardo Stucker, el fotógrafo oficial de Lula.

Desde hace más de veinte años, Stucker es la sombra del actual Presidente de Brasil. Empezó a fotografiarlo cuando Lula asumió en 2003. Ágil, dos cámaras al hombro, a los codazos si la situación la amerita, Stucker es capaz de gatillar parado en puntas de pie sobre una baldosa. Podría decirse que Lula y él son amigos. Podría decirse, también, que Stucker es el autor de la imagen pública del mandatario brasileño. Con el beneficio que otorga la cercanía, con la ventaja de conocerse desde el principio, del presidente de Brasil Stucker tomó retratos memorables. Viajaron juntos por todo el mundo durante las tres presidencias. Si entra uno, entra el otro. Hasta el jueves, que se rompió la racha.

Stucker protestaba en la puerta de ingreso del Palacio San Martín porque le prohibieron acompañar a su presidente, quien entendió –unos segundos después y sin que le explicaran– de qué iba ese revuelo que había interrumpido el protocolo. No siguió solo, simplemente decidió esperar en la escalera. Lo que sigue es lo que quedó afuera de la transmisión, que se cortó para empalmar con la vista del drone, que se desplazaba en un divague turístico.

Mara Gorini es abogada y una de las manos derechas de Karina Milei. Empezó a trabajar para La Libertad Avanza en la campaña presidencial de 2023. A su cargo estuvo la organización del cierre pre-Generales en el Movistar Arena. Hoy es secretaria de la secretaria general de la Presidencia. Dura, inflexible, resolutiva, Gorini produce cada acto del oficialismo. El jueves, se asomó al pasillo de la Casa Uno, donde esperaban Karina, Werthein y Milei. Alguien le contó el problema con Stucker y volvió a meterse. Les dijo: “Lula no entra si no entran los fotógrafos”. Karina le devolvió: “No entran los fotógrafos de los presidentes”.

Gorini volvió a salir, explicó a la comitiva brasileña. No hubo caso. Volvió: que Lula no se movía sin su fotógrafo. Milei abrió los ojos y levantó los hombros, en un gesto de “no sé” más que “arreglenló, por favor”. Werthein tomó aire, intentó decir algo... Karina se interpuso: “No. Ningún fotógrafo oficial entró. ¿Por qué haríamos una diferencia con él?”. Con esta negativa, la hermana se expuso a la posibilidad de una reacción de parte del presidente del país que es el principal socio comercial de la Argentina.

¿Cuál es el temor de Karina respecto de las imágenes del hermano? ¿Que perdería el control sobre el diseño del Presidente? Hay un riesgo, sí: que un fotógrafo que no sepa cuáles son las reglas oficiales retrate a Milei desde abajo, de costado, más calvo que cuando asumió, con el cabello más crespo que cuando le colocaron la banda. ¿Por qué Javier Milei no puede tomar decisiones tan elementales como permitir el ingreso de un fotógrafo? ¿Será que a Karina le da vida sostener el “no” hasta el final?

Esta vez no fue Gorini la que salió de la Casa Uno. Fue Werthein, que pegó una corridita y se acercó al Presidente de Brasil. Hablaron, brevemente. Cómo lo convenció, así en susurros, imposible saberlo. El canciller acompañó a Lula al encuentro con Milei. Apretón de manos a él y a Karina. Fotos oficiales. Milei le hizo un chiste a Lula, Lula apenas lo miró. Foto oficial grupal. Karina a la derecha de Lula. Ella, a cara lavada, se revuelve un poco el pelo. Ni una mueca Karina. Nada de esto pudo ver Stucker que, por primera vez en un viaje diplomático, se quedó afuera de una foto. Lula se llevó, como quería, la presidencia del Mercosur y partió, rápido, a San José 1111 para visitar a CFK.

VDM/MG

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