Pelea por “la Copa”: la Rosada busca mostrarse dialoguista y convoca a un Larreta que dio el sí

Con el palazo de la Corte Suprema a La Rosada todavía flotando en el aire, el gobierno nacional convocó al de la Ciudad para conversar sobre la pulseada que aún está pendiente: la quita de fondos de la coparticipación. Se trata de una puja que también fue judicializada por Horacio Rodríguez Larreta ante los supremos. Así, la Nación busca mostrarse dialoguista y conciliadora al extremo. 

Los ministros de Economía, Martín Guzmán, y del Interior, Eduardo “Wado” de Pedro, convocaron (extra) formalmente este jueves al jefe de Gobierno Rodríguez Larreta. Según informó el Gobierno, la cita en la Casa Rosada será “para acordar criterios comunes en el proceso de traspaso de la Policía”. En la carta enviada, el albertismo ofreció opciones múltiples. La convocatoria inicial fue para este viernes, con alternativas de horario: a las 11 o a las 15. Pero el Ejecutivo enumeró otras fechas para el encuentro: los días 17, 18 o 19 de mayo. Esta noche, Rodríguez Larreta aceptó la convocatoria. La Ciudad propondrá realizarla el martes 18 “en el horario que el gobierno Nacional determine”. “Se trata de una instancia de diálogo que el jefe de Gobierno ha venido ponderando como la mejor vía para encontrar soluciones en temas centrales de la vida republicana”, enfatizaron fuentes del gobierno porteño.

La convocatoria tiene un doble contexto: el fallo reciente de los supremos en favor de la autonomía porteña, tras la pulseada por las clases presenciales. Y llega a menos de una semana para que se concrete la segunda cita que estableció la Corte, en un intento de acordar criterios comunes para definir el traspaso de la Policía con sus respectivos fondos. La fecha pautada para el cara a cara, mediado por representantes de los supremos en el Palacio de Tribunales, es el próximo 12 de mayo. 

El último encuentro entre la Ciudad y el gobierno nacional se dio hace 16 días. Fue organizado por la Corte para empezar a discutir el recorte de los fondos coparticipables. En la reunión no se habló de cifras ni coeficientes. Fue una primera juntada para que la Corte conociese a las partes y armara un espacio de discusión amable. Fue el primer paso de un expediente que podría demorarse en llegar a un desenlace.

Un día antes de aquella cita, el procurador del Tesoro, Carlos Zannini, había planteado que la Corte no era competente para intervenir sobre un conflicto entre la jurisdicción nacional y el distrito porteño. Pero los ministros Juan Carlos Maqueda, Carlos Rosenkrantz, Horacio Rosatti y Ricardo Lorenzetti rechazaron “in limine” esa objeción, con la disidencia de Elena Highton de Nolasco.

La causa comenzó en septiembre cuando Rodríguez Larreta presentó una acción declarativa de inconstitucionalidad contra el Estado nacional. Fue después de que Alberto Fernández fijara la quita por decreto. Algo que después se consolidó en una ley aprobada en diciembre del año pasado. El alcalde calcula que el recorte supera los $65.000 millones, más del 10% del presupuesto porteño para 2021, una cifra que el oficialismo nacional pone en duda.

La ley promulgada devuelve la transferencia de fondos a los tiempos previos a la presidencia de Mauricio Macri. A principios de 2016, el expresidente amarillo le había concedido generosamente y por decreto una suba porcentual de 1,4 al 3,7 en el reparto de recursos nacionales. 

La ley aprobada el 10 de diciembre, en realidad, no establecía una suma fija de quita. Planteaba un mecanismo de actualización trimestral que sería acordado en forma bilateral por ambas administraciones en un plazo de 60 días corridos contados a partir de la sanción de la ley. Y creaba una comisión ad hoc para estudiar la cifra exacta y la puso bajo análisis del Consejo Federal de Inversiones (CFI). ¿Qué es el CFI? La reunión de los todos los ministros de Economía provinciales. En concreto, un ámbito hostil para el larretismo ya que 19 de las 24 administraciones firmaron una solicitada junto a la Casa Rosada en la que aprobaban el recorte de la coparticipación de la Ciudad.

El larretismo se debatióa entre dos vías: la de insistir en su queja ante los supremos, con resultado o el camino de sentarse a negociar con la Rosada, asumiendo que la quita de recursos por la coparticipación es un hecho irreversible. Jugarse un pleno de la mano del presidente de la Corte Carlos Rosenkrantz o resignarse a la reducción política de daños. Optó por judicializar su queja. En el medio, consiguió un espaldarazo de la Corte en un conflicto paralelo: el debate sobre las clases presenciales.

AF