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Alejandra, Marina y Alexa: las víctimas del siniestro fatal que desencadenó un legislador cordobés

Alejandra Bengoa, llevaba a su hija y una amiga a un recital. Murió en el siniestro protagonizado por el legislador Oscar Gonzalez.

Celeste del Bianco

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La última foto de Alejandra Bengoa es en su auto Sandero rojo. En el asiento trasero van su hija Marina y Alexa, la amiga. Las dos nenas tienen 14 años y están por iniciar el viaje desde Mina Clavero hasta la Ciudad de Córdoba para ver a la banda uruguaya El Cuarteto de Nos. Ese mismo día, el 29 de octubre, sufrieron un accidente automovilístico en la ruta provincial E 34 de las Altas Cumbres. Alejandra murió en el acto y las adolescentes continúna internadas con heridas graves. Marina había perdido a su papá seis años atrás. Desde ese día, ella y su hermana quedaron huérfanas.

En el otro auto, una camioneta BMW negra con patente melliza, manejaba Oscar González, hasta ese momento presidente provisional de la Legislatura de la provincia de Córdoba y tercero en la línea de sucesión del gobierno de Juan Schiaretti. El hombre, que salió ileso, tenía varias infracciones por exceso de velocidad sin embargo tenía el registro habilitado. Los familiares de las tres mujeres temen que por su peso político entorpezca la investigación. Además, piden que se lo acuse por homicidio doloso y que la Legislatura le quite los fueros.

“Queremos justicia, sobre todo para que no vuelva a hacer daño. Si se hubiera cumplido la ley este hombre no tendría el registro”, dijo Guillermo Bengoa, hermano de Alejandra,a elDiarioAR. González tenía varias multas, dos por exceso de velocidad Tipo 4, que superan los 166 kilómetros por hora. “Eran infracciones por una velocidad altísima y no se lo sacaron. Si se hubiera cumplido la ley, no hubiera chocado a mi hermana. La sonrisa de ella, que era una cosa bellísima, no me la va a devolver nadie, pero por lo menos que la gente que no puede manejar, que no maneje. Independientemente del poder que tenga”, agregó el hombre. Con la quita de puntos por las infracciones cometidas, González no podría haber renovado su registro. Sin embargo, lo consiguió en la comuna de Las Tapias.

El jueves pasado, mientras Alexa era operada en el Hospital de Niños de Córdoba por una fractura en la cuarta vértebra lumbar, González desconoció las acusaciones en su contra ante la fiscal del caso. Se presentó por la mañana en la Fiscalía de Cura Brochero y se negó a declarar. Dos días después del accidente, el 31 de octubre, la fiscal Analía Gallarato imputó al legislador de Hacemos por Córdoba (el oficialismo provincial) por  homicidio culposo agravado por el uso de vehículo automotor y lesiones culposas agravadas. 

Las familias piden el cambio de carátula. El padre de Alexa, Gustavo Álvarez, sostuvo que hay jurisprudencia para agravar la imputación. “Estamos exigiendo que la carátula se eleve a homicidio doloso. Los delitos por los que se lo acusa ahora tienen penas excarcelables. Ya hay antecedentes de homicidio doloso en Córdoba, en lo que se conoció como la Tragedia de  Circunvalación, cuando se sentenció al acusado a prisión por nueve años. Las características son similares en cuanto a la alevosía con la que se han manejado estas personas”, afirmó en diálogo con este medio. Álvarez también advirtió sobre el comportamiento del legislador ante la Justicia: “Negó los hechos. Calculamos que ha ido para acceder al expediente porque hasta que no se le tomaba la indagatoria no se podía levantar el secreto de sumario”.

En las afueras de la fiscalía, vecinos y vecinas, que se movilizaron 8 kilómetros  desde Mina Clavero hasta Cura Brochero, repudiaron a Gónzalez. Desde fines de octubre, se realizaron varias manifestaciones para pedir justicia por Alejandra. En ese grupo está María José Laurel, mamá de una amiga de Marina y Alexa que también viajó a ver a El Cuarteto de Nos. “Alejandra nos invitó a ir en el auto, pero ya teníamos los pasajes en colectivo”, le contó a este diario. La mujer explicó que temen que el poder político del legislador oficialista entorpezca el recorrido judicial.

“Un político con airbags institucionales”

“No actuó como un ser humano común sino como un encubridor, como un político con airbags institucionales. Más allá del airbag del BMW que lo salvó y no se hizo ni un rasguño, está protegido. No lo expulsan de la Legislatura y estamos hablando de una persona que mató gente e hirió gravemente a dos chicas. Jamás se comunicó con la familia, lo único de lo que se ocupó fue de sacar los bolsos y manchar el nombre de Alejandra, decir que ella se cruzó de carril. Todas las pericias están diciendo que fue al revés”, afirmó Laurel.

Por el momento, González tiene licencia médica en su banca hasta el 31 de diciembre y renunció a la presidencia provisoria de la Legislatura. Un grupo de legisladores pidió la renuncia, mientras que otro, encabezado por el Frente de Izquierda va por la destitución. “Hasta ahora se tomó vacaciones y sigue con fueros. Es decir, que puede elegir jueces y fiscales. Una persona así no puede ser enjuiciada, que renuncie. Sigue en la banca y tiene el poder”, indicó Laurel, que anticipó que preparan una nueva movilización en Mina Clavero y otra en la Casa de la Provincia de Córdoba en la Ciudad de Buenos Aires.

Otra de las irregularidades de González es que tras el accidente, familiares suyos retiraron bolsos que había en el vehículo. Como mostró elDiarioAR, las imágenes aportadas por los automovilistas que pasaron después del accidente muestran a dos personas que se llevan los bolsos de la BMW: una sobrina y un empleado. El abogado defensor sostuvo que se trata de ropa, algo que es puesto en duda. 

Paralelamente a la investigación judicial, la familia Bengoa atiende la salud de Marina, la hija menor de Alejandra. La nena permanece en el Hospital de Niños de Córdoba, ahora sin respirador. Tiene lesiones en el hígado, el bazo, el páncreas, el pulmón y diversas fracturas. Alexa, su amiga, sufrió un daño medular que le quitó sensibilidad en las piernas. 

Alejandra era docente y había enviudado hace seis años. Tras el fallecimiento de su marido Darío por cáncer, la mujer dejó el trabajo en la escuela y se dedicó a criar a sus dos hijas: Marina, en ese momento de 8 años, y Vera, de 13. Desde Mar del Plata su familia la ayudaba económicamente para mantener la casa. “Cuando murió su marido, mi hermana se había puesto como tarea cuidar a las chicas con mucha dedicación. Se cuidaba ella, hacía vida sana porque era el único sustento. Mi mamá de 90 años, le mandaba la pensión de mi viejo y nosotros, que somos cuatro hermanos en total, también le pasábamos algo de plata”, explicó Guillermo. Toda la familia está en Mar del Plata por lo que los tíos y tías de las hijas se turnan para acompañarlas.

“Tengo confianza en que la justicia cordobesa va a actuar bien porque la fiscal del caso nos dio la impresión de ser una persona honesta y eficiente. Pero tengo mucho temor a la presión que puede ejercer este hombre sobre todo el Poder Judicial. En Traslasierra todos le tienen miedo y los que no, le deben favores. Sabemos cómo pueden terminar esas presiones sobre el poder judicial”, cerró Guillermo.

CDB/MG

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