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“Es el peor momento de la pandemia”, la coincidencia entre Fernández, Larreta y Kicillof

Alberto Fernández

Pablo Ibáñez

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La elipsis, más pandémica que política, hizo que Horacio Rodríguez Larreta vuelva a acercar su órbita a la de Alberto Fernández: a pesar de sus “rebeldías” de abril, respecto a la presencialidad de clases y a la falta de controles sobre las restricciones gastronómicas, el jefe de Gobierno planteó la necesidad de medidas más rígidas a partir del sábado frente al nuevo aumento de casos.

Larreta, así y todo, insiste en mantener la presencialidad escolar aunque en el Gobierno indican que según sus registros en CABA sólo concurre el 40% de los alumnos a las escuelas. Como contraoferta, el jefe porteño propone un cierre estricto los fines de semana, prohibir las reuniones sociales en espacios cerrados -es decir, los domicilios- e incrementar las restricciones y controles en la actividad gastronómica.

“Es muy buen mensaje mostrarnos juntos”, dijo durante el Zoom que encabezó este jueves Fernández junto a mandatarios del centro y el sur del país. En Casa Rosada se lo leyó como un guiño en busca de acercar posiciones y se especuló con que podría dar lugar a un anuncio tripartito entre Fernández, Larreta y Axel Kicillof, la foto pandémica que fue habitual durante el 2020 y que tuvo, como rasgo, el “consenso” en torno a las medidas.

“Foto compartida no”, confió una fuente oficial a elDiarioAR y replicó un criterio que reina en la cima del Gobierno respecto a que Larreta “está en falta” porque incumplió un DNU y que eso formó parte de una especulación política más que un criterio sanitario. “Horacio no tiene poder político para cumplir cualquier compromiso, por eso no es confiable”, apuntan desde Olivos con cierta preocupación: juran que sería mejor tener un interlocutor en CABA pero que, por la presión de Mauricio Macri y Patricia Bullrich, el jefe de Gobierno no lo es.

El otro vértice de ese triángulo político lo expresa Kicillof quien, aunque a través de Daniel Gollán redobló sus planteos de medidas más duras, esta vez jugó con un perfil más bajo y dejó que sea Larreta el que aparezca en el ring como el que quiere más restricciones. Es un cambio de rol: Kicillof se corre de la foto con la intención de que el jefe de Gobierno porteño quede “expuesto” con su pedido de más restricciones, una forma de asumir que se equivocó cuando no quise disponer límites más duros.

De hecho, el gobernador bonaerense no quiso anticipar posición frente a la propuesta de Larreta de un confinamiento estricto los fines de semana. Lo que hizo, en lo que operó como una crítica indirecta a CABA, fue anticipar que respetará las medidas que tome Nación y que con las restricciones de las últimas semanas “evitamos una catástrofe sanitaria”.

Kicillof, casi con el mismo libreto que Fernández y Larreta, dijo que “estamos en el peor momento” de la pandemia. Lo dijo, con el mismo tono, el Presidente y lo planteó el jefe de Gobierno porteño al admitir que “volvieron a subir los casos” y que es necesario aplicar nuevas restricciones“.

La charla formó parte del Zoom que Fernández, junto a Carla Vizotti y Eduardo “Wado” De Pedro mantuvo con Kicillof, Larreta y otros gobernadores del centro y el sur del país como Rodolfo Suárez (Mendoza), Sergio Ziliotto (La Pampa), Omar Gutiérrez (Neuquén); Arabela Carreras (Río Negro); Sergio Uñac (San Juan); Alberto Rodríguez Saá (San Luis); Alicia Kirchner (Santa Cruz); Gustavo Melella (Tierra Del Fuego); y el vicegobernador de Córdoba, Manuel Calvo.

Fue la ronda que completó las consultas que inició el miércoles en otra cumbre virtual con los mandatarios del norte, el litoral y parte del centro del país.

Más restricciones

En ambas reuniones, Fernández escuchó la posición y el panorama que expuso cada mandatario, insistió con el reclamo de la falta de controles para hacer cumplir las disposiciones vigentes pero no anticipó qué tipo de medidas anunciará en las próximas horas. “Hay una mirada de que la situación es muy frágil, que hay que ser duros con las medidas”, aseguró a este diario un funcionario nacional que está en la mesa chica de la toma de decisiones.

“Hay que tomar la decisión de un cierre más importante en los próximos días, no hay otra solución. Reducción al máximo de la presencialidad”, dijo el Presidente en un indicio de una medida más dura. “La ola avanza mucho más rápido. El crecimiento exponencial es impresionante. Ha bajado 15 años el promedio de edad de internados”, detalló, según fuentes que participaron de la reunión.

El elemento en duda es qué margen social tiene para aplicar una restricción dura, que esta semana Fernández casi negó aunque todavía no estaba el dato de los casi 40 mil del miércoles. Pero, además, si una medida restrictiva sobre la economía requerirá o no que vuelvan las asistencias de pandemia como el IFE y el ATP.

El Presidente consideró, en ese tono, que el sistema de salud “resistió” pero que no se puede dejar que sigan creciendo los casos porque ante eso “no hay sistema de salud que aguante”. 

Tiró, en esa línea, una crítica velada a Larrreta o Suárez porque la falta de cumplirmiento del DNY de controles. “La única manera de mejorar es reducir la circulación. Ese es el sentido de los DNU, ahora, depende de la voluntad de cada distrito en exigir el cumplimiento y controlar. Todos tienen que redoblar los esfuerzos en el control”, apuntó Fernández.

PI

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