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Pese al avance de la campaña de vacunación, ¿por qué no disminuye el número de muertes por coronavirus en la Argentina?

Otras 438 personas murieron y 14.632 fueron reportadas con coronavirus en las últimas 24 horas

Ana Breccia

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El Ministerio de Salud de la Nación informó 438 muertos por coronavirus en la Argentina mediante el reporte epidemiológico de este miércoles. Se trata del número más alto en lo que va de estos últimos cinco días. A diferencia de los nuevos contagios diarios que registran un descenso en las últimas siete semanas, la curva de fallecidos sigue en una meseta y responde, según los especialistas consultados por elDiarioAR, a múltiples factores.

La semana pasada, este diario informaba el registro trágico de 100.250 fallecimientos por Covid-19 en el país, una cifra que sólo alcanzaron otros 10 países en el mundo. Al día de hoy suman 102.818 los decesos totales notificados oficialmente a nivel nacional. Por otro lado, autoridades nacionales y provinciales se muestran optimistas ante la disminución de nuevos infectados diarios: este miércoles se comunicaron 14.632 nuevos casos a nivel nacional, registrándose un claro descenso desde el pasado martes 13 de julio con un pico de 20.023 nuevos enfermos.

El jefe de Gabinete del Ministerio de Salud bonaerense, Salvador Giorgi, destacó una baja de casos desde hace ocho semanas consecutivas, y calificó los números como “muy alentadores” en el distrito.

“Esto se ve mucho más en el AMBA (Área Metropolitana de Buenos Aires), por eso ha pasado a Fase 4, y en el resto de los municipios del interior de la provincia también se está viendo una tendencia a la baja en la cantidad de casos diarios”, señaló Giorgi en declaraciones a Radio Bahía Blanca.

El físico e investigador del CONICET Jorge Aliaga realiza informes detallados de la situación epidemiológica diaria tomando como fuente la información oficial del Ministerio de Salud, que desmenuza y plasma en gráficos que publica en su página web y redes sociales. En diálogo con elDiarioAR, Aliaga reflexionó acerca de tres variables que explicarían, en parte, la percepción de esta meseta de muertes, que no desciende del promedio de 400 diarias.

El primer factor responde a una demora natural propia del ciclo de la enfermedad. “Desde el momento en que la persona se contagia y muere, pasan alrededor de 20 días. Entre que murió y se cargan los datos al sistema, puede pasar una semana. Cuando los casos aumentan, uno tarda un mes en ver el incremento de fallecidos. Lo mismo pasa cuando los casos bajan. Se trata de una demora natural; una variación que es propia de la evolución de la enfermedad”, explica Aliaga.

En lo mismo coincide Pablo Scapellato, jefe de Infectología y Control de Infecciones del Hospital Santojanni: “La cantidad de muertos es lo último que mostrará mejoría de números. Tenemos que pensar que quienes mueren hoy suelen ser aquellos que se internaron hace ya varias semanas, atendiendo a que la estadía hospitalaria de los pacientes que ingresan a terapia suele ser muy prolongada”, apunta a elDiarioAR.

A este factor se le suma otro adicional, y es el retraso en la carga de los decesos al Sistema Integrado de Información Sanitaria (SISA), que es responsabilidad de los distintos efectores en las jurisdicciones. “Evidentemente hubo en abril y mayo una gran cantidad de casos que sobresaturó el sistema administrativo local y esos casos, en parte, se están cargando ahora. Estos llevan una demora de 45 a 60 días de retraso”, indica el físico.

Lo mismo explica a este medio José María Malvido, jefe de la Unidad de Infectología del Hospital Alberto Balestrini de La Matanza: “Cuando hay días de colapso de pacientes, el personal está absolutamente dedicado a asistirlos. Cuando los casos bajan, se pone en orden la carga de datos a nivel país. Hay un poco de desprolijidad en la carga”, apuntó.

El tercer factor que es menos significativo en cantidad de decesos, pero que se puede advertir en este momento, tiene que ver con las provincias que están actualizando cargas del 2020; nuevos fallecidos pero con partidas de defunción del año pasado. Similar a lo ocurrido en octubre del año pasado en la provincia de Buenos Aires, cuando Argentina marcó una de las mayores cifras de fallecidos por millón de habitantes en un día, cuando se formalizaron más de 3.000 muertes en 24 horas.

Según explica el investigador, este extenso delay de meses entre la muerte de una persona por Covid-19 y la carga de la misma en el sistema, podría explicarse teniendo en cuenta que las partidas de defunción, que se cargan en los registros civiles de cada provincia, son de papel y no digitales. “El año pasado la provincia de Buenos Aires digitalizó las partidas de defunción que tenía y, de las mismas, tuvo en cuenta los números de DNI que figuraban cargados como 'Covid'. Así se dieron esos 3.000 muertos no cargados en el SISA. Luego CABA repitió el mismo procedimiento. Hay alguien hace este tipo de verificación de información que debería estar cargada y no lo está, por eso se sube luego”, indicó.

El siguiente gráfico muestra en el gráfico de detalle más chico, los casos correspondientes al año 2020

En el siguiente gráfico se puede observar marcado con un círculo de color rojo una demora “típica”: personas que fallecieron en los 15 días anteriores. Mientras que lo marcado con color azul, son los casos de fallecidos antes de mediados de junio. Una demora “atípica”.

Además de estos tres factores, el médico José María Malvido agrega que a pesar del avance en la campaña de vacunación, las muertes no bajan porque ha habido “una segunda tanda de patologías no relacionadas con coronavirus que luego terminaron teniéndolo por portación del virus porque hay circulación comunitaria”.



AB/WC

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